¿Por qué ahora hay (o parece que hay) más contestación social contra determinados proyectos renovables que hace unos años?
Pues... antes de responder me gustaría poner algo de contexto: por qué estamos aquí y cuál es la necesidad que tenemos de empujar el desarrollo de las energías renovables.
Adelante.
La emergencia climática es algo innegable. La tenemos aquí y exige un compromiso por parte de todos los agentes en la ruta hacia la descarbonización. Por parte de las administraciones, de las empresas y de los ciudadanos. El cambio climático está afectando ya a economías de diferentes países y es algo cada vez más evidente. Y por otra parte tenemos la guerra de Ucrania, que ha puesto en evidencia la vulnerabilidad que tiene la Unión Europea en materia de seguridad de suministro. La situación exige compromiso por parte de todos. España se ha planteado un objetivo de generación eléctrica renovable de un 74% en el año 2030 para llegar al 100% en 2050. Esto significa incrementos importantes de tecnologías sobre todo eólica y solar. Y, luego, por otro lado, tenemos los mejores recursos renovables de Europa. El cambio de modelo, si está bien planteado, tiene que suponer una ventaja competitiva a nivel industrial, y debe ser una vía de crecimiento socioeconómico local en aquellos lugares donde queremos ubicar nuestros proyectos. Y paso a contestar: ahora mismo han proliferado proyectos en determinados territorios específicos donde hay más recurso. Y esto ha motivado que determinadas asociaciones, determinadas plataformas, estén ahora manejando un discurso, con una cierta influencia en la opinión pública, y que están pasando de ver las energías renovables como solución de descarbonización para afrontar el cambio climático a verlas como algo que va a copar el territorio y va a desplazar sus usos tradicionales, cuando la realidad es que el porcentaje del territorio es, será y seguirá siendo... mínimo respecto a otros usos. Y sí: hay ciertos grupos que, a través de las redes sociales, están teniendo una repercusión importante en la opinión pública, opinión no siempre objetiva ni del todo informada. Esa es, sí, la situación a la que ahora nos estamos viendo un poco abocados.
¿Puede ser que estemos ante un cambio de la sensibilidad ambiental? ¿No será que la sociedad está cada vez más concienciada, más informada, en materia de medio ambiente?
Que la sociedad está mucho más sensibilizada y concienciada que antes es innegable. Y tener una sociedad preocupada y concienciada es siempre bueno cuando la preocupación y la concienciación están basadas en una buena información, en una información adecuada. Yo creo que afortunadamente el nivel de exigencia que está habiendo desde el punto de vista medioambiental ha ido creciendo en los últimos años y se demanda cada vez más la adopción de criterios y estrategias basadas en la sostenibilidad a todas las empresas que prestamos servicios. Los proyectos renovables deben ser sostenibles, integrarse plenamente en el territorio, con un máximo respeto al medio ambiente y compatibilidad con la biodiversidad y con el territorio. Por supuesto que, como sociedad, tenemos que reclamar esto. Pero también hay que tener cuidado con plataformas, y cada vez estamos viendo más, que abanderan proclamas con mucho impacto en la opinión, pero, bajo mi punto de vista (no en todos los casos, pero sí en muchos de ellos), con poca información y menos rigor. Plataformas que se posicionan con carácter general en contra de las renovables sin hacer distingos entre proyectos y operadores. Y yo creo que eso hace un mal servicio a la lucha contra el cambio climático, porque generan de manera irresponsable una opinión y un caldo de cultivo poco favorables y que poco ayudan a un desarrollo adecuado y necesario (como país) de las energías renovables. Las renovables son fuente de oportunidad, tanto a nivel de país como a nivel local allí donde se implantan los proyectos cuando están bien orientados. Hay que ser selectivos a la hora de exigir, y a la hora de demandar, y a la hora de criticar. Por supuesto que hay cosas que se pueden criticar. Pero no cabe todo. No es "todas las renovables son malas" o "todas son buenas". Dependerá del caso, del operador, del proyecto. Yo creo que hay que tener un poco de cuidado con ese caldo de cultivo que se está generando porque... esto no ayuda a nadie.
¿No se ha equivocado en nada el sector?
