Hace algunos unos años, en otra entrevista, nos contaba a ER como fue ese cruce que tuvo con la solar fotovoltaica. Recuérdenoslo…
Estaba trabajando en CDE Electrónica, una empresa del grupo Sitre, con equipos para centrales telefónicas, cuando un buen día mi jefe, Fernando Monea, va y me enseña, tras haber visitado una exposición en Washington, un panel solar de 30 vatios y un catálogo. "Ni idea de para qué sirve esto, me dijo, pero creo que podemos vendérselo a Telefónica”. La escena siguiente transcurre en la azotea de la empresa: me leo el catálogo, bajo al coche, cojo una bombilla de faro, el panel, unos cables y me subo a la terraza. Conecto la bombilla y se enciende. Desde ese momento dije: ¡esto es lo mío!".
¿Y vendieron el primer panel solar a Telefónica?
No…. la destinataria de estos primeros sistemas solares en el sector profesional no fue Telefónica, sino TVE. Ocurrió después de que Fernando Monera, Charo Aranda y yo montáramos Atersa. Se acercaba el Mundial de Fútbol del 82 y TVE estaba empezando a poner remisores de señal por todas partes, para asegurarse de que la transmisión fuera buena. La primera prueba con un remisor se hizo en Belmez, ese pueblo que se hizo tan famoso por las caras que aparecían en las paredes (que yo también vi), donde pusimos un par de paneles solares que habíamos traído de Estados Unidos. Poco después, TVE convocó un concurso para seguir alimentando con energía solar los remisores, nos presentamos y ganamos… Pero en TVE no nos llamaban para hacer el trabajo. Entonces preguntamos. La respuesta fue: "Mire, nosotros somos el Ente RTVE, no somos administración y no estamos obligados a nada con Vds". Así que sacaron de nuevo el concurso y esta vez lo ganó AEG-Telfunken, que empezaba a fabricar algo de solar en ese momento (año 81).
Vamos, que les quitaron de en medio
La verdad es que sí. Aquello es una de las cosas que peor m han sentado en la vida. Me había trabajado la presentación al concurso hasta aburrir, había calculado la instalación fotovoltaica de todos y cada uno de los remisores que pedían, había hecho todo el cálculo… Pero claro, Atersa era pequeña y nuestros competidores muy grandes: British Petroleum, Telefunken… Competíamos con multinacionales, aunque no nos importaba. En 1994, cuando empezó la construcción del gasoducto del Magreb, salió a concurso por parte de Enagás la instalación de energía solar para las comunicaciones y los puntos de control del gasoducto. No dudamos en presentamos. En este caso competíamos con empresas del tamaño de BP, Westinghouse y otras. ¡Ganamos, y terminaron nombrándonos los segundos mejores suministradores de todo el gasoducto!.
¿Cómo recuerda esa experiencia?
Fue increíble, tanto para mi como para el resto del equipo, nos ayudó a mejorar, a empezar a sacar las credenciales de calidad necesarias, como la norma 9001, y a crecer. Fue un punto de inflexión muy importante, clave para la internacionalización de Atersa. Algunos años más tarde, ya a finales de los 90, Fernando Monera, que era el director general de Atersa tenía una gran visión empresarial, nos dijo: "Tenemos que vender Atersa, no logramos pasar al nivel superior, a la primer división. Y si no pasamos a esa división hay partidos que nos van a jugar en la vida. Solos no podemos seguir creciendo, no tenemos padrinos". Entonces empezamos a brujulear, tuvimos contactos con Iberdrola, con Unión Fenosa… con ésta llegamos incluso a firmar un compromiso de compra, pero hubo un problema de accionariado y al final no pudieron comprarnos por un problema técnico. Luego apareció la estadounidense Astropower, con la que Atersa ya llevaba algún tiempo colaborando. En aquel momento Astropower era la cuarta empresa mundial de solar fotovoltaica y aceptamos encantados la compra (que se materializó en septiembre de 2001, por un importe de 24 millones de euros), convencidos de que era la oportunidad que necesitábamos para pasar a esa primera división. Atersa pasó a ser americana y nosotros empleados de Astropower. Todo fue bien al principio, pero AstroPower tuvo problemas serios y terminó quebrando.
