Esa imagen de Bahamontes le sirve a Manuel Blanco, director del departamento de Energía Solar Térmica del Centro Nacional de Energías Renovables (CENER) para describir lo que está pasando con algunas tecnologías renovables. Su campo, la solar térmica, le lleva todas las semanas por el mundo. Es conocido el interés que suscitan sus explicaciones en los países del Golfo Pérsico, ha participado en la evaluación del programa de investigación de solar termoeléctrica para 2012 del Laboratorio Nacional de Energías Renovables (NREL) de los Estados Unidos o estudia la viabilidad de una planta termoeléctrica a petición del gobierno de Bostsuana.
EL CENER es un asesor a nivel mundial. Uno de los proyectos en curso es una planta termosolar en Bostsuana. ¿Cuál es la idea?
Estamos haciendo un estudio de viabilidad para que el gobierno de Bostsuana pueda licitar una o varias plantas con un límite máximo de 200 MW de potencia nominal. Hemos analizado las diferentes tecnologías y hemos recomendado dos emplazamientos sobre los cinco preseleccionados. Ahora estamos con los estudios para la documentación de la configuración específica de la planta.
¿Se puede conocer cuál es la tecnología elegida?
Por el momento no. Nosotros hacemos una recomendación que después se discute con el cliente y al final es él quien decide. Por el momento no la hemos formulado. Estamos en el proceso de las mediciones de radiación.
Otro de los destinos habituales es el Golfo Pérsico
Estamos viajando allí por una actividad de colaboración entre la Unión Europea y los países del Golfo Pérsico para identificar intereses comunes y actores, e intentar promover energías renovables. Cada seis meses se hacen reuniones, la última fue en Abu Dhabi, la anterior en Sevilla. Se intentan encontrar proyectos, poner en común experiencias.
Uno de los últimos viajes ha sido a Arabia Saudí
Se celebraba una conferencia sobre energías renovables y me invitaron para hablar de la energía solar térmica de concentración. En Arabia Saudí en concreto, en los países del Golfo Pérsico en general, existe bastante interés por las renovables, sobre todo por la solar fotovoltaica y termoeléctrica. Hay interés en poner en funcionamiento plantas de producción de energía eléctrica mediante energía solar.
¿Algo concreto?
Se está trabajando en actividades para combinar la producción de electricidad con la desalación de agua de mar. Es una necesidad imperiosa de Arabia Saudí. Creo que es una de las iniciativas más importantes. Se están considerando la ósmosis inversa y la desalación por medios térmicos.
¿Por qué los dueños del petróleo están tan interesados en los desarrollos tecnológicos renovables?
Una de la razones es que tienen una presión demográfica muy importante y un consumo energético enorme. El consumo per cápita es tan alto que algunos de los países del Golfo Pérsico van a tener que importar gas, por ejemplo. Son conscientes de que el mejor beneficio económico lo obtienen exportando petróleo y gas, no utilizándolo. Lo que quieren es usar parte de la liquidez que están generando con los combustibles fósiles para posicionarse en renovables. Yo creo que hay una apuesta clara por ser líderes en energías renovables.
El futuro de la solar termoeléctrica pasa por África y el Golfo Pérsico o es un elemento más.
Es un elemento más en el sentido de que en general las economías emergentes están empezando a tener mayores esperanzas de mejorar su nivel de vida, eso lleva aparejado el deseo de consumir más energía y cuando hacen las cuentas se dan cuenta de que es necesario usar las energías renovables. A pesar de lo que se diga, a pesar de lo que se quiera creer, no hay una solución global para el planeta sin el uso intensivo de las renovables. Y eso desgraciadamente parece que hay países que lo tienen más claro que otros.
Arabia Saudí es un país inmensamente rico desde el punto de vista energético y está interesado en una tecnología que España tiene. Nuestro país es el líder mundial en tecnología termosolar, tanto en su desarrollo como en su instalación, y la ha frenado de golpe mientras que quienes tienen la energía como riqueza la reclaman. Menuda paradoja.
Es complicado de entender. Lo cierto es que España tiene un desarrollo importante. Somos punteros en energías renovables, especialmente en energía solar. Uno debería hacerse la pregunta de si en la situación en la que se encuentra España estuvieran otros países como Estados Unidos o Alemania su reacción sería la misma que estamos teniendo nosotros.
¿Cuál es el reto de la termoeléctrica tanto a nivel global como en España?
El desafío es tratar de abaratar los costes objetivos lo máximo posible y poner en evidencia cuáles son todas las ventajas medioambientales para la sociedad. Se habla mucho de la paridad de red, un concepto que para mí entraña una falacia. Parece que se está pidiendo la paridad de red con las reglas actuales, con una serie de externalidades que no están metidas en el precio de los combustibles convencionales o de la energía nuclear y otras tecnologías, y que es un coste enorme que está oculto y no se tiene en cuenta. Cualquier comparación con las reglas de quien las ha puesto, y que evidentemente las ha puesto jugando con ventaja, para mí es un error.
¿Y el asunto ambiental?
Hay dos temas. Uno la necesidad de la población de los países emergentes de acceder a más energía y dos el límite que tenemos para seguir tirando basura en la Tierra. Estamos aproximándonos a los límites máximos y para dar respuesta a la población no nos queda otra que hacer las cosas mucho mejor, y eso pasa por producir energía con renovables. Parece que cuando uno es economista y hace los números es más auténtico que otros, pero los precios que se tienen están tremendamente subsidiados. Todo está enfangado en cuanto a que no se repercuten los costes reales de las diferentes opciones y a la larga hay algo claro: el planeta vive del sol y cuando pasen los años seguirá viviendo del sol porque no nos queda otra.
¿Es necesario un cambio de modelo energético?
Creo que es algo que cae por su propio peso. Un lugar donde la energía solar está teniendo un desarrollo enorme es China, y está sucediendo porque cualquiera que tenga la responsabilidad de proporcionar energía a la población se da cuenta de que tiene que utilizar todo. A la larga va a tener que usar las energías renovables en toda su extensión. Y ese a la larga cada vez es más corto. Creo que es una lástima que estando en una posición de ventaja en esas tecnologías, que son claramente de futuro, pues nos paremos como aquel ciclista, Bahamontes, que cuando subía el puerto esperaba a que llegara el pelotón.
¿Han afectado a CENER la moratoria renovable y los recortes presupuestarios?
La moratoria nos afecta en cuanto que está haciendo que haya menos actividad de las empresas y una gran parte de nuestro trabajo es ayudar a las empresas a que se desarrollen y sean más competitivas. Lo que está sucediendo es que cada vez tenemos más actividad fuera de España para compensar el relativo parón que está teniendo lugar en nuestro país. En cuanto al resto de las cosas, obviamente siempre que en un sistema de ciencia y tecnología hay menos dinero pues significa que hay más competencia y que las condiciones son más complicadas.