Las tecnologías renovables requieren para su implantación de más consumo de terreno, de territorio, que las tecnologías convencionales. Por eso es imprescindible que los operadores seamos sensibles a la realidad del territorio que vamos a ocupar con cada uno de nuestros proyectos. Así es como nosotros, en Endesa, nos planteamos los proyectos. En cada proyecto tenemos que involucrar a los agentes locales del municipio donde queremos ubicarnos para hacerles partícipes del mismo, para recoger sus sensibilidades, y para que, junto a ellos, podamos conseguir una mejor integración en el territorio. Lo que intentamos es que nuestros proyectos técnicos estén ligados a unos planes de acompañamiento que signifiquen generación de oportunidades, de reciclaje, de crecimiento, en un sector que tiene potencial de futuro en los municipios a los que vamos. Porque estamos hablando además de una España despoblada y de un sector que puede generar nuevas oportunidades, futuro, crecimiento, cuando los proyectos están bien planteados. De lo que se trata es de hacerles partícipes, de convertir estos proyectos en algo suyo.
Insisto: ¿se ha equivocado en alguna medida el sector?
Es verdad que, para bien o para mal, ahora mismo en el panorama energético hay un conjunto de operadores mucho más diversos. El panorama va más allá de lo que eran antes las tradicionales utilitys... Para bien y para mal. Ahora hay operadores de muy diferente perfil, que trabajan de muy diferente manera los proyectos renovables, y que tienen diferente grado de sensibilidad en el territorio a la hora de plantearlos. Y algunos de ellos también hay que reconocer que han generado impactos negativos y mala opinión donde han ubicado sus proyectos. Y esto hace un flaco favor al resto. Yo creo que a la hora de valorar las renovables hay que ir a nivel de proyecto y a nivel de operador. No podemos meter a todo el mundo en el mismo saco e instalar una opinión contra el desarrollo renovable. Por supuesto los proyectos se tienen que hacer con todo el cumplimiento de las exigencias medioambientales. Por supuesto, pero también con la sensibilidad de buscar esa integración en el territorio, que la gente perciba que los proyectos son vías de crecimiento, posibilidades de desarrollo, en zonas rurales... en zonas donde nosotros estamos teniendo muchas experiencias de buena convivencia con el entorno local.
¿Cómo plantea Endesa sus proyectos?
En Sostenibilidad trabajamos con la metodología de Creación de Valor Compartido. Llevamos años trabajando de esta manera, haciendo al entorno partícipe de cómo tenemos que plantear cada proyecto para esa máxima integración. Ya no es suficiente el permitting medioambiental (a lo que nos obliga la normativa), que eso por supuesto... Pero ya no es suficiente: también tenemos que gestionar lo que yo llamo permitting social, para viabilizar esos proyectos, para integrarlos de la mejor manera posible en el territorio, buscando la aceptación social. Porque nosotros, en Endesa por lo menos, no buscamos solamente conseguir sacar adelante los proyectos. Es que nosotros nos vamos a quedar 25 años conviviendo con el entorno, y queremos formar parte de ese entorno. De nada sirve que yo consiga colarme, y hacer un proyecto renovable, si luego la convivencia de esa instalación en operación con el entorno no es buena. En Endesa buscamos esa integración con una visión de largo plazo.
Si las renovables, aparte de descarbonizar, ergo combatir en lo global el cambio climático (que es el mayor desafío al que se enfrenta la humanidad a día de hoy), también generan oportunidades en lo local... ¿a quién le beneficia entonces ese clima de opinión "a la contra" que parece estar calando al menos en algunos territorios, o en algunos segmentos de la sociedad de algunos territorios?
Esto no beneficia a nadie. El panorama de diferentes operadores ha generado en algunos casos argumentos para poder estar en contra. Pero estos argumentos hay que manejarlos desde la información. Creo que tenemos que ser exigentes en cómo hay que hacer los proyectos. Nosotros tenemos claro que no solamente tienen que ser proyectos renovables, sino que también tienen que ser proyectos sostenibles. Y es cierto que no todos se plantean de la misma manera. La población, las comunidades locales, tienen que saber distinguir. Y creo que es muy importante que por lo menos nos escuchen. Porque a nosotros ya nos está pasando: nos estamos encontrando puertas cerradas, y ni siquiera tenemos oportunidad de explicar nuestro proyecto. Yo creo que esto no beneficia a nadie. Desde luego, a nivel país todo este caldo de cultivo en contra hace un flaco favor. Flaco favor además en un país que está lleno de oportunidades para hacer un crecimiento ordenado. Y hablo de oportunidad no solo a nivel global, como país, sino también de oportunidades a nivel local allí donde ponemos nuestros proyectos. Tenemos muchos casos de instalaciones en operación con una buenísima convivencia con el entorno. Es un win-win. Si la gente está a gusto con nosotros, nosotros estamos a gusto con nuestro trabajo, con la operación de nuestros parques. Eso beneficia a todos. Se trata de entrar en un loop positivo. Pero, claro, para eso tenemos que tener la oportunidad de poder explicar y poder construir estos proyectos conjuntamente con el entorno. Nosotros desde luego estamos abiertos a eso.
