Físico de formación, Fernando Sánchez García (1971) trabajaba como director de desarrollo de negocio en el campo de las renovables para AEG Saft power Systems hasta que se convirtió en director general de Sputnik Engineering Ibérica (septiembre de 2008). Surgida en 1991 en Biel (Suiza), Sputnik Engineering es una empresa especializada en el desarrollo, la comercialización y el mantenimiento de inversores solares de conexión a red.
¿En qué se diferencia Sputnik de sus competidores?
Desde su llegada, Sputnik Engineering AG ha figurado como pionero entre los fabricantes de inversores solares de conexión a red. Lanzó el primer inversor sin transformador en el mundo en el año 1994 y ahora cuenta con 18 años de experiencia en la producción de equipos trifásicos. La serie SolarMax oferta una amplia gama de inversores para proyectos sobre cubierta e inversores centrales para huertos solares. Gracias a muchos años de experiencia y a una optimización continua, estos equipos cuentan con la última tecnología, la mejor calidad y viabilidad, unos rendimientos máximos y una relación precio/rendimiento muy atractiva. Los inversores más veteranos de Sputnik han estado operando sin parar desde 1992.
¿Cuál es la filosofía de trabajo de Sputnik?
Nuestros clientes eligen nuestros productos porque confían en su alta calidad y en nuestra experiencia y porque somos lideres en pos-venta. En cada encuentro, nuestros clientes experimentan nuestra cultura corporativa de miras amplias, enfocada hacia el cliente. Además, ponemos mucho valor en establecer una relación duradera con nuestros socios basada en la confianza mutua. Somos y seremos para siempre una empresa independiente desde una perspectiva financiera.
¿Cuáles son los objetivos de Sputnik para este año y para el año que viene?
Fiel al lema de nuestra empresa “Always a sunbeam ahead”, Sputnik tiene como objetivo expandir su posición en el mercado solar internacional y contribuir al progreso de la tecnología solar con sus productos. Este año, Sputnik Engineering fabricará un total de 420 MW de inversores. En Intersolar –la feria internacional más grande del sector solar– anunciamos la extensión de la garantía para nuestros inversores monofásicos hasta doce años. También presentamos nuevas versiones de nuestro programa de dimensionamiento, MaxDesign, y nuestro panel de visualización, MaxVisio. El año que viene, Sputnik lanzará varios inversores SolarMax nuevos.
¿Qué impacto está causando la recesión mundial en el sector FV y en Sputnik en particular?
El principal impacto ha sido la falta de crédito bancario, ya que la mayoría de las instalaciones están pendientes de la obtención de crédito para ser aprobadas. Asimismo, la bajada continua en el precio de los paneles solares desde el primer trimestre ha provocado que los clientes estén esperando para ver hasta dónde cae el precio. Con relación a España, el nuevo sistema de preasignación y las demoras en implementarlo dieron lugar a un parón hasta marzo de este año. En conjunto, estos factores han resultado en una reducción en la facturación del sector FV durante la primera mitad del año comparado con el año pasado.
¿Cómo está reaccionando Sputnik y cómo están haciéndolo los otros actores del sector FV (empresas, administraciones públicas...)?
Sputnik ha ajustado adecuadamente su nivel de producción ante esta situación. Además, prevemos que el ritmo de facturación se recuperará durante la segunda parte de este año.
Ante la nueva legislación publicada a finales del año pasado (Real Decreto 1578/2008), ¿cómo describiría las perspectivas de desarrollo para el sector FV? ¿Qué retos plantea al sector esta nueva legislación?
El Real Decreto 1578 ha cambiado dramáticamente las reglas de juego. Básicamente, los principales impactos han sido los cupos de potencia que se puede instalar y el sistema de preasignación de retribución. Los cupos han reducido a la quinta parte el mercado solar, si lo comparamos con el de 2008. Aunque todos los actores coinciden en que 2008 fue demasiado extremo en todos los sentidos, en la practica, esto significa que después de crecer tanto en capacidad como en conocimientos y competencias para hacer realidad lo que pasó en 2008, ahora las empresas españolas van a tener que reposicionarse ante este nuevo escenario reducido. Asimismo, el sistema de preasignación ha bloqueado cualquier proyecto en suelo hasta 2010 y, por lo tanto, todas las empresas están buscando cubiertas industriales donde pueden implementar sus proyectos.
