Empecemos por el principio, radiografía del sector. Protagonistas. O, ¿quién se dedica al mantenimiento en este país?
Si de lo que hablamos es de la fase de Operación y Mantenimiento [OyM], de llevar la mayor parte de la vida útil de los equipos, del ciclo de vida de los aerogeneradores, pues ahí es donde más diversidad de actores encontramos. Hay fabricantes que hacen OyM; hay también empresas que se dedican, expresamente, a hacer esas tareas de operación y mantenimiento; e incluso hay algunos desarrolladores o promotores u operadores de parque que tienen sus propias áreas de OyM.
Pero es que además hay otros muchos actores que trabajan de una manera indirecta, dentro de la cadena de valor, haciendo mantenimiento: hay ingenierías que están muy involucradas, consultorías, empresas que se dedican al transporte y la logística, a prevención de riesgos laborales (área que en el fondo también está muy ligada a las tareas de operación y mantenimiento)...
El mensaje global sería que es un campo muy amplio y, además, muy dinámico, que requiere de una gran diversidad de actores, y de conocimientos y experiencias muy diversos. Y eso se refleja en la cantidad de empresas y tipologías de profesional que se ven involucradas.
Y, en toda esa diversidad de agentes, ¿dónde está el grueso, la mayor bolsa de profesionales del mantenimiento?
Principalmente en los fabricantes, y luego hay algunas empresas especializadas específicamente en el mantenimiento.
¿De cuántas personas, de cuántos técnicos y técnicas de mantenimiento, estaríamos hablando a escala nacional, o es complicado concretar un número?
Visto desde una perspectiva amplia, estimamos que entre las 8.000 y las 10.000 personas, incluyendo tanto personal directo como indirecto. Si pensamos solo en tareas de mantenimiento, estaríamos hablando probablemente del entorno de la mitad. En todo caso, es complicado concretar un número.
Muchas empresas independientes de mantenimiento se quejan de que sigue habiendo una cierta falta de comprensión real de lo importante que es el mantenimiento. ¿Esto es así?
En la Asociación Empresarial Eólica tenemos claro que un correcto mantenimiento de las instalaciones es algo absolutamente crucial. Lo que quiere cualquier empresa que esté operando un activo energético es que ese activo (y ya no solo hablo de los eólicos) esté trabajando el mayor tiempo posible, con la mayor fiabilidad posible y con la mayor predictibilidad posible. Eso implica, per se, que al mantenimiento va a haber que prestarle una atención muy importante. Al final, el objetivo que tenemos todos es que no haya paradas no programadas, que haya solo las estrictamente necesarias para asegurar que el aerogenerador funciona como es debido. Por supuesto, hay una presión sobre los costos de la energía, y además hay una competencia, y, evidentemente, pues también hay un proceso de optimización de esos costos de operación y mantenimiento. Pero -insisto-, el objetivo es que eso no comprometa la calidad de ese mantenimiento.
¿Y cómo se optimizan esos costes sin comprometer la calidad?
Pongo un ejemplo, sobre el mantenimiento predictivo. Lo que podemos hacer es pasar de un esquema parecido al que tenemos con el coche (una revisión cada 30.000 kilómetros o cada año) a un esquema en el que yo soy capaz de monitorizar cómo se está desgastando cada componente. Monitorizo, obtengo esa información, y a lo mejor en vez de hacer una inspección al año, pues puedo retrasarla seis meses, y/o puedo agrupar inspecciones y al final acabo parando la máquina menos veces. El objetivo es tratar de que la máquina esté parada el menor tiempo posible, pero teniendo claro que la calidad y la profundidad no son discutibles.
¿Cuál es el coste del mantenimiento en el global de un parque eólico?
Depende mucho. No es lo mismo la eólica terrestre que la marina. No es lo mismo un parque grande que uno pequeño. No es lo mismo un emplazamiento que otro. Pero... bueno, típicamente puedes pensar que a lo mejor del orden de un 60% del precio de la energía va a depender del CapEx, y entre un 40 y un 50% depende del coste operativo. Pero vuelvo al principio: eso tiene muchas derivadas. Va a depender mucho.
Diez mil megavatios del parque eólico nacional tienen hoy 20 años o más, o sea, que se enfrentan ya a la disyuntiva de la repotenciación o alargamiento de la vida útil. Cuanto hablamos de mantenimiento, ¿estamos hablando también de repotenciación y de alargamiento de la vida útil?
