¿Qué es la Plataforma Oceánica de Canarias?
Plocan es un consorcio entre el Estado y el Gobierno de Canarias para gestionar una zona de ensayo de 23 kilómetros cuadrados de mar. Tenemos el formato de Infraestructura Científico Técnica Singular. Nuestro objetivo fundamental es acelerar todas las tecnologías asociadas al medio marino, toda la actividad relacionada con la economía azul. En particular, todo lo asociado a la transición energética: generación, cadena de valor asociada (tecnologías para la fijación, tecnologías relacionadas con la sensorización, con el impacto ambiental, en fin, con cualquier elemento relacionado con el ecosistema de innovación del entorno de las energías renovables en el medio marino). También estamos trabajando en ámbitos relacionados con la observación del medio y la recuperación de la biodiversidad. El objetivo en todo caso es siempre impulsar el TRL [Technology readiness levels] de todas esas tecnologías, o sea, su grado de madurez, que normalmente está en TRL 5 ó TRL 6, es decir, cuando esas tecnologías necesitan ser ensayadas en un medio significativo para su validación definitiva, o para mejorarse o generar certidumbre sobre su funcionamiento, sobre sus costes, sobre su logística. En definitiva, nuestra misión es acelerar la llegada de todas esas tecnologías al mercado.
De entre todos los campos en que trabaja Plocan, ¿qué peso tienen las energías renovables marinas?
Pues en cuanto a su dimensión económica pueden representar más o menos como la mitad de la actividad que hacemos en Plocan. Ahora mismo, por ejemplo, estamos apoyando con nuestra infraestructura aproximadamente unos 15 proyectos, la mayoría de ellos europeos, que están directamente relacionados con los procesos de generación o de acumulación o de transformación de la energía. Y después hay otros aproximadamente treintaytantos proyectos relacionados con la parte de observación, con la parte de robótica, de recuperación de la biodiversidad… Pero esos proyectos, aunque son más, en términos económicos suponen menos, o sea, un menor apalancamiento en cuanto a tracción financiera.
Vamos a la letra pequeña: ¿qué servicios presta Plocan al sector de las energías renovables?
Somos un banco de ensayos, como digo: tenemos empresas que vienen a probar materiales, a ver si esto resiste o no, a ver si se degrada, cómo lo hace, en qué medida; tenemos empresas que vienen a probar si la estructura de su dispositivo aguanta unas determinadas condiciones de mar o no; otras que vienen a probar sistemas de anclaje, o sistemas para ver por ejemplo cómo opera la erosión sobre las palas; otras que vienen a probar sistemas logísticos, porque quieren saber cómo se van a mantener esos dispositivos cuando tengamos muchos en el medio marino: ¿vamos a utilizar drones, vamos a utilizar vehículos no tripulados? Viene gente que quiere ver fallos tempranos, cómo, cuándo se produce un fallo temprano. Hay gente que está probando cómo evacuar la energía y/o almacenarla de forma inteligente: almacenarla, por ejemplo, en forma de hidrógeno, bien sea en las propias estructuras, bien sea evacuando la electricidad y generando el hidrógeno después.
¿Qué tiene Plocan que no tengan otros centros de su especie?
Tenemos aguas profundas muy cerca de la costa, de 600, 700, 800 metros de profundidad. La eólica marina, por ejemplo, puede probar así sistemas flotantes muy cerca de la costa con muy poco gasto, mientras que, si lo hacen, por ejemplo, en Reino Unido, pues a lo mejor te vas a tener que ir como mínimo 20 ó 30 kilómetros mar adentro, con lo que ello supone de gasto para el despliegue de los cables o de consumos asociados al ir y venir de cada día. Aquí todo eso lo pueden hacer en distancias muchísimo más cortas. Otra singularidad que tiene Canarias es que somos un sistema eléctrico aislado. Aquí todos los temas relacionados con la acumulación de la energía, con la gestión inteligente de la energía, son críticos.
¿Qué se está probando ahora mismo en Plocan?
Pues ahora mismo tenemos proyectos relacionados con solar fotovoltaica flotante; con la energía de las olas (proyectos españoles también, pero sobre todo noruegos y daneses); tenemos proyectos de gradiente térmico, porque otra de nuestras singularidades es la diferencia de temperatura entre las aguas superficiales y las del fondo marino, una diferencia que es aquí suficiente como para permitir la generación de un gradiente térmico aprovechable desde el punto de vista energético.
