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Fernando Ferrando, presidente de la Asociación Empresarial Eólica
“Quien invierte en este sector lo hace también en medio ambiente y en el futuro”

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Entrevista publicada en el número 44 de Energías Renovables en papel, de febrero de 2006. Autora: Pepa Mosquera El presidente de la Asociación Empresarial Eólica (AEE) lleva inmerso en el mundo de las energías renovables prácticamente toda su vida profesional. Inició su carrera en el Instituto Tecnológico para postgraduados y desde allí pasó al Instituto de Energías Renovables del CIEMAT. Dirigió luego SINAE Energía y Medioambiente y desde 2001 se ocupa de la división de Energía de Gamesa. Así que la apuesta eólica de este grupo mucho tiene que ver con la visión de este aragonés, decididamente convencido de que la tecnología del viento ha hecho mucho más visible a España.

– A finales de año conocíamos que España acabó 2005 con 9.947 MW instalados de potencia eólica, algo más de un 20% de incremento respecto al año anterior. ¿Es una buena noticia?
Es una buena noticia a medias, Se mantiene un crecimiento de casi 1.400 MW respecto a 2004 pero este año se ha instalado menos potencia que el anterior. Hemos pasado de 8.519 MW a casi 10.000MW, eso significa que hemos instalado 1.000 MW. Esa ralentización no es una buena noticia.

– Esa pérdida en el ritmo de crecimiento, ¿a qué se debe?
Hay tres tipos de factores. El primero es de tipo administrativo. Ha habido comunidades autónomas en las que se han producido retrasos o parones en la autorización administrativa de parques, bien por procesos electorales o bien porque las disponibilidad de puntos de conexión no ha sido tan rápida como esperaban. Un segundo factor es la disponibilidad real, en tiempo acorde con la planificación de la construcción de los parques, de las infraestructuras de potencia de alto voltaje. Si construir un parque cuesta entre 6 y 8 meses, lo que no va a hacer un promotor es hacer el parque y esperar un año y medio a que la línea pueda llegar. Por último, ha habido otros elementos de retraso que podían haberse evitado relacionados con el desarrollo normativo del RD436. La no ejecución del reglamento sobre huecos de tensión y la incertidumbre regulatoria han retrasado las iniciativas de algunos parques eólicos. En el caso de huecos de tensión, ha sido un elemento fundamental a nivel de la ampliación de algunos nudos que estaban establecidos.

– El crecimiento de la eólica en España corre a cargo fundamentalmente de las grandes empresas. Las cinco más importantes controlan casi el 70% mientras que las diez primeras reúnen el 80% de la potencia instalada. ¿No es peligrosa esta concentración?
En el eólico ocurre como en cualquier sector que se va profesionalizando y alcanzando la madurez, lo lógico es que esa profesionalización sea a través de una concentración. El caso alemán vendría a ser elemento contrario. En Alemania hay casi 18.000 MW eólicos en parques con un tamaño medio de 6 MW, la mayoría de fondos de inversión individualizados. Pero no es lógico. Se está viendo que incorpora modelos de gestión difícilmente asumibles por parte del sistema. Yo creo que la concentración es un elemento positivo. Que los grandes inversores, que las grandes compañías eléctricas apuesten por desarrollar energía eólica es positivo. Lo que no lo sería es que esto supusiera que un promotor individual o pequeño tuviera menores posibilidades de ejecución de un parque eólico, al margen de las que se deriven de su solvencia y capacidad financiera.

– ¿Y ocurre esto?
Hasta el momento no. En el sistema español se dan las condiciones para que puedan acudir al mercado tanto parques participados por compañías eléctricas, como no participados. En cualquier caso, cuanto más grande sea el tamaño del promotor significará que la capacidad de gestión de esos megavatios será mayor y que la energía eólica se irá incorporando al sistema en las mismas condiciones y con las mismas prestaciones que cualquier otro kWh.

