Está convencido de que “hay que invertir en termosolar por la sostenibilidad del Planeta” más que por su rentabilidad en términos económicos. Sin embargo, Jerónimo Angulo, máximo responsable del área de Energía y Medio Ambiente de Sener, sabe que el reto es “reducir los costes” de esta energía para que pueda competir con las tradicionales.
¿Cómo estima que evolucionará la tecnología termosolar en los próximos años?
La tecnología termosolar está ya muy avanzada, gracias al esfuerzo de muchos años de investigación y desarrollo, pero tiene por delante el reto de reducir los costes de las plantas para que este tipo de energía pueda competir con las fuentes tradicionales. Hoy en día el tiempo estimado de construcción de una planta termosolar es de tres años y debemos simplificar este proceso para abaratar los costes. En este camino, España es un país pionero y Sener, una de las empresas líderes en tecnología solar: hemos desarrollado y aplicado a escala comercial tecnologías que aumentan drásticamente el rendimiento de una planta solar, como el sistema de almacenamiento en sales fundidas, pero también diseños que reducen el peso de los componentes y el número de horas de montaje, como el SENERtrough, y que mejoran la eficiencia energética, como los seguidores solares de alta precisión. Nuestros desarrollos tecnológicos están orientados a reducir los costes de inversión. Creemos que este tipo de innovaciones son la clave que permitirá en un futuro próximo que la generación eléctrica termosolar sea una tecnología rentable.
¿Cuándo prevé que llegue la competitividad en coste para la energía termosolar en España? ¿A qué ritmo cree que disminuirán los costes de producción?
El momento de llegar a la competitividad dependerá tanto del ritmo al que puedan reducirse los costes de la energía termosolar como del ritmo al que aumenten los precios de las energías convencionales. En concreto, los expertos estiman que necesitamos unos 5.000 MW de potencia instalada para llegar a reducir los costes a los niveles de las energías tradicionales. En España, el gobierno ha fijado un techo de 500 MW de potencia instalada, que se va a alcanzar en poco tiempo, y que será necesario ampliar para cumplir los objetivos. Creemos que los costes de producción de plantas disminuirán, por un lado, por el desarrollo de nuevas tecnologías que permitan abaratar los costes de construcción, operación y mantenimiento de las plantas y, al mismo tiempo, aumenten el aprovechamiento energético; y, por otro lado, por el factor escala: a medida que aumente el número de plantas construidas, habrá más proveedores en este sector, lo que repercutirá positivamente en los costes de inversión.
¿Cómo valora la regulación española para la termosolar? ¿Qué impulso extra necesitaría para desarrollarse definitivamente?
Hasta la fecha, la regulación española ha permitido que nuestro país sea sin duda líder en electricidad termosolar. El techo de los 500 MW se va a alcanzar en poco tiempo y, a partir de ahí, el Ministerio de Industria determinará el ritmo de desarrollo de la electricidad termosolar en función de las tarifas que aplique. En cualquier caso, el final de este viaje llegará cuando la electricidad termosolar pueda competir, por sí misma, con las fuentes de energía tradicional. Recordemos que el sol, además de ser una fuente limpia, es un recurso inagotable y gratuito. En cualquier caso, creemos que el gobierno seguirá incentivando el sector, conforme a su política actual de apuesta por las energías renovables
¿Cómo evolucionará Sener en este marco? ¿Qué previsiones de crecimiento tienen para el área de Energía y Medio Ambiente?
El área de Energía y Medio Ambiente por el momento seguirá creciendo en el número de proyectos, principalmente en el área termosolar, la valorización energética de residuos y la biomasa, nuestras principales divisiones. La inversión prevista de 2.000 millones de euros en el área de Energía y Medio Ambiente podría generar unos 400 millones de euros anuales de facturación, con una rentabilidad razonable de los fondos propios. Las rentabilidades en este sector se miden a largo plazo (hasta 25 años) y son moderadas, ya que se trata de un sector regulado. Además, hay que tener en cuenta no sólo la rentabilidad de estas instalaciones en términos económicos, sino su rentabilidad en términos medioambientales: hay que invertir en termosolar por la sostenibilidad del Planeta, no hay otra opción si queremos dar la vuelta a una situación medioambiental que es, sin duda, alarmante.
¿Cómo valoran las posibilidades de crecimiento en el norte de África?
La zona MENA, que comprende Oriente Medio y Norte de África y que hemos fijado dentro de nuestros objetivos, tiene grandes posibilidades de crecimiento por las características de su clima, con muchas horas de sol, pero también porque los gobiernos de estos países empiezan a ser conscientes de las posibilidades de este tipo de energía y a plantearse cambios en la regulación de sus políticas energéticas para que se puedan construir este tipo de plantas. En este sentido, durante la pasada feria WFES 09, los Emiratos Árabes Unidos anunciaron que darán pasos en ese camino, lo que resulta muy significativo.