¿Gradiente térmico?
Sí, se trata de un proceso, en circulación, donde, en la parte de la superficie, donde está el agua caliente, el líquido pasa a estado vapor, y cuando lo tienes en la parte fría, el líquido se condensa. Bueno, pues esa circulación, ese proceso en el cual un líquido se expande cuando adquiere temperatura y se comprime cuando se enfría y pasa a fase líquida, genera un gradiente térmico que se puede aprovechar y con el que se puede generar electricidad. Ahora mismo tenemos un proyecto europeo aquí de gradiente térmico, un sistema que se probará a finales de este año o principios del que viene.
En el concierto internacional, en materia de energías renovables marinas, ¿qué lugar ocupa Plocan, y/o España?
Vamos a ver, España tiene un potencial brutal, porque tenemos muchas empresas potentes, muchos emprendedores con capacidad para el desarrollo de estas tecnologías. Hay muchas patentes y muchos proyectos que se están desarrollando, sobre todo en energía eólica flotante. Y tenemos también tres valores extraordinarios: una industria con unas capacidades tremendas, unas capacidades de ensayo también bastante grande (tanto aquí, en Plocan, como en Bimep) [banco de ensayos similar a Plocan ubicado en aguas vascas], y unas infraestructuras portuarias bastante potentes. Aquí, en Canarias, por ejemplo, tenemos una industria asociada a la reparación y mantenimiento de las plataformas petroleras africanas con unos conocimientos, y una fuerza laboral y una serie de empresas del sector auxiliar muy… sinérgica. Digamos que tienen en las energías renovables marinas un nicho natural de desarrollo.
Lo que no tenemos es una legislación que nos permita avanzar de forma rápida. Y ese es un problema europeo, no solo español. Lo que no es de recibo es que tardemos 2, 3, 4 años solo para obtener un permiso de ensayo. Un ensayo que luego se extiende durante otros 3, 4, 5 años. No puede ser que estemos abocados a ciclos de 10 años para mejorar un producto, en tecnologías como la eólica flotante, donde el coste de oportunidad es enorme. Tenemos que generar esas tecnologías ganadoras ahora, en esta década. Y para eso el ciclo de ensayo y de experimentación tiene que ser muy rápido, porque hay que afinar los dispositivos, la logística, el mantenimiento, la fabricación. Y si tardamos 3 años solo en conseguir el permiso de ensayo… pues lo que estamos haciendo es invitar a nuestros emprendedores a que se vayan a otro sitio.
¿Tan grave es el asunto de la burocracia…?
Mire, un desarrollador tecnológico, un banco de ensayos, debe estar centrado en los aspectos técnicos, en qué tipo de materiales, qué tipo de infraestructura, qué datos necesitamos, cómo generar gemelos digitales, cómo acelerar todo el proceso de llegada al mercado… Bueno, pues nosotros gastamos más de un 50% del tiempo, y me quedo corto (porque a veces es más) en todos los temas burocráticos. Vamos a ver: quien primero desarrolle estas tecnologías será el primero en comercializarlas y el que se quedará con el mercado. Lo que no podemos es permitir que nuestros mejores desarrolladores tecnológicos acaben buscando mejores condiciones o menores plazos para sus ensayos en Asia o en América. En Europa necesitamos mayor agilidad, una mayor flexibilidad, para acceder a estos laboratorios vivos en el océano. Aprendemos cuando colocamos los dispositivos en el agua, es el learning by doing. Un banco de ensayo es un espacio donde se aprende, donde las empresas realmente validan o descartan o mejoran sus hipótesis. Los bancos de ensayo son aceleradoras de ese proceso de generación de tecnologías competitivas y no pueden estar sujetos a esa lentitud burocrática.
Bien, vamos a la letra pequeña. ¿Cuáles son concretamente las barreras burocráticas? O… mejor: ¿qué se puede hacer?
La legislación debe establecer prioridades para los procedimientos experimentales, de modo que los plazos sean más cortos. Tan sencillo como eso. Por ejemplo, no hay un procedimiento simplificado para los temas de impacto ambiental cuando un dispositivo es experimental. Me explico: tú a un proyecto piloto que se va a ensayar unos meses no le puedes pedir la misma documentación que a un dispositivo comercial que va a operar en el medio durante 30 años, ¿verdad? Bueno, pues actualmente es así.