Centrándonos de nuevo en Sputnik y asumiendo que la actual crisis económica global va a amainar en 2010, ¿cuáles diría que son las perspectivas de crecimiento para su empresa?
Nuestras expectativas y previsiones para el mercado español son muy positivas, pero dependerá mucho del cupo que imponga el gobierno. Con respecto a nuestra cuota de mercado, somos muy optimistas y tenemos bastante confianza, ya que gozamos de una buena reputación y nos reconocen como una empresa de inversores solares fiable con una amplia cartera para satisfacer cualquier necesidad del segmento sobre cubierta, que se estima será un segmento importante en los próximos años. Asimismo, en España, Sputnik ha sido una referencia para los grandes huertos solares y vamos a seguir apostando fuertemente para este segmento.
De los factores que afectan al desarrollo y crecimiento de las empresas de su sector, ¿cuáles son los más importantes y por qué: coste y facilidad de financiación de proyectos, nueva tramitación administrativa de los proyectos, nueva normativa sobre avales para la ejecución de proyectos, falta de personal cualificado…?
Básicamente, el cupo impuesto por el RD 1578, ya que España tiene mucha más capacidad para el desarrollo de proyectos solares, según demuestra la lista larga de preasignaciones. Igualmente, es difícil planificar los proyectos y la tarifa regulada asociada porque solo se puede estimar en qué trimestre de preasignación estará tu proyecto y por lo tanto, el cálculo de la digresión de la tarifa regulada en ese trimestre.
Ernesto Macías, Presidente de la Asociación de la Industria Fotovoltaica Europea (EPIA), ha destacado la importancia de llegar a una paridad de red de corriente lo antes posible para facilitar el desarrollo de la tecnología solar sin ayudas. ¿Cuándo cree que llegará esta paridad?
Las estimaciones están muy vinculadas a la evolución de la tarifa eléctrica para los consumidores. En la actualidad, existe un déficit entre la tarifa que se cobra al consumidor final y el coste real de la electricidad. La intención es que la tarifa eléctrica final se incrementará progresivamente para eliminar esta diferencial. Entonces, si extrapolamos la reducción en los costes de los proyectos solares, podría llegar la paridad de red en España entre 2013-2015.
¿Qué tendencias –nuevas tecnologías, microgeneración…– cree que va a seguir el mercado FV en el futuro?
Actualmente, muchas empresas investigan cómo incrementar la eficiencia de los paneles solares. A medio plazo, esas investigaciones contribuirán significativamente al propósito de alcanzar la paridad de red. Otras tecnologías, como la energía solar termoeléctrica o las plantas de concentración FV, podrían ganar terreno, especialmente en países con altos niveles de irradiación solar (como Estados Unidos, España y Australia).
Eduardo Collado, director técnico de la Asociación de la Industria Fotovoltaica, ha comentado en alguna ocasión que los requisitos técnicos que recoge el borrador del nuevo Procedimiento Operativo 12.2 para los sectores eólico y fotovoltaico van a ser difíciles de cumplir. ¿Qué opina usted de las medidas que está introduciendo Red Eléctrica de España (REE) con el fin de facilitar la integración en la red de las energías renovables para que estas sean capaces de aportar, a medio plazo, los servicios complementarios que actualmente ofrece la generación ordinaria (contribuir a la aportación de energía reactiva y la estabilidad de la tensión y la frecuencia)?
Sputnik se reunió con la REE hace unos meses para analizar el posible impacto sobre inversores de esta nueva directiva. Nuestra conclusión es que es técnicamente posible. Sin embargo, tendría un impacto claro sobre el coste total y el calendario de implementación (por lo menos dos años). Consideramos que tiene lógica para las instalaciones grandes (de más de diez megavatios), pero no es factible para las plantas más pequeñas.