Han pasado ya varios meses desde que se puso en marcha esta iniciativa ¿En qué fase se encuentra?
Tras lanzar el proyecto en julio de 2015 solicitamos las ofertas. Se presentaron varias empresas y se otorgo el proyecto al Ciemat, con el que se esta firmando en estos momento el contrato para comenzar los ensayos en las próximas semanas. Los motivos de hacer este proyecto son varios, pero principalmente se pretende dotar al mercado español de unas herramientas de garantía y de identificación de productos de calidad y por otro lado abaratar los costes de los ensayos.
¿Los ensayos estarán abiertos tanto a fabricantes nacionales como internacionales?
El proyecto está abierto a cualquier empresa que pueda tener un aerogenerador, bien propio o bien como distribuidor de cualquier fabricante. Ahora, para acogerse a estas ventajas en cuanto a los costes de certificación deberá de ser una empresa asociada a APPA minieólica. Por supuesto, la sección está abierta a la entrada de cualquier empresa con productos o con interés en la minieólica.
Dice que el objetivo fundamental de estos ensayos es garantizar la calidad de los aerogeneradores. ¿Se evitará con ello la entrada en el mercado español de máquinas menos fiables?
Efectivamente, como decía, uno de los objetivos es dotar al mercado español de una herramienta que diferencie los equipos, no solo en cuanto a calidad, que es importantes, sino también a la hora de comparar productos entre si o incluso elegir el producto más adecuado para la instalación que se quiere realizar en la vivienda o el lugar donde vayamos a realizar la instalación.
En cuanto a si las máquinas son mejores o peores, no me gusta hacer referencias de este tipo. Lo importante es que cada producto este debidamente identificado y probado, confirmado con el informe de un organismo independiente, en este caso el Ciemat. Además, las máquinas deberán tener presencia en España, vía un distribuidor, la propia empresa … para garantizar que disponen de un contacto local, de unas documentaciones en castellano y evitar en cierto modo que puedan entrar en el mercado productos no identificados o sin ningún tipo de respaldo en cuanto a asistencia técnica.
Expertos de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) han estado trabajando en una etiqueta de alcance internacional, que sea para todos igual. Ya hay países que utilizan esas recomendaciones, como Inglaterra. Se va a estimular también en España su uso?
El proyecto de ensayos de aerogeneradores es una fase previa a la de etiquetado. Basado en las recomendaciones de etiquetado de la AIE se esta trabajando en una etiqueta nacional, que tome los ensayos como base técnica y que añada otros requisitos que garanticen de cara a los usuarios o clientes finales la veracidad de los datos, el respaldo de una empresa y garantice más si cabe la garantía del producto que se pretende comprar.
La práctica totalidad de los partidos políticos se ha comprometido con el autoconsumo, lo que resulta clave para el desarrollo de la miniéolica. ¿Cree que vendrán mejores tiempo para esta tecnología en España?
Es algo que la minieólica esta demandando especialmente. La minieólica es una de las únicas tecnologías que no ha sido incentivada, no se ha tenido en cuenta como otras tecnologías y esto conlleva que su proceso de desarrollo e industrialización no se haya llevado a cabo del mismo modo, necesitando todavía de la ayuda pública. Desde luego, cualquier ayuda que llegue en cuanto a facilidad de tramites, eliminación de barreras y rapidez de respuesta va a ser un empujón a nuestra tecnología. Y puestos a pedir, la minieólica necesita un incentivo adicional, como se hizo con otras tecnologías en el pasado, y de ese modo el salto ya sería importantísimo.
A escala mundial, ¿cómo ve el potencial de la minieólica?
A nivel global, la tecnología minieólica ha venido sufriendo muchos vaivenes. Las perspectivas de la tecnología son amplias e importantes, pero los problemas vienen siendo los mismos: su futuro esta muy ligado al apoyo normativo o político. Son muchas las empresas que han pasado y se han quedado en el camino en los últimos años, con inversiones millonarias, al no llegar ese apoyo y han terminado en fracaso.
Desde luego, el potencial es claro y evidente y las previsiones son muy positivas. El mayor potencial viene dado de la integración de la minieóica con otras tecnologías, acercando la minieólica a los consumos, interactuando con la red eléctrica, el famoso autoconsumo, pero ello también conlleva un acercamiento de la tecnología a zonas urbanas, más habitadas, y para ello hay que invertir en I+D a fin de conseguir un producto más fiable y duradero, además de silencioso, discreto estéticamente … Desde este punto de vista, las oportunidades de negocio se incrementan exponencialmente.
¿Pueden tener las empresas españolas un papel destacado en ese desarrollo global?
Evidentemente. Tenemos empresas españolas que son y han sido punteras en el mundo de las renovables, la minieólica no iba a ser menos, sin embargo la política industrial y energética de nuestro país no nos ha ayudado en nada. Si nos ponemos un poco melancólicos, vemos como empresas que han sido un referente en el sector hoy no existen.
Parece ser que eso esta cambiando, pero por mi parte reclamo cambios mayores y más rápidos, para que nuestras empresas no se queden retrasadas y puedan seguir siendo referentes.