No hay tampoco incentivos, por ejemplo, para que los funcionarios aceleren la tramitación de los dispositivos experimentales, sino que se ponen en cola junto con todos los demás. Estoy hablando de medidas sencillísimas, innovación de la fácil de hacer, de la que está en nuestras manos.
Yo creo que en la Administración no se están dando cuenta de que estas tecnologías, las que se denominan tecnologías profundas, son las que van a pagar nuestras pensiones en el futuro. Son las que van a pagar el mantenimiento del modelo social europeo. Si no somos competitivos en los próximos años manteniendo capacidades para desarrollar empresas en estos sectores emergentes, Europa se va a convertir en una especie de museo. Ahora mismo estamos viviendo dos grandes revoluciones: la de la transformación digital y la de la transición energética. Europa podría ser un motor, y debe ser un motor en todo lo relacionado con las energías renovables en el medio marino, pero nos están adelantando por la derecha y por la izquierda, tanto los chinos, que están colocando en el agua dispositivos con mucha mayor celeridad y con procedimientos mucho más rápidos que los que tenemos aquí, como los americanos, que llevaban una cierta distancia hace 10 años, pero que ahora mismo están yendo mucho más rápido que nosotros. Así que, repito, si queremos mantener las empresas en Europa, si queremos mantener los puestos de trabajo en Europa y, sobre todo, si queremos mantener una Europa basada en innovación, competitiva, capaz de soportar nuestro modelo social, y capaz de financiarlo, esto hay que cambiarlo. Es imprescindible ensayar con facilidad, con rapidez, y no andar con procedimientos tediosos, gastando el tiempo y desgastando los recursos y la moral de las personas. En la época del Covid, ¿qué hubiera pasado si los investigadores hubieran tardado 2 ó 3 años en obtener el permiso para empezar a trabajar con las vacunas? En medicina se puede experimentar con personas. Y se puede porque hay ensayos clínicos en los hospitales en el marco de procedimientos extraordinariamente seguros y súper-reglados, ¿verdad? Bueno, pues nosotros no tenemos esas vías, vías rápidas, para experimentar en el medio marino, sino que, básicamente, tenemos que ajustarnos al mismo tipo de permiso que si realizáramos una operación comercial de un producto que va a estar trabajando mar adentro 20 años…
Vamos a ver: si es que Plocan es un consorcio entre el Estado y el Gobierno de Canarias, si es que es una infraestructura de la propia Administración. Nuestra máxima prioridad es que todos estos ensayos se realicen siempre con las máximas garantías ambientales, con las máximas garantías de seguridad, pero que se puedan realizar en un tiempo razonable y teniendo en cuenta que estamos hablando de proyectos experimentales.
En España no estamos experimentando en todas partes. Lo estamos haciendo en Bimep y en Plocan, y son zonas reguladas, zonas perfectamente controladas. Y lo que no puedes hacer es que, cada vez que entra un experimento, se tenga que hacer un estudio de impacto ambiental, y se tenga que hacer un proyecto de tramitación específica y se tenga que... Es que es un auténtico disparate.
Me ha impactado la frase de que son las tecnologías profundas las que van a pagar nuestras pensiones y el mantenimiento del modelo social europeo. ¿Tan así es?
La tecnología va a marcar las diferencias, sí, y quien tenga tecnología va a abusar de esa tecnología, dicho sea entre comillas, para imponer sus modos de vida o sus políticas. Y sí: yo creo que, si queremos proteger nuestro modelo social, el europeo, tenemos que ser capaces de mantener poderío tecnológico para aplicar ese poderío a esos grandes objetivos que nos hemos marcado, el Pacto Verde, la transformación digital, el mantenimiento de nuestro modelo social.