– ¿De qué manera está contribuyendo todas esa energía eólica a la economía y seguridad de nuestro sistema eléctrico?
La eólica está contribuyendo al sistema primer lugar por el mismo hecho de que se esté incorporando; es una fuente de energía adicional, autóctona y limpia. También podríamos hablar del valor añadido industrial, de creación de empleo, de reducción de impacto ambiental. Pero la primera realidad es que la diversificación en el mix de generación de energía es importante. Sobre todo cuando estamos hablando de que una de las fuentes más importantes autóctonas como es la hidráulica –estamos en un periodo de sequía– está aportando muy poco. La eólica en cierta manera sustituya a la hidráulica y contribuye a que la dependencia con respecto al exterior no se incremente de forma alarmante. Además, el hecho de que la energía eólica oferte en el mercado diario a precio cero supone que cuanta más energía eólica se oferte menor será el precio del pool, al desplazar la oferta más cara. Así que hemos ayudado a no incrementar el porcentaje de dependencia exterior y hemos ayudado a bajar el precio del pool y por tanto a reducir el déficit del sistema.

– VD afirma que el actual marco retributivo -fijado en el Real Decreto 436 de marzo de 2004- ha otorgado estabilidad y predictibilidad al sector, Explíquenos por qué
El 436 aporta algunos elementos positivos de relevancia. Primero porque establece que el sistema de precios del que va a disponer un parque eólico esta fijado a lo largo de toda su vida, lo cual supone una estabilidad, que antes no teníamos, porque cada cuatro años estábamos sujetos a una variación en función de una serie de fórmulas y números que nunca pudimos entender de donde salían. Con el RD436 se determina la retribución a través del termino medio de referencia del precio de la electricidad que se fija en el BOE. Es decir, es un valor que se fija en función de unos términos estadísticos. Por tanto, es estable y predecible. Por otro lado, el 436 incorpora un incentivo claro en positivo para que los inversores acaben llevando los parques al mercado, lo que permite que el operador del sistema tenga absoluta visibilidad de qué es lo que está pasando en el sector eólico y cuál en su influencia en el mercado. Yo creo que esos tres puntos son claves para que el que quiera invertir en eólica tenga al menos unas garantías de estabilidad importantes, Sin olvidar que el 436 en estos momentos marca un sistema retributivo que es el más barato y lógico de todos los países industrializados, incluyendo EEUU, la UE y algunos otros como Australia.

– A tenor de algunas cosas que se han publicado últimamente no está claro que el gobierno vaya a mantener ese marco retributivo…
Nadie por parte de la Administración nos ha dicho que ese marco retributivo se vaya a cambiar. Desde luego, respecto a los parques que están en funcionamiento y a los que lo estarían hasta 2008 no seria posible su modificación ya que así lo establece la legislación. Pero, además, en las reuniones que hemos tenido no se desprende que se vaya a cambiar, no han sido asumidas algunas informaciones que salieron en prensa como propias por parte de la Administración. Por otro lado, para mi la lógica siempre tiene que imperar sobre las informaciones no contrastadas. Sería muy difícil entender que una administración incrementa de 13.000 a 20.000 MW los objetivos para la eólica y acompaña esa medida de una reducción de los elementos que incentivan haber llegado a 13.000. Repito, en estos momentos no hay ningún elemento que permita pensar que el marco retributivo para la eólica se vaya a cambiar. En todo caso, para alcanzar con garantía los 20.000 MW, de cambiar tendría que hacerlo a la alza y no a la baja.

– Según AEE, un megavatio instalado cuesta actualmente algo más de un millón de euros, mientras que el Ministerio de Industria rebaja bastante la cifra.
La media de coste actual del MW instalado está en el entorno de 1.150.000 euros, no sabemos porqué el IDAE lo rebaja en 200.000 euros. Cuando nosotros hicimos el estudio de estructura (estudio realizado por Boston Consulting Group) la cifra de la inversión media era de 936.000 euros; entonces el IDAE lo rebajaba a 720.000 euros. Y ahora lo sitúa en 920.000. Puestos en contacto con algunas personas, nos dicen que ese ha sido el precio de cierre de algunos concursos públicos en los cuales ha participado el IDAE fuera de España, concretamente en Oriente Medio. Pero la situación no es comparable. En esos concursos los factores son distintos: máquinas pequeñas, fuertes vientos; infraestructuras eléctricas y mano de obras en países de menor desarrollo que el español, partidas no incluidas….Con lo cual los costes de producción son bastante más bajos y la interconexión eléctrica bastante más reducida. Si la Administración española hubiera pedido los proyectos de financiación de los parques eólicos, habría visto que aquí los costes reales están en ese 1.150.000 euros. Es un error fácilmente subsanable y nosotros hemos pedido repetidas veces que se corrija puesto que si el marco retributivo me lo dan respecto a 920.000 euros, obviamente los 230.000 euros más que me cuesta no están retribuidos.

