Castilla-La Mancha acaba de dar un paso importante para que la producción de energía asuma sus propios costes ambientales. Antes de final de año, una ecotasa gravará la actividad de las centrales térmicas y nucleares de la región. La consejera de Economía y Hacienda analiza la medida en esta entrevista.Nacida en Talavera de La Reina hace 36 años, María Luisa Araújo es consejera de Economía y Hacienda de Castilla-La Mancha desde hace poco más de medio año. Tiempo suficiente para que de su departamento –con la colaboración de la consejería de Agricultura y Medio Ambiente, y la de Industria y Trabajo– haya surgido una innovadora propuesta de ecotasa energética. Aunque en Extremadura también se aplica un impuesto sobre los embalses hidroélectricos y en Galicia se hace otro tanto con las térmicas que queman carbón, ninguna comunidad había hecho lo propio con las centrales nucleares.
– ¿Qué sentido tiene una ecotasa de este tipo? El impuesto está destinado a gravar actividades con fuertes impactos sobre el medio ambiente, una preocupación que siempre ha sido fundamental para el Gobierno de Castilla-La Mancha, a pesar de los quebraderos de cabeza que nos ha supuesto en muchos momentos. No es más que una aplicación concreta del principio de "quien contamina paga". – ¿Cómo se concreta? Está concebido como un impuesto directo. Los impactos ambientales serán medidos en primer lugar por las emisiones de gases contaminantes como SO2, NOx, y otros compuestos oxigenados. En cuanto a las centrales nucleares, el rasero será el riesgo de la propia producción de electricidad nuclear y el almacenamiento de los residuos radiactivos. Para hablar en términos contables, la base imponible que vamos a utilizar de referencia serán las emisiones efectivas, obtenidas mediante las mediciones que se llevan a cabo de forma habitual o por inspecciones. Sólo cobraremos la ecotasa a partir de la emisión de 1.000 toneladas de gases contaminantes, que producen sólo las grandes instalaciones. Para hacerlo con las nucleares nos fijaremos en los kWh de producción. – ¿Cuánto puede recaudar por este concepto el Gobierno castellano-manchego? Hemos calculado que será en torno a los 3.000 millones de ptas, que no tendrán ningún destino específico.
– ¿Han recibido críticas por la iniciativa? En este momento el anteproyecto de ley ha sido presentado al Consejo Asesor de Medio Ambiente de la región y seguirá los trámites oportunos para que pueda ser aprobado en Cortes, creemos que antes de fin de año. De momento no hemos recibido opiniones en contra, pero es previsible que lleguen. Lo que sí han llegado son las felicitaciones de las organizaciones sindicales.
– Una medida así pone las cosas más difíciles a los combustibles fósiles y las nucleares, y más fáciles a las energías renovables. Es cierto. Lo que pretendemos es incentivar otras formas de producción energética no contaminantes, que no dependan tanto de la arbitrariedad de los productores de petróleo. Es una medida pensada para trabajar más a largo plazo y creemos que es un paso importante. (En la foto de la izquierda puede verse el almacén de residuos radiactivos de la central nuclear de Trillo, en la provincia de Guadalajara).