Quizá menos en la parte de repotenciación [desmantelar máquinas viejas y sustituirlas por máquinas nuevas]. Pero, en la gestión de vida útil, al 100%. De hecho, una buena parte de los programas de extensión de vida útil se basa en una modificación, en un incremento, de las tareas de inspección, por una parte, y, por otra, de los mantenimientos asociados. Al final, a veces, esa inspección y mantenimiento acaban yendo muy de la mano.
El mantenimiento tiene en realidad muchas vertientes. ¿Alarga la vida de las máquinas? Bueno, forma parte de la extensión de vida de las máquinas. Como sucede con cualquier máquina, en un aerogenerador cada componente está diseñado para una determinada vida útil. Y una de las labores de ese mantenimiento es precisamente asegurar que el desgaste programado, el desgaste previsto para ese componente o esa máquina, es el esperado, y no que de repente te encuentres con que un rodamiento empieza a fallar a los 5 años en lugar de durar los 20 que está previsto.
Son las dos vertientes: la vertiente de inspección (extraer esa información) y luego, por supuesto, si hay algún fallo, la vertiente del mantenimiento correctivo.
Tan importante es que una máquina sea eficiente, es decir, que produzca lo que se supone que debe producir, como que esté disponible todo el tiempo que sea posible, es decir, que esa producción sea predecible.
Y, en cuanto a la vida de la máquina... La máquina tiene una vida útil regulatoria, pero eso no implica que una vez llegue al final de esa vida útil haya que tirarla. Si esa máquina ha sido operada como es debido, pues puede seguir operando con seguridad y con eficacia muchos años después. ¿Qué es lo que se suele hacer? Pues se realizan esquemas en los cuales hay un mantenimiento un poco más exhaustivo, mantenimientos para cambiar componentes específicos que puedan dar problemas (eso ya depende de cada máquina) y eso te permite operar con seguridad durante unos cuantos años más.
¿Qué es exactamente vida útil regulatoria?
Para poder vender una máquina, esta tiene que estar certificada. Es lo que llamamos un certificado tipo. Y este certificado tiene en cuenta temas de diseño, pero también se evalúan los procedimientos de operación y mantenimiento, el sistema de gestión de calidad, la fabricación, etc... Es como un certificado integral de la máquina. Y ese certificado es válido por equis años... Depende de la máquina, pero la parte de diseño suele estar entre 20 y 25 años. A eso me refiero con vida útil regulatoria. Y a partir de ahí ya entraríamos en lo que es una extensión de vida.
La Asociación Empresarial Eólica imparte desde hace más de diez años un curso de técnico de mantenimiento de parques eólicos. ¿Por qué?
Vuelvo a lo mismo: para nosotros siempre ha sido importante el factor operación y mantenimiento. Y, por eso, desde hace ya prácticamente 13 años, convocamos este curso, para garantizar, o para tratar de garantizar, que las personas que se van a dedicar al mantenimiento tengan unos niveles lo más homogéneos posibles y lo más altos en cuanto a calidad de la formación.
¿Cómo es ese curso?
Es un curso híbrido, bastante amplio, 420 horas lectivas, que además cubre bastantes áreas de conocimiento a nivel tanto teórico como práctico. Incluimos prácticas en parque eólico. Y los alumnos salen certificados. Tienen cuatro certificados de GWO [Global Wind Organization] y el módulo básico de prevención de riesgos laborales, lo que es importante para asegurar que, cuando el alumno sale de aquí, está listo para empezar a trabajar en un parque.
¿Viene a complementar la formación reglada o viene a ocupar un hueco que había?
Yo creo que viene un poco a llenar ese hueco... Buena parte de las personas que se dedican al mantenimiento vienen de la Formación Profesional y a lo mejor pueden estar más acostumbradas a determinadas tareas, pero otras personas pueden venir de otras áreas formativas, y precisamente por esa disparidad de condiciones de inicio, creo que es tan positivo un curso como el nuestro, que asegura que hay un nivel de conocimiento homogéneo. Ahora mismo llevamos ya doce ediciones y por aquí han pasado más de 225 alumnos y alumnas.
¿De qué perfiles estamos hablando?
La gran mayoría vienen de FP, hay alguna ingeniería técnica, y luego hay un grupo pequeño que procede de otras formaciones. En las últimas ediciones ha habido muchos alumnos de América Latina y últimamente también hay más mujeres.