– Hay quien asegura, sin embargo, que los empresarios eólicos se están forrando… ¿Hay algo de razón en esta acusación?
Todo es opinable. Si analizamos lo que ha supuesto el año 2005 para el sector, lo cierto es que la eólica ha tenido una retribución alta, pero también la ha tenido el resto del sistema. Por tanto, es verdad que el año pasado estuvimos por encima de la retribución que estábamos esperando. Pero cuando se dice esto nadie se acuerda de que en el 2004 estuvimos por debajo. Sobre un precio de referencia de 40 euros el MWh, en 2005 fue del cincuenta y tantos por ciento pero el año pasado fue de 29%. Así que no vale decir que nos hemos forrado un año que ha sido de precios altos y negar que ha habido años de precios bajos. Cuando se invierte con un horizonte de 18 años, lo que hay que tener claro es el cual es el precio medio de pool en esos 18 años, no el de un año específico.

– Pero el sector es rentable. Véase si no el interés que despierta en todo tipo de inversores, ¿qué lo hace tan atractivo?
Si no fuera rentable la gente no invertiría en él. Aparte de la predictibilidad o de que el sistema regulatorio sea estable, quien invierte en este sector lo hace también en medio ambiente y sabe que el futuro va a nuestro favor: las energías convencionales se están agotando y la utilización de fuentes de energía con un grado de contaminación tiene que incorporar un coste adicional. La eólica es una tecnología que crea empleo, e industria, evita emisiones y reduce nuestra dependencia del exterior. Por tanto, los inversores creen que es un valor seguro y por el que hay que apostar.

– ¿Es España un referente tecnológico mundial en energía eólica?
Yo creo que si. Tres fabricantes españoles están entre los 10 primeros del mundo, uno de ellos el segundo. Hablamos, además, de fabricantes que no están unidos a grupos multinacionales de fabricación, sino que están concentrados en la energía eólica. Eso es un punto importante. Y el desarrollo tecnológico de estos fabricantes es propio.No sólo en la concepción de la máquina, sino de componentes, multiplicadoras, palas, generadores, electrónica de potencia, etc. Por otro lado, estamos hablando de un mercado que además de abastecer el mercado español exporta el 50% de su producción. Ya se están produciendo acuerdos de fabricación en China y en otros países. La normativa española en renovables no solo ha permitido tener potencia instalada sino generar una industria, cosa que en otros países no se ha producido. Este es otro punto importante a valorar

– ¿Qué diferencia la tecnología española de la danesa o alemana?
Si analizamos los últimos cinco años, vemos que también en fabricación se ha dado un proceso de concentración importante. La carrera de ir a máquinas cada vez mayores ha superado los costes de supervivencia de algunos fabricantes. Desde mi punto de vista, el sector eólico ha cometido el error de querer tener rápidamente un portfolio con muchas máquinas diferentes. Cada dos años cambiamos de maquina, pero no se ha trabajado en adaptar esa maquina a las diferentes condiciones de viento. Que de cada maquina tengamos varios rotores distintos capaces de aprovechar vientos muy altos, altos, medios, bajos o muy bajos. En esa línea debería haber ido la tecnología y no tanto en pasar de 600kW a 800, 1.000, 1.500, 3.000, 4.000… Con ello muchas veces lo que se consigue es incorporar nuevas máquinas al mercado sin la suficiente madurez comercial, mucho gasto y dificultades de supervivencia para la empresa.

– Se puede entonces llevar a cabo una expansión internacional con solo dos máquinas, como es el caso de Gamesa?
En estos momentos Gamesa tiene dos máquinas, de 850kW y 2.000kW, pero cada una de ellas tiene varios rotores distintos: cuatro la de 2.000 y dos la de 850, uno especial para condiciones de muy altos vientos. La política de Gamesa ha ido mas centrada en lo que decía, en aprovechar la máxima eficiencia de utilización de su máquinas, entendiendo, además, que el tamaño óptimo de cualquier fabricante esta mas cerca del megavatio que de los dos. Es decir, el menor coste de generación del kWh esta más cerca en tamaño de 1MW que en tamaño de 3 MW.