¿Desde cuando trabaja Endesa con esa metodología, la Creación de Valor compartido?
Desde hace mucho tiempo. Incluso desde antes de que nos viniera toda esta proliferación... esta beligerancia que estamos detectando, y que es innegable que se está produciendo en los últimos años. Vamos a ver: hay que saber escuchar a esos movimientos críticos, hay que identificar conjuntamente posibilidades de mejora, pero siempre a nivel local, en cada proyecto. Porque cada proyecto es un mundo, depende de dónde esté ubicado, depende de lo que tengas en el entorno, depende de tantas cosas... Y lo que a nosotros nos está demostrando la experiencia es que siempre hay lugares comunes. Por eso abordamos todos y cada uno de nuestros proyectos, desde hace años, con ese enfoque participativo. Yo creo que todos los operadores deberíamos trabajar así, porque al final yo creo que trabajando así acabaremos con este caldo de cultivo negativo. Hay que dar cabida al entorno local, en un proceso de escucha activa, pero también tiene que haber apertura por la otra parte. Porque es que nos estamos encontrando con municipios en los que hay entidades que no nos quieren ni recibir cuando les solicitamos una entrevista para poder contarles la idea del proyecto y preguntarles cómo lo ven...
Sí, a veces nos encontramos con el no por delante. Hace dos años esto era impensable. Yo creo que tiene que haber apertura por las dos partes y creo que habrá entendimiento, que al final se acabarán encontrando los lugares comunes. Desde luego, nosotros, en Endesa, como operadores, no queremos proyectos donde tengamos a la gente en contra. No los queremos. Porque es pan para hoy y hambre para mañana. Un parque en operación con la gente en contra no tiene ningún sentido. Nosotros trabajamos desde el inicio con ese enfoque de largo plazo. Porque nosotros los proyectos los construimos para quedarnos con ellos. Nosotros no vamos a construir proyectos para luego vender a un tercero. Cuando cogemos un proyecto lo hacemos con el máximo compromiso con el territorio, sabiendo que vamos a formar parte de esa comunidad local. Así es como nos planteamos los proyectos. Y yo creo que es así como deberían plantear todos los operadores todos sus proyectos. Así es como se consigue encaje territorial. Porque oportunidades para ese win-win las hay. Y nosotros podemos demostrarlo, porque lo hemos hecho.
¿Cómo es el proceso? ¿Cómo lo hace Endesa?
Hay dos equipos conectados: el equipo de Negocio, que lo que hace es identificar los terrenos, los propietarios, habla con los ayuntamientos para la obtención de posibles permisos y demás (lo que sería la parte más administrativa del proyecto técnico); y luego estamos nosotros, Sostenibilidad. Y lo que hacemos es un acompañamiento: vamos con el equipo de Negocio, para encontrar esa forma de integrar el proyecto en el territorio. Trabajamos con una metodología, que denominamos Creación de Valor Compartido. Vamos a ver, dos años antes de la construcción del proyecto, o casi dos años, cuando se empieza con los estudios de impacto ambiental, ya estamos desembarcando en la comunidad local, en el municipio donde vamos a poner el proyecto. Estamos hablando de la distancia corta-corta. La metodología que empleamos, la de Creación de Valor Compartido, tiene diferentes fases. La primera es análisis: hacemos una radiografía socioeconómica, medioambiental, política, arqueológica, patrimonial. De lo que se trata es de ver cómo es el lugar en el que nos vamos a instalar, cómo es el municipio, la población, la edad, la formación, todo. A partir de ahí llega la segunda fase, que es la más importante para nosotros: es el mapeo de agentes locales del municipio. Para que yo primero les pueda contar mi proyecto, la parte técnica. Los identificamos y vamos con el equipo técnico y les contamos dónde queremos poner los aeros, cómo va a ser el parque, todo. Y empezamos a recoger sensibilidades respecto al proyecto. Además, buscamos líneas de colaboración, proyectos e iniciativas, que desarrollamos de la mano de los agentes locales, para generar desarrollo socioeconómico: proyectos que van desde la formación, iniciativas con los ayuntamientos, con el sector primario... La idea es encontrar, además de esa plena integración en el territorio, la manera de que la gente perciba realmente que el proyecto le genera más valor que impacto negativo. Porque es que lógicamente la gente hace sus cuentas. Es normal: ¿y a mí esto qué me aporta? ¿A mí, a nivel local, esto realmente qué me aporta? Así que nosotros lo que intentamos es construir con ellos los mejores planes de acompañamiento, para que ellos vean que esto les aporta un beneficio, y que tener un parque ahí aporta ventajas para su entorno y para los habitantes del municipio.
