¿Compensaciones sobre el precio o certificados verdes? Uno de los temas que más pasiones está despertando en los últimos meses es el análisis de los distintos mecanismos que cada país puede utilizar para la promoción de las energías renovables. ¿Primas o compensaciones sobre el precio del kilovatio, sistema de cuotas, certificados verdes? Bastaría analizar los resultados y quedarse con los mejores. Pero veamos que se comenta al respecto. Claude Turmes, uno de los principales promotores de la Directiva sobre la promoción de las renovables, siempre pensó "que cada país debería tener autonomía a la hora de decidir qué ayudas son las más adecuadas para promocionar las renovables". Pero vistos los frutos que esos mecanismos han dado "el sistema de primas sobre el precio del kilovatio, que utilizan España y Alemania es, sin duda, el que mejor funciona, porque ofrece mayor seguridad a los inversores. Los certificados verdes o el sistema de cuotas añaden mayor volatilidad en los precios; en teoría también pueden funcionar pero la realidad es que hoy en día no funcionan". Basta fijarse en Dinamarca, donde el Gobierno cambió de un sistema de primas a un sistema de certificados verdes hace varios meses. La incertidumbre sobre las tarifas, inherente al propio sistema, estuvo a punto de provocar el hundimiento del pequeño mercado escandinavo. Ahora Dinamarca ha aplazado indefinidamente la introducción del sistema de certificados prevista. El nombre de prima de las renovables espanta a los promotores de estas energías porque consideran que ese sobrepecio que se paga por un kilovatio hora minihidráulico, solar fotovoltaico, eólico o de biomasa (depende de la fuente de energía y de la potencia instalada) es, en realidad, una compensación por los daños ambientales evitados. Según Manuel Bustos, responsable de Relaciones Internacionales de la Asociación de Promotores de Energías Renovables (APPA), "España, Alemania y Dinamarca (mientras lo utilizaba), han acaparado el 82% de la energía eólica instalada en Europa". Francia lo ha incorporado recientemente. En el sistema de certificados verdes, los productores de este tipo de electricidad venden separadamente esa electricidad generada y los beneficios ambientales asociados a la misma. Beneficios que se formalizan en unos certificados, cuyo precio es fijado diariamente en un mercado específico en el que participan todos los consumidores, obligados legalmente a comprar certificados verdes en proporción a sus consumos anuales. En Dinamarca el objetivo que se había fijado era del 20% en 2003. Por último, el sistema de cuotas consiste en subastar una determinada potencia y apoyar luego el precio de los promotores que se la han adjudicado por hacer la propuesta más baja. También ha sido un fracaso. La consultora danesa BTM, especializada en renovables, había previsto para 2001 un crecimiento de este tipo de energías que, al final, se quedó corto en los países con sistema de apoyo a un precio fijo, como España, cuyo dinamismo superó las expectativas. En cambio, las previsiones fueron optimistas en exceso para países con sistemas de cuota, como el Reino Unido y Holanda. Dicho lo cual, la pregunta del principio parece fácil de contestar. |