– ¿Por qué se demandan, entonces, máquinas cada vez mayores?
Por falta de terreno, por problemática medioambiental, por aprovechar emplazamientos… Pero a nivel económico el coste de una máquina grande es muy superior. relativamente hablando, del de una pequeña.. Volviendo a Gamesa, ahora está desarrollando una máquina en el rango de los 4 MW que estará comercial en el 2007, con prototipos para finales de este año. Pero entendamos una cosa: con las maquinas que ahora tenemos, podemos cubrir perfectamente todas las necesidades de viento que existen en el mundo. Contra más tamaño de maquinas tengamos, menor competitividad tendremos, menor estructura industrial adaptada

– En Dinamarca y Alemania ha comenzado ya el proceso de sustitución de algunos de las viejas turbinas por nuevas máquinas. ¿Llegará también a España pronto el repowering?
Llegará, pero todavía no. No creo que se vaya a producir hasta el 2010-2012. Otra cosa es que haya parques con una tecnología anticuada y que convenga cambiarlos. Pero también se puede dar el caso de que algunos de los parques que se hicieron en los 80 no se pudieran hacer ahora por motivos medioambientales.

– ¿Y no podría mejorarse la tecnología para hacer rentable la instalación de las turbinas en las zonas industriales, por ejemplo?
Yo tengo que instalar los aerogeneradores allí donde hay viento. Y el viento es un elemento que viene a ser la antítesis de mantener una estructura de vida: en zonas de mucho viento no suele vivir la gente. Muchas de las veces el tema medioambiental lo abordamos con criterios absolutistas en vez de relativistas.. Que a la eólica la estén condenando por impacto paisajístico cuando existen magníficos “monumentos” de minas a cielo abierto o elementos de contaminación de larga duración, como radiaciones ionizantes, o cualquier otro tipo de energía que presenta fuertes emisiones, yo creo que es un chiste de mal gusto. A mi también hay muchos edificios y muchas fábricas que no me gustan, pero no se puede juzgar con criterios absolutistas. Hacer algún tiempo se hizo un estudio en el que se preguntaba a cada encuestado cuánto estaría dispuesto a pagar para que no le instalaran una planta industrial junto a su casa y cuánto a cobrar para que se la instalaran. Si la relación fuera lógica seria 1 a; sin embargo fue 4 a 1. Es decir, la gente pide 4 veces mas de lo que esta dispuesto a pagar para que algo no se realice. Desgraciadamente, el medioambiente se hace con criterios subjetivos y así llegamos a absurdos como el que nos estamos encontrando en el sector eólico.

– ¿Dónde está realmente el límite para le energía eólica en España?
Hace unos años se nos decía que superar el 12% de la demanda de un punto con energía eólica perturbaba al sistema. El año pasado hemos demostrado que hemos llegado el 88% y al 90% en un punto y no hemos perturbado al sistema. Se han hecho estudios dinámicos y se está trabajando con Red Eléctrica (REE) con curvas y modelos de curvas de fabricantes para ver donde estaría el límite. Los 20..000 MW que sea han incorporado como objetivo para 2010 obedecen a unos criterios de límite técnico en función de unos condicionantes. Si la red evoluciona, esos 20.000 MW pueden seguir incrementándose. Pero también hay que tener en cuenta otra variable: la sobre instalación de potencia. Puede darse el caso de que en un emplazamiento la potencia instalable no sea igual a la actualmente evacuable, zonas en las que se puede sobreinstalar fácilmente un 20% de potencia, que más adelante podría ser absorbida por una red eléctrica más mallada. Si analizamos el tema con criterios económicos, el límite lo da el que los parques sean rentables con la legislación actual. Pero si nos vamos a un enfoque de carácter más global y más macroeconómico, ese límite no está tan claro ya que hay muchos factores no incluidos: medioambientales, de creación de empelo, de balanza de pagos… Si pudiéramos trabajar con total transparencia, seguramente nos llevaremos una sorpresa y veríamos que el limite no está ni en 20.000MW ni en 30.000 ni en 40.000, sino en un valor muy superior del que ahora estamos hablando.

– ¿Le parecen escasos, entonces, los 20.000 MW propuestos?
Nosotros. como sector, lo que queremos es cumplir con los objetivos que tenemos establecidos. Estamos conformes con el incremento que se ha producido de 13.000 a 20.000MW y seguiremos peleando porque esa potencia crezca. Pero en estos momentos la pelea está en alcanzar esos 20.000MW y yo creo que tenemos retos suficientes como para llegar a ellos.

