entrevistas

"Es realista pensar que en 2010 el 12% de la energía será renovable"

0
Poco antes de ser nombrada directora general de Política Energética y Minas, la donostiarra Carmen Becerril, entonces directora general del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), contestaba a las preguntas de Energías Renovables. Según datos aportados por el IDAE, los resultados energéticos de los proyectos participados por el instituto hasta 1998 han evitado la emisión de 2.052.950 toneladas de CO2, han permitido ahorrar 372.070 toneladas equivalentes de petróleo (tep) en energía primaria al año y han supuesto la aportación de 74.200 tep al año procedentes de energías renovables, que a su vez han posibilitado la sustitución de 163.970 tep al año producidas por fuentes energéticas convencionales.

Pero más allá de las cifras, en nuestra revista consideramos fundamental la aportación realizada por el IDAE y el papel que puede y debe de jugar en el futuro. De ahí que María Isabel Monreal Palomino, su actual directora general, forme parte del Consejo Asesor de Energías Renovables, desde el preciso momento de su nacimiento.

¿Cuánta energía necesitamos? ¿dónde está el límite?
España consume actualmente 114 millones de toneladas equivalentes de petróleo (tep) al año. En 1978 veníamos a consumir unos 59 millones de tep, lo que quiere decir que en poco más de 20 años hemos duplicado el consumo de energía en nuestro país. Y las previsiones que manejamos nos indican que para el año 2010 estaremos en 135–140 millones de tep. La explicación de este crecimiento es sencilla: el consumo de energía va estrictamente vinculado al desarrollo económico.

Entonces, ¿el desarrollo económico lleva implícito siempre un aumento del consumo energético?
Yo creo que es un poco inevitable. Más allá de las grandes cifras, el consumo doméstico también está creciendo mucho porque ha aumentado el número de vehículos por familia y el número de electrodomésticos en los hogares. En el 100% de los hogares españoles hay televisión, lavadora y frigorífico; en el 50% hay lavavajillas y aire acondicionado, y normalmente existen aspiraciones para ampliar ese tipo de comodidades. La cuestión es si nos podemos permitir esos crecimientos tan importantes en consumo energético.

¿Se ha llegado al límite del actual modelo energético?
Mientras existan combustibles fósiles se pueden seguir quemando pero aquí cabe la misma argumentación que se hace para apoyar las energías renovables. Por una lado hay un argumento de política energética; España importa ahora el 70% de la energía que consume lo que quiere decir que nuestra dependencia exterior es muy grande, y las renovables son energías autóctonas. Por otro lado está el elemento medioambiental; la sociedad entiende que se han de controlar los impactos ambientales y las renovables son una de las alternativas más claras que existen en este sentido. Con limitaciones porque las posibilidades de explotación no pueden alcanzar cuantitativamente niveles que nos permitan una autosuficiencia total pero con otras compensaciones evidentes. Además hay que recordar que las renovables llevan asociado un importante desarrollo tecnológico; si España hace una apuesta clara por las renovables tiene que contar con un tejido industrial que produzca esas energías y que siga investigando para que los rendimientos sean más eficientes y se puedan abaratar los precios. En este momento, las energías renovables nos cuestan más que las convencionales. Si el precio del kWh está en torno a las 6 ptas, el precio de las renovables oscila en torno a las 11 ptas.

¿Nos lo podemos permitir?
Yo creo que el actual desarrollo económico de España permite una apuesta por las energías renovables, y los argumentos anteriores son suficiente motivo.