Echando un vistazo a la hemeroteca, he recordado que, a raíz del caso Enron, una exhaustiva auditoría puso de relieve que la situación financiera de Astropower era bastante peor de la que sus directivos presentaban. ¿Cómo afectó la quiebra a Atersa?
Quebró Astropower, Atersa no. Nuestro negocio seguía dando beneficios, el problema es que a raí de aquello nadie nos fiaba. Así pasamos más de medio año, los proveedores no nos aplazaban pago y nuestros clientes no pagaban al contado, de manera que poco a poco nos fuimos comiendo las reservas. Cuando ya estábamos al borde, un mes más y tenemos que cerrar, Elecnor compró los activos de Astropower de España en julio de 2004. General Electric, por su parte, adquirió la fábrica que Astropower tenía en Estados Unidos. Por algún motivo que nunca entendí, GE no quería comprar los activos en España.
Atersa permanece desde entonces dentro del grupo Elecnor, pero Vd decidió prejubilarse en el año 2013, cuando aún le faltaba tiempo para llegar a la edad habitual de retiro. ¿Qué le llevó a tomar esta decisión?
Era la época de la crisis y mi jefe me mandó volver a despedir a más empleados de mi departamento. Y, sinceramente, yo no podía más, eran mis amigos y mis compañeros, así que le propuse que me despidieran a mi y dejaran a los otros dos o tres en sus puestos. Al fin y al cabo ya no contaban mucho con mi experiencia. Tenía un buen sueldo, me trataban bien pero el estilo empresarial de Elecnor era otro, diferente al que siempre tuvo Atersa desde su fundación. Les convencí y llegamos a un acuerdo amistoso, ese fue realmente el motivo de mi salida de Atersa.
Vd, que ha vivido en primera persona los años del boom solar en España y luego el inicio de los recortes, ¿qué lecciones cree que debemos sacar de estas etapas?
Durante los años del boom fotovoltaico, el sector "iba en moto. Y digo en moto porque teníamos más pedidos que posibilidades de fabricación, la fábrica de Atersa estaba a tres turnos, automatizada y aún así no dábamos abasto. Y nosotros sí teníamos silicio. Al director general, que entonces era Virgilio Navarro, le decía que no abadonásemos al exportación, que un día vendrían las vacas flacas y no podíamos perder los clientes de fuera de España. Afortunadamente mantuvimos el cupón de exportación, y eso nos salvó cuando vino el debacle.
La persecución más encarnizada comenzó a partir del 2012, y se llevó por delante la mayor parte del tejido empresarial fotovoltaico español (acabando con empresas tan emblemáticas como Isofotón, entre otras). Pero el propio sector tiene también parte culpa. De hecho, cuando en ASIF (la asociación solar de aquel momento) unos querían grandes plantas por todas partes y otros decíamos que más de 2 MW no debíamos hacer porque esto es una energía distribuida, ganaron los primeros. No digo que sea malo, se ha conseguido el objetivo: reducir precios, saber hacer las cosas, etc. Pero todo se desbocó. La reacción posterior, con una crisis encima, es en cierto modo natural, aunque había mucha mano negra por detrás. La famosa noticia que salió en El Mundo diciendo que la solar FV producía por la noche con gasóleo, todavía no hace siquiera dos semanas me la han vuelto a repetir. Hasta la CNE dijo que era mentira, pero eso, como las fake news de ahora, es lo que se queda.
Habla Vd de mano negra. ¿Quién cree que estaba detrás en el freno a las renovables y en especial a la fotovoltaica?