– ¿Cuáles son esos retos?
Que las máquinas vayan incorporando dispositivos para trabajar frente a huecos de tensión; que el parque ya instalado pueda tener incentivos suficientes para modificar ese compartimiento respecto a red; que se publique cuanto antes la reglamentación sobre hueco de tensión que hemos trabajado con el operador del sistema, para evitar que sigan instalándose aerogeneradores que no llevan el equipamiento adecuado para hacer frente a esos huecos de tensión. Eso es lo que estamos pidiendo y que también pide el operador del sistema y las distintas instituciones que trabajamos en este sector.

– REE ya ha presentado al Ministerio de Industria un Procedimiento Operativo para los parques eólicos en nuestro país. ¿Va a ser muy exigente?
En estos momentos, la normativa más dura que existe en el mundo es la que se va a aprobar en España. Establece criterios de cómo debe ser el hueco, el tiempo que tiene que soportar la potencia reactiva (si el hueco es monofásico o trifásico)… El sector ha hecho una gran esfuerzo por desarrollar los mejores sistemas. Estamos invirtiendo en I+D muchísimo, de manera muy por encima a cualquier otra industria comparable.

– En España hay instalados muchos aerogeneradores de “jaula de ardilla” (asíncronos). Van a ser también capaces de asumir esas exigencias?
Para estas máquinas estamos trabajando en sistemas que no vayan al aerogenerador sino al parque completo, a la subestación. Hay buenas expectativas pero todavía no se han contrastado del todo. Si es cierto, no obstante, que para algunas tecnologías no va a resultar viable el sobrecoste de un 5% durante cuatro años que va a suponer adaptar las máquinas a las nuevas exigencias. Son temas que habrá que analizar con la Administración y con el operador del sistema para ver cómo podemos solucionarlos.

– ¿Se le pide más a la eólica que a otras tecnologías?
Es curioso. En Los parques eólicos hay elementos de comportamiento con red que muchas centrales convencionales no cumplen. Al final, vamos a terminar teniendo un coche de carreras para repartir paquetería. Aparte de los huecos de tensión hay otras problemáticas como pueden ser el “efecto parpadeo”, o el deslizamiento en producción de reactiva que la eólica cumple y otras tecnologías no. Hemos hecho un trabajo muy importante con el operador del sistema. Y de hecho, REE está de acuerdo con la AEE en que hay que aprobar cuanto antes la normativa. ambos le estamos pidiendo a la CNE que avance la publicación del procedimiento de operación para que los fabricantes puedan instalar e incorporar esos equipos en su oferta.

– ¿Y cómo va el tema de los despachos delegados? (gestión por nudos de la eólica gestionado entre promotores, REE, distribución y gobiernos autónomos)
A nosotros no nos gusta que se llame despachos delegados. En la AEE entendemos que el único que puede dar órdenes con respecto al funcionamiento de cualquier sistema de generación es el propio operador del sistema. Otra cosas es que esas órdenes vayan dirigidas a centros que sean capaces de recibirlas y ejecutarlas. Que esos centros de control sean de carácter autonómico, de fabricantes, de compañías eléctricas, que haya parques eólicos que no se quieran conectar a ningún centro de control… para nosotros todo eso es indistinto. Pero tenemos claro que las órdenes que reciba un parque eólico deben permitirnos disponer de la información suficiente para contrarrestar que esa orden esta bien dada y podamos analizar por qué y cómo se produce. Me parece un esfuerzo importante que haya comunidades autónomas que quieran desarrollar centros de gestión de ordenes, pero no compartimos que esos centros puedan generar órdenes que tengan que acatar los parques eólicos. El único que puede generar ordenes debe ser el operador del sistema.

– Y respecto a la eólica marina. ¿Debemos contar con ella?
Creemos que es un vector del cual no podemos prescindir. España tiene una capacidad de implantación importante de parques marinos, pero esos parques tienen que tener un procedimiento administrativo especifico, y un marco retributivo superior al terrestre. Hay muchas cosas que tenemos que ser capaces de saber comunicar a la sociedad que hasta ahora no hemos sabido hacer. Por ejemplo, que el impacto visual es mínimo: a 3-4 Km. de la costa no se ven. Estos parques tienen también muchas ventajas a nivel medioambiental, incluido el de actuar como policía y regulador de algunas artes de arrastre (de pesca) hoy prohibidas. Este país no puede prescindir de ninguna fuente de energía propia porque desgraciadamente tenemos muy poco.

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