¿Los ciudadanos son conscientes de la necesidad de las renovables?
Pienso que concienciar sobre los costes reales de la energía es tarea de todos. Ahora mismo hay mucha gente que no sabe de dónde procede la electricidad cada vez que enciende un interruptor. Primero hay que tomar conciencia del valor de la energía y una vez que se tome conciencia, ver cuáles son las alternativas, entre otras las renovables. El Consejo de Seguridad Nuclear realizó una exposición donde aparecía una maqueta de una central nuclear de la que salían unos cables que, a través de un tendido eléctrico, llegaban a un pueblo y se iluminaba. Bueno, pues parece ser que la gente que iba a ver la exposición preguntaba: Ah, ¿pero una central nuclear sirve para producir electricidad? Es una demostración de que no existe conciencia social del valor que tiene encender una luz y el coste ambiental que lleva asociado. Es preciso que la sociedad tenga una cierta cultura energética para que luego trascienda el concepto de cómo se puede obtener esa energía y cuál es la mejor forma.

¿Hasta dónde puede llegar la participación de las renovables en los consumos de energía primaria en España?
La Ley del Sector Eléctrico y el Libro Blanco de la Unión Europea hablan del 12% para el año 2010. Creo que ese porcentaje es realista, entre otras cosas porque todos los estudios de viabilidad están hechos con la tecnología de hoy, cuando posiblemente de aquí a cinco años la eficiencia de las energías renovables puede ser muy superior.

¿Qué papel juega el IDAE en todo esto?
El IDAE lleva trabajando desde el año 1986, apostando por las energías renovables y la eficiencia energética. Se partía prácticamente de cero y ahora hemos alcanzado un desarrollo relativamente bueno y, tanto si nos comparamos con Europa como con Estados Unidos, podemos sentirnos satisfechos de la implantación que han tenido estas propuestas. Cuando la energía eólica era casi una quimera, quien ponía el dinero para promocionar proyectos era el IDAE, y lo mismo podríamos decir de otras energías y de eficiencia. El desarrollo de la cogeneración en España se ha producido prácticamente en diez años y, sobre todo en los primeros tiempos, la aportación del IDAE fue muy importante. Afortunadamente, el peso relativo del IDAE en cogeneración es ahora mucho menor porque se ha conseguido penetrar lo suficiente en las industrias para que progrese sin contar siempre con el apoyo público. Es lo mismo que sucede con la energía eólica, que ya no necesita ayudas públicas en forma de subvenciones. Ya ha despegado y puede evolucionar de forma muy digna y exitosa en los próximos años. Con las pequeñas instalaciones hidráulicas pasa lo mismo. El reto actual del IDAE está en que la biomasa crezca y la energía solar penetre en España como debiera, siendo como somos el país europeo con mayor insolación.

Pero las primas a las renovables recogidas en el Plan de Fomento también son un apoyo público.
Yo me refería a subvenciones o incentivos fiscales. El concepto de las primas, en el fondo, es una apuesta de todos los españoles que no se paga en forma de impuesto ni se paga a través de las arcas públicas. Es lo que cada uno aportamos con nuestra factura eléctrica para que las energías renovables se desarrollen. Evidentemente hay una sección normativa arbitrada a través de los poderes públicos pero creo que las primas son, sobre todo, dinero de los españoles directamente aportado a través de la factura eléctrica. Es una forma de internalizar el beneficio o las bondades de las energías renovables, frente a la otra posibilidad de internalizar los costes ambientales de las energías convencionales, que se traduciría en una ecotasa.

¿Se han entendido esas primas en la UE?
El sistema español es similar al utilizado en Alemania, Dinamarca y Portugal. Pero los demás países también tienen modelos de incentivos: fiscales, ayudas a la inversión, etc. La UE se planteaba si habría que elaborar una directiva sobre promoción de energías renovables y se vio qué tipo de ayudas de los distintos países eran más fáciles de aplicar. Es significativo que en los países que han utilizado el sistema de primas, como nosotros, las renovables se han desarrollado más. Por tanto parece un sistema de apoyo efectivo.