El lobby nuclear era muy fuerte, ahora no tanto. Cuando se plantea el gobierno en dónde hay que ahorrar dinero, la respuesta es "en estos". Recuerdo también una anécdota, con el entonces ministro Miguel Sebastián, durante una reunión que mantuvimos con él miembros de ASIF. Textualmente nos dijo: "Tenemos mucho ciclos combinados, a ver qué vamos a hacer con ellos". Me eché las manos a la cabeza y le dije: ¿En qué boletín prometían la compra de toda la energía de los ciclos combinados? En cambio sí que prometieron la compra de la energía fotovoltaica que ahora nos quieren quitar. Algunas veces salían y se decían cosas en el ministerio que, curiosamente, habíamos oído a algunos empleados de Iberdrola y de otras grandes compañías eléctricas, que claramente no les interesaba mucho la fotovoltaica en ese momento.
En fín…. El gobierno socialista redujo el apoyo a la solar FV, quitó prima, si bien la compensó en años, así que salíamos más o menos igual. Lo peor fue cuando llegó el PP y cambió todo con efecto retroactivo. Lo he vivido en carne propia. Yo tengo dos instalaciones de 45 kW, que compré religiosamente a un promotor y pagué a 6,10 € el vatio pico. Cuando el PP rebaja la retribución y fija una supuesta rentabilidad razonable, no solo no ganaba dinero con las instalaciones sino que tenía que aportarlo. Ahora, los fondos internacionales ganan las demandas, pero a los pequeños, a nosotros, ¿quién nos indemniza? Yo he podido pagarlo, pero hay gente que no. Hay gente que se ha suicidado. El lado más injusto del recorte de las primas y a la producción fotovoltaica está en esas miles de familias arruinadas por haber invertido en energía solar con la garantía del BOE y que aún esperan una reparación por parte del Estado.
En España se está de nuevo apostando por las grandes plantas solares. ¿Es compatible ese modelo de desarrollo con el que va asociado al autoconsumo y a la generación distribuida y en el que la ciudadanía tiene más peso?
Yo, como te decía, no soy muy partidario de las grandes centrales per se. Creo que la fotovoltacia es una energía distribuida y lo mejor sería precisamente aprovecharla así, poner los megavatios necesarios, pero allí donde hacen el mejor juego. Pero claro, eso sería posible con una política energética pactada políticamente, que no es coincidente con los intereses políticos de los partidos que nos gobiernan sucesivamente.
El autoconsumo, a la igual que la solar térmica, es la más social de todas las renovables. Hoy en día puedes hacerte una instalación fotovoltaica y autónoma y pasar de las compañías eléctricas. En ese sentido, el autoconsumo va a ver a la energía solar como una amiga. Mira si no a aquellos que más nos han dado, ahora convertidos en los más renovables de todos, comprando, además, instalaciones tiradas de precio. Esas a las cuales bajaron las primas en su momento y los dueños iniciales no son capaces de pagar el crédito del banco que pidieron para poderlas pagar a plazos.
Los sistemas de acumulación de energía son otro aliado de la energía solar ¿La combinación de ambos es la solución perfecta?
Todo depende de los costes. El gran problema que tiene la fotovoltaica es que no produce de noche, de manera que yo confío mucho en el desarrollo de las baterías y, sobre todo, en el coche eléctrico. Tú puedes acumular (energía) de muchas formas. Además, se pueden hacer políticas que favorezcan la carga del coche de día, en los centros de trabajo. Vuelvo a lo que decía antes: las políticas energéticas son determinantes. La mezcla de todas las renovables es probablemente la mejor solución, pero tiene que ser una mezcla equilibrada, poniendo eólica donde se puede poner, no en cualquier lado, e igual con las otras tecnologías. Aprovechemos también los ciclos combinados y las nucleares que ya tenemos y dejemos de traer tanto petróleo de fuera. Pero claro, para eso hace falta un consenso político. La energía no tiene colores, los políticos son los que se los ponen.
Dejemos por ahora la política y vayamos a Energía sin Fronteras (Esf), donde Vd colabora desde que se prejubiló. Y muy activamente, desde su puesto como de Responsable de Operaciones. ¿Es la solar FV la mejor opción para electrificar las zonas aisladas del mundo?