Pero eso hay que pagarlo, y lo tenemos que pagar no comprando tecnología extranjera que en un momento dado pueden dejar de suministrarnos. La gente no se da cuenta de que, si tú no desarrollas tecnología dentro de tu territorio, y si tú no creas las cadenas industriales dentro de tu propio territorio… estás vendido. ¿No hemos aprendido la lección del Covid? Es que no teníamos siquiera capacidad industrial para fabricar mascarillas. Ahora mismo hay una carrera energética brutal, pero brutal, en Estados Unidos, donde se calcula que de aquí a 2030 va a haber un 10% de incremento de demanda energética solo asociada al tema de la inteligencia artificial. Y se están planteando cómo alimentar todos los centros de datos que van a venir en los próximos 3, 4, 5 años. Eso significa básicamente que hay una conversión de energía en inteligencia. Ahora mismo energía es igual a inteligencia, y cuanta más inteligencia seas capaz de colocar en tu proceso, pues más y mejor se desarrollará tu sociedad y más altas serán tus capacidades y mejores tus estándares de vida. Y si tú no tienes esa energía, no tendrás esa capacidad de inteligencia. Europa tiene que aprender de lo que le pasó con Rusia. No podemos depender de la energía de otros.
¿Y eso podemos hacerlo?
España tiene una oportunidad de oro. Porque tenemos todo tipo de energía. Y barata. Capaz de atraer esos centros de datos que a su vez van a atraer esa transformación de energía en inteligencia. Inteligencia que se va a aplicar a procesos industriales de toda clase de tecnologías profundas, tecnologías que van a ser la base de la economía futura. Así que lo que tenemos que hacer es aprovechar todo eso. Y lo que no podemos hacer es depender de una legislación obsoleta, del siglo pasado, que no tiene en cuenta las circunstancias geopolíticas de hoy. No puede ser que sigamos con el venga usted mañana, póngame aquí un sello, y aquí va una póliza… Pero por dios…
¿Cuál es el balance de estos 17 años de Plocan?
Enorme, porque partimos de un pedazo de mar que estaba yermo, que no tenía valor, y hemos recuperado la biodiversidad, los valores ambientales, y hemos generado dentro de este banco de ensayos más de 100 proyectos, ingresando más de 100 millones de euros, y creando innovación en un territorio que se dedica principalmente al turismo. O sea, que, además, hemos diversificado nuestra economía, creando oportunidades en el ámbito de la economía azul, oportunidades sinérgicas con nuestra vocación marinera y con nuestras capacidades en el medio marino. El balance es enorme, sí, porque hemos pasado prácticamente de la nada, en un período de poco más de 15 años, a ser un banco de referencia en el ámbito europeo y a atraer un número de proyectos muy grande. Pero todo esto es la parte emergida de un iceberg; la parte sumergida es muchísimo mayor y eso está en riesgo, porque no hay una visión estratégica.
Quiero dejar claro que esta labor se está haciendo gracias al apoyo del Ministerio de Ciencia e Innovación y del Gobierno de Canarias, pero esto no puede quedarse en una acción de investigación. Hay que superar eso. Hay que trabajar muchísimo más con los ministerios de Transición Ecológica, de Industria, con los ministerios que de verdad tienen capacidad para apoyar a las empresas y apoyar a los desarrolladores tecnológicos. Nosotros no pedimos apoyo para Plocan, pedimos apoyo para las empresas, para quienes quieren generar empresas, para crear actividad económica aquí, y para que esos emprendimientos puedan llegar al mercado lo antes posible para competir aquí, y para mostrar después sus capacidades en el resto del mundo. Hay que fijar emprendeduría, talento, empresas, aquí, en España, ahora, si queremos tener un futuro por delante. La gente no es consciente de la importancia que tiene crear ese tejido productivo en tecnologías profundas, en transición digital, transición energética, nuevos materiales. Hay grandes oportunidades, y se ha hecho mucho, pero se podría hacer muchísimo más. Hay que fomentar un sector del conocimiento, de investigadores, en universidades, sí, pero hay que aterrizarlos más en el terreno.
Necesitamos que el conocimiento cree valor ya, aquí, ahora, que cree actividad económica, que cree tecnologías. Este es un momento apasionante. Se están produciendo unos cambios increíbles, pero también hay unos riesgos increíbles porque el orden mundial está cambiando, está desapareciendo, y quien no tenga tecnología no tendrá libertad.
La tecnología va a definir tu capacidad de defensa, tu capacidad económica y tus capacidades desde el punto de vista social. Y si Europa no tiene estos desarrollos tecnológicos, perderá su libertad.