¿Hay demanda de técnicos y técnicas de mantenimiento?
Eso, desde luego. Es el motivo principal por el que mantenemos el curso. En España tenemos ya más de 30 gigavatios de instalaciones eólicas. Y creciendo. Y tantas más instalaciones, más empleo es necesario. Pero es que además estamos hablando de empleo de larga duración, en el sentido de que un parque va a estar ahí funcionando 20 años, con lo cual hay un efecto palanca importante en cuanto a la necesidad de trabajadores.
El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima quiere prácticamente doblar la potencia del parque eólico nacional. Bueno, pues el número de técnicos de mantenimiento que serían necesarios solo para cubrir lo que venga nuevo es ingente. Por tanto, es muy importante que podamos formarlos por adelantado. No podemos esperar a que estén los parques para empezar a formar esos técnicos. Así que, a la pregunta de si hay empleo en el sector. Sí, desde luego. Y en vista a las proyecciones del Pniec, esa demanda tiene que crecer y mucho.
¿Es dura esta profesión? ¿Es peligrosa? ¿Está lo suficientemente bien pagada? Porque entiendo que habrá una cierta movilidad, tendrás que estar disponible a todas horas para una urgencia...
Hay casuísticas diferentes. No todo el mundo hace el mismo tipo de trabajo. Hay por ejemplo técnicos de mantenimiento que están más centrados en determinadas áreas geográficas, y es verdad que hay otros que se desplazan. ¿Si es una profesión dura? Pues eso también es cuestión de cada uno. Desde mi punto de vista, es una profesión exigente a varios niveles. Pero, por ejemplo, hay gente a la que le gusta trabajar en altura, algo que sobre el papel podríamos pensar que es peligroso, pero que a otros literalmente es lo que les motiva. Entonces, bueno, vamos a decir que es un tipo de actividad que tiene muchísima variedad en cuanto a las circunstancias en las que puedes operar, una actividad que es verdad que tiene sus desafíos: trabajo en altura, en espacios confinados... Eso sí, la seguridad es un factor que cuidan muchísimo las empresas y los fabricantes, que tienen un nivel altísimo en ese sentido. Como altísimo es también el de los profesionales del sector, los propios técnicos de mantenimiento. El nivel que hay de los técnicos en España, nivel de capacitación, nivel de tecnología, nivel de compromiso de las empresas, yo creo que es excelente.
¿Cuáles son los puntos calientes del aerogenerador o la casuística?
Bueno, ahí depende mucho, de nuevo. Depende de los modelos, de la tecnología del aerogenerador y de las condiciones en las que está operando, o sea, del entorno. No es lo mismo un entorno montañoso en el País Vasco, que Canarias, donde hay más riesgo de contaminación por polvo. Sí es cierto que los aerogeneradores, aunque parecen muy simples, tienen bastantes partes móviles. Y es verdad que es muy típico a nivel de tareas de mantenimiento el trabajar toda la parte de la multiplicadora, rodamientos, pero también la parte eléctrica, tanto a nivel de electrónica de potencia como de equipos de generación y maniobra eléctrica. Y por supuesto están las palas, que suelen ser muy de inspección, si bien en algunos casos también se hacen reparaciones sobre ellas, pequeñas reparaciones.
Acabo con la digitalización. ¿Cómo está el asunto?
Los aerogeneradores están cada vez más digitalizados, cada vez más monitorizados. Tenemos cada vez más datos, más información y más específica. Y más capacidad para diagnosticar y para llevar a cabo determinado tipo de intervenciones en los aerogeneradores. Eso... por una parte. Y, por otra, el propio técnico de mantenimiento está empezando a tener que manejar tecnologías como la realidad virtual o incluso la realidad aumentada. En fin, más sensores, más información y más capacidad para analizar esa información, o sea, lo que todo el mundo tiene en la boca: el big data, el machine learning, la Inteligencia Artificial...
De lo que se trata, casi siempre, es de saber cómo puedo yo modelizar todos esos datos para obtener una información que me permita equis: saber por ejemplo cuándo se me va a romper una pieza, o saber, por ejemplo, si tengo que cambiar algún componente o puedo aguantarlo. Hace unos años, el técnico llevaba un papel, literalmente, con la lista de tareas; ahora estamos con la PDA conectada, y en un futuro es posible que los propios operadores estén mucho más conectados en tiempo real con su centro de control, así como por ejemplo con los propios fabricantes.
