¿En qué punto se encuentra la solar térmica en España?
En 2022 se espera un gran crecimiento del mercado solar térmico, por la nueva construcción de edificios y por las ayudas a las renovables térmicas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que pueden alcanzar subvenciones a fondo perdido de más del 60% en algunas instalaciones solares térmicas. Además de las actuales líneas de ayudas al sector residencial, también se publicarán en breve convocatorias de ayudas para renovables térmicas en el sector terciario e industrial.
Además, hace unos meses entraron en vigor medidas urgentes para impulsar la actividad de rehabilitación edificatoria como la deducción del IRPF por la instalación de energías renovables (Real Decreto-ley 19/2021, de 5 de octubre). La primera deducción, por obras que contribuyan a la mejora de la eficiencia energética de la vivienda, permite una deducción de hasta un 20 % del IRPF. La base máxima de deducción ronda los 5.000 euros anuales, siempre que las obras realizadas contribuyan a una reducción de al menos un 7 por ciento en la demanda de calefacción y refrigeración.
¿Y en Europa?
En Europa ya se ha producido este punto de inflexión por el impulso de los distintos gobiernos en pro de las energías renovables. Por ejemplo, el mercado alemán, el más importante de la Unión Europea, el año pasado creció un 26% gracias a los incentivos a la rehabilitación mediante la combinación de calderas de gas de condensación con solar térmica, con ayudas que llegan al 40% del coste total. En Francia existen ayudas de hasta 4.000€ al instalar calentadores de agua solares, y en Italia ya hace años que existe el programa Conto Térmico con subsidios que llegan hasta el 65%.
¿Cuál ha sido su evolución en estos últimos años?
La solar térmica vivió una época dorada durante la primera década de los 2000. Fueron tiempos en que, gracias al Código Técnico de la Edificación, se instaló mucha capacidad de solar térmica, básicamente para cubrir la demanda de ACS. Este crecimiento tan brusco, facilitó el desarrollo de la solar térmica llegando a ser nuestro país un referente en esta industria. Sin embargo, en la segunda década, con la crisis económica, el sector se tuvo que reinventar, pero demostrando gran capacidad de resiliencia y saliendo más reforzado y preparado para afrontar los retos venideros.
Y en los próximos años, ¿qué le espera?
La coyuntura actual está cambiando a un ritmo frenético. La lucha contra el cambio climático es una de las máximas prioridades en todas las agendas políticas de Europa. Si somos realistas, los retos que hay que afrontar en el muy corto plazo son abrumadores, por lo que vamos a tener que utilizar una combinación de soluciones.. Así pues, la solar térmica está llamada a tener un papel importante, sobre todo para cubrir la demanda térmica, la cual representa más del 50% de la demanda total. Además, es una tecnología imbatible en términos de huella de CO2, tanto por su ciclo de vida, pues los paneles solares se fabrican en España, como por la energía ahorrada en su periodo de utilización de más de 20 años con rendimientos entre el 80% y el 50%. Y en cuanto a la escalada del precio de los combustibles, la solar térmica va a ser una de las soluciones más racionales para cubrir las demandas térmicas tanto de nuestros hogares como de ciertas industrias.
Haciendo una comparación con el estado actual de esta tecnología en países como Alemania, Francia o Italia…
Podemos diferenciar claramente entre países mediterráneos y países del norte de Europa. En los primeros, la demanda principal es para cubrir es el agua caliente sanitaria, con predominación de los sistemas termosifónicos. Ahora bien, con el auge de los sistemas de calefacción de baja temperatura como pueden ser el uso de suelo radiante, cada vez va a ser más habitual ver hibridaciones de solar térmica con aerotermia. En cuanto a los países del Norte de Europa, con demandas más importantes en calefacción, ya existe por ejemplo en Dinamarca y Alemania la tecnología SDH (Solar District Heating de sus siglas en inglés); una tecnología que está en auge, existiendo en la actualidad numerosas redes de calor con aporte de energía solar térmica.
Cambiando ahora la perspectiva, ¿cómo está el sector industrial?