¿Habla Endesa con todos los agentes?
Con todo el mundo. Y, en general, esto es muy bien percibido en todos los casos, porque la gente ve bien que hagamos este tipo de acercamiento. Estamos hablando de... en general, España rural, y la verdad es que cada municipio es un mundo, así que lo que hacemos es tirar de empresas que hacen estudios sociales. Ellos nos ayudan a mapear las diferentes entidades locales: por supuesto medioambientalistas, si las hay, pero también empresariales, asociaciones de padres, de amas de casa, asociaciones culturales, agricultores, ganaderos, sector secundario, si hay segmento industrial pues también... Lo que hacemos es un proceso de inmersión: tratamos de reunirnos con todo el mundo. Estamos hablando de muchas reuniones, y estamos hablando de mucho tiempo. Nosotros empezamos a trabajar con casi dos años de antelación. Antes trabajábamos con menos antelación, pero cada vez vemos más necesario trabajar de la mano, más de la mano, con todos esos agentes para tratar de detectar qué necesidades plantea este proyecto para su mejor integración en el territorio.
Vamos a lo concreto: ¿qué tipo de iniciativas desarrolla Endesa en esos entornos?
La formación forma parte de nuestro ADN: formación en materia de instalación de parques renovables; formación para la operación y mantenimiento de parques. Hemos dado formación ya a unas 3.000 personas en el entorno de nuestras instalaciones. Y tenemos previsto dar formación en torno a 8.000 en los próximos dos años, porque es algo que tiene mucha aceptación. El objetivo es reciclar población local que está en situación de desempleo para que pueda engancharse a estos proyectos, no solo a los nuestros, sino también a los que vengan. Más cosas: sector primario dentro de nuestras instalaciones. Hace varios años, percibimos que los agricultores identificaban desplazamiento de su actividad al meter renovables. Bueno, pues ahora planteamos instalaciones hibridadas entre energía y sector primario para que no exista tal desplazamiento de actividad. Tenemos agricultores, ganaderos, apicultores. Hemos hecho una línea de trabajo de apicultura, que además hibrida muy bien con la agricultura de las aromáticas. Es un traje a medida, en cada municipio, en función de lo que nos vamos encontrando, de los agentes locales que quieran colaborar en nuestro proyecto y que al final quieran hacer suyo ese proyecto. Más iniciativas: Municipios Sostenibles, ofrecemos a los habitantes de estos municipios, a los ayuntamientos, a las empresas, fórmulas para que abaraten su factura. Estamos viendo posibilidades de una tarifa especial, porque estas iniciativas están en evolución. Hay que ir avanzando, viendo las necesidades, el encaje, e ir avanzando en otros productos para que la gente siga percibiendo más valor que impacto negativo.
Tengo entendido que Endesa ha lanzado un instrumento financiero para que organismos públicos, personas físicas y personas jurídicas de los municipios de la comarca del Alt Empordà puedan participar en la financiación de la construcción del Parque Eólico Galatea, que promueve la compañía en esa comarca de Cataluña.
Este es otro de los Productos de Valor Compartido. Aquí de lo que se trata es de plantearle a la población, sobre todo a la que está ubicada en los municipios donde vamos a poner el parque y por donde pasan las líneas de evacuación... proponerle a esa población que forme parte de una especie de crowdfounding... Esto consiste en una emisión de bonos, con una rentabilidad que está por encima de mercado, para que la gente pueda tener también una ganancia asociada a esto. En Cataluña y en Baleares es una obligación legal. Y nosotros estamos intentando que la población entienda bien el producto y realmente se acoja a él. Porque no ha tenido mucho éxito. Ahora estamos con una siguiente hornada para que realmente la gente se apunte, porque pensamos que es un producto que genera valor para el entorno, genera arraigo, y lo que pensamos es que quizá no ha habido mucho entendimiento de en qué consiste esto. Así que