¿Llegará la eclosión de la energía solar fotovoltaica?
Pienso que en los próximos años se tiene que desarrollar de forma muy significativa. Se ha demostrado ya como la mejor alternativa para la electrificación de núcleos aislados. Pero hoy por hoy sigue siendo un poco cara. Luego está la otra posibilidad de colocar paneles fotovoltaicos en nuestras casas y vender esa energía a la red con unas primas muy fuertes; es una forma de deslocalizar la producción pero creo que en España nos falta un poco de la conciencia que se precisa para hacer este tipo de inversiones.

¿El IDAE ofrece ayudas a particulares para instalaciones de energía solar doméstica, por ejemplo?
En este momento no, porque las ayudas están territorializadas a las comunidades autónomas, sobre todo las ayudas a particulares. A nivel de industrias o PYMES sí hemos tenidos diversas líneas de financiación. En cualquier caso la decisión de inversión no debe condicionarse a la obtención de subvenciones porque creo que estamos haciendo un flaco favor a estas energías diciendo que casi se regalan. No obstante, en el Plan de Fomento se habla de cantidades importantes destinadas a ayudas públicas, muchas de las cuales van asociadas a fondos europeos, que podrían favorecer la implantación de las renovables; estamos ahora determinando cuáles son las líneas de actuación que pueden absorber fondos comunitarios.

Han surgido críticas fuertes a los recortes de las primas que se hicieron casi a última hora.
Creo que en esas críticas se prescinde de muchos elementos técnicos. Se bajan las primas porque el Real Decreto que consolidaba el sistema de primas en España, que entró en vigor el 1 de enero de 1999, establecía dos criterios de revisión: la evolución de los tipos de interés entre 1998 y 1999, y la evolución del precio del kWh consumido en España. Si los tipos de interés suben las primas subirán y si el precio de la electricidad sube las primas subirán. La comparativa entre el 98 y el 99 es que los intereses han bajado y el precio del kWh, como consecuencia de la entrada de muchos consumidores elegibles, ha bajado algo más de un 5%. La ponderación de ambos elementos determina una bajada automática de las primas, no es capricho.

La biomasa también necesita un buen empujón.
Sin duda. Además del aprovechamiento energético en combustión o gasificación de todos los residuos forestales, vegetales o restos de procesos agroalimentarios, estaría el desarrollo de los cultivos energéticos, pero estos últimos requieren, sobre todo, decisiones de política agrícola, que están en manos de la UE. En cuanto al aprovechamiento de residuos se están dando pasos importantes para aprovechar, por ejemplo, el alpechín que surge en los procesos de elaboración del aceite. El IDAE está desarrollando un proyecto que posiblemente esté en marcha después del verano: se trata del quemado de cascarilla de arroz. Es un residuo con alto contenido en silicio, lo que permite aprovechar el sílice de las cenizas como subproducto añadido a la biomasa. La limpieza de bosques y y su aprovechamiento energético sigue siendo una asignatura pendiente, y existen proyectos de quemado de paja de cereal y de restos del cultivo de maíz.

¿Se hace lo que se puede desde la Administración para romper con la inercia impuesta por las grandes compañías eléctricas de seguir explotando las fuentes energéticas convencionales?
Es bastante significativo el hecho de que existen muchos organismos similares al IDAE en distintas comunidades autónomas, dedicados a la eficiencia y a las renovables, cuando realmente, hoy por hoy, representan el 6% de la energía. Parece que el análisis político que se hace de este tema es una apuesta clara desde todos los poderes públicos, que saben que es necesario apoyar la implantación de las renovables.
Añadir un comentario
Baterías con premio en la gran feria europea del almacenamiento de energía
El jurado de la feria ees (la gran feria europea de las baterías y los sistemas acumuladores de energía) ya ha seleccionado los productos y soluciones innovadoras que aspiran, como finalistas, al gran premio ees 2021. Independientemente de cuál o cuáles sean las candidaturas ganadoras, la sola inclusión en este exquisito grupo VIP constituye todo un éxito para las empresas. A continuación, los diez finalistas 2021 de los ees Award (ees es una de las cuatro ferias que integran el gran evento anual europeo del sector de la energía, The smarter E).