En cuanto al sector industrial solar térmico, en España existe una capacidad aproximada de producción de 1.000.000 metros cuadrados (M2). En 2021 se fabricó un total de 210.000 M2, el 20% de su potencial, de los cuales 62.000 se instalaron en España y 148.000 se exportaron. Cabe destacar por tanto la labor de las empresas fabricantes de captadores con fábrica en España, que han suministrado el 33% de los captadores instalados en España. Por otra parte, se ha registrado un incremento en la actividad exportadora de las empresas fabricantes ubicadas en el estado español respecto del año anterior (+7%).
Hablemos de un caso concreto, de la plataforma Solplat, que incluye innovación tecnológica, digitalización y monitorización
Desde ASIT coordinamos la Plataforma Tecnológica Española de Energía Solar Térmica de Baja Temperatura, Solplat. El objetivo es crear sinergias entre los diferentes grupos de trabajo (sector solar térmico – investigadores – administración – ingenierías), para facilitar la internacionalización de la tecnología española; identificar y facilitar la entrada de los nuevos avances en sensorización y aplicaciones; avanzar en nuevos materiales y equipos que permitan aumentar la durabilidad de los sistemas; abrir o continuar con determinadas líneas de innovación; integrar los avances de otras tecnologías energéticas apoyando la hibridación de energías renovables para aplicaciones térmicas, “Calor Renovable”; e instrumentar las interrelaciones de los agentes de innovación.
Desde un punto de vista más amplio, ¿qué espera de la transición energética? ¿Cuál será el resultado? ¿Cuál le gustaría que fuera?
La transición energética es fundamental para la lucha contra el cambio climático e implica una transformación estructural de los modelos de producción y consumo de energía. Esto requiere dos grandes cambios: reducir nuestro consumo de energía y cambiar la combinación energética hacia una prevalencia de la energía renovable. Espero que gracias a la transición energética se abandone el uso de los combustibles fósiles, y también se produzcan otros cambios en cuanto a moral social y ética personal. Conforme pasen los años, la sostenibilidad se integrará en la base ética de nuestros comportamientos. Me gustaría que dicha transición nos conduzca a un modelo energético neutro en carbono, más eficiente mediante la incorporación de las premisas de la economía circular, que garantice el acceso a una energía segura y sostenible para todos, y que impacte en el crecimiento económico y la generación de empleo, ofreciendo oportunidades desde el punto de vista empresarial, industrial y laboral.
¿Se está trabajando en el camino correcto en cuanto a regulación y planes de ayudas?
Las renovables térmicas están siendo infravaloradas respecto a su potencial dentro del discurso político y social, un discurso que pretende electrificar todo el consumo y la generación, pero no debemos olvidar que el 50% de la energía en Europa se utiliza para calefacción y refrigeración de edificios, la mayoría de los cuales proceden de combustibles fósiles. Para cambiar dicho escenario será imprescindible contar con las renovables térmicas.
¿Qué importancia tiene apostar por la solar térmica en procesos industriales y en las redes de calor?
Según datos de la Agencia Internacional de la Energía, el 32% del consumo mundial de energía se emplea en la industria, y el 74% de esas necesidades energéticas son de calor, siendo un tercio de dicha demanda de baja temperatura. Casi toda la demanda de calor en procesos industriales requiere calor en los rangos de temperatura que puede proporcionar un sistema solar térmico, ya que la mayoría de las aplicaciones se encuentran en los rangos de temperatura baja a media. Además, los costos del calor solar son altamente predecibles y prácticamente fijos durante toda la vida útil de la planta solar, por lo que la energía solar representa una reducción del riesgo contra las fluctuaciones de los precios del combustible.
¿Y en las viviendas, a nivel residencial?
La solar térmica ha demostrado que es la mejor opción para el calentamiento del agua sanitaria, la tecnología más sostenible del mercado. El concepto de edificio de consumo casi cero implica una reducción de consumo del propio edificio tanto en climatización como en iluminación que se puede lograr teniendo en cuenta aspectos como el aislamiento o la orientación del edificio. Sin embargo, no se pueden llevar a cabo acciones efectivas para conseguir la reducción de los consumos de agua caliente sanitaria, esto significa que el consumo energético del edificio para la generación de ACS va a pasar a ser uno de los mayores, sino el mayor, en los edificios del futuro. La inclusión de la energía solar térmica va a resultar fundamental para conseguir que realmente los consumos energéticos sean casi nulos, dado que se trata de una energía gratuita e inagotable, siendo, además, España un país privilegiado en este aspecto por la elevada radiación solar que recibe.