La solar fotovoltaica es perfecta para muchísimas zonas asiladas del mundo, y las microrredes van a ser el bum. Hay mil millones de personas en el mundo que aún no tienen electricidad. Para muchas de estas personas, el problema es que la red eléctrica no llega hasta donde viven, no que no puedan pagar la electricidad. Las microrredes son la solución para todos estos lugares, y muy en especial, la fotovoltaica como fuente de energía predominante. La clave de ello radica en la rapidez y facilidad con que se puede hacer una instalación fotovoltaica. Además, su mantenimiento es sencillo. Se podría recurrir también a la biomasa, pero precisamente el problema que tienen en muchos de estos sitios es que los están deforestando l para poder calentarse y cocinar, de manera que los árboles son cada vez un bien más escaso. La biomasa no puede ser el recurso de electrificación en África. La solar es la solución en buena parte de los casos.
¿Cómo se aseguran de que sus proyectos se mantengan en el tiempo?
En todos estos proyectos hay otra palabra clave: la sostenbilidad. Si cuando nos llega un proyecto vemos que no a va a ser sostenible, con mucho dolor del corazón tenemos que rechazarlo. Es absurdo poner algo que pasado mañana va dejar de funcionar, eso no resuelve el problema. Si vemos que no hay nadie que vaya a hacerse cargo del proyecto, que falta el interés por mantener la instalación… no la hacemos. Cuando desarrollamos un proyecto, nos aseguramos muy bien de que va a ser sostenible. Seguimos la instalación entre 3 y 5 años, y si hay algún problema les ayudamos a resolverlo. Les formamos también para que puedan encargarse ellos de todo.
Otra de las pautas que sigue Esf es focalizar los proyectos allí donde llevan más tiempo actuando. En Benin, por ejemplo, donde llevamos tiempo colaborando, hemos traído a algunos estudiantes a Esapña para que se formaran aquí como instaladores de energía solar. Esa gente tiene ahora sus pequeñas empresas y son a los que encargamos los encajes y los mantenimientos de las instalaciones que hacemos. También nos hemos asociado con los centros de formación Salesianos que hay en Benin para formar a los estudiantes de electricidad en energía solar, de manera que cuando empiezan a trabajar ayudan a que el mercado solar de su pías se vaya desarrollando. De hecho, en Benin hay ya un nivel serio de desarrollo solar.
Imagino que otro aspecto clave a la hora de poner en marcha estos proyectos es que beneficien al conjunto de la comunidad local
Claro. En Esf nuestro referente son los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, y tenemos muchos ejemplos de beneficios asociados a nuestros proyectos. Me voy a centrar en uno, que estamos desarrollando en Honduras, con agricultores que cultivan como medio de subsistencia café. Hasta hacer poco, por la noche se iluminaban con linternas de pilas, velas o lámparas de queroseno para seleccionar los granos de café y separar los buenos de los malos. Ahora lo hacen con electricidad solar y no se tienen que dejar la vista, ni aspirar el humo del queroseno. En este proyecto hemos conseguido implicar al Ayuntamiento, que paga la mitad del costo de cada pequeño equipo FV (iluminación, carga de móvil y una radio) que instalamos. El otro 50% lo cubrimos nosotros, pero los agricultores tienen que devolver el dinero, pagando 7 u 8 dólares al mes, el mismo dinero que se gastaban antes en las pilas, velas o en el queroseno. Al cabo de un año, el equipo es suyo, de manera que su economía familiar mejora. En este proyecto también nos hemos apoyado en Ayuda en Acción, que está allí trabajando en violencia de género. Estamos hablando de una sociedad muy machista donde hay chicas que son violadas por sus propios padres y hermanos cuando se van durante semanas a recolectar el café. No es que porque tengan luz las violen menos, pero el trabajo de género que hace Ayuda en Acción se vio favorecido al poder entrar más fácilmente en las familias, gracias a la acción conjunta de ponerles a su disposición la posibilidad de tener luz. Las familias se confiaban más y esto favoreció la entrada y el trabajo que ellos realizan desde hace años en pro de las mujeres. Nosotros también trabajamos para empoderar a las mujeres de allí, preparándolas para que ellas se encarguen del mantenimiento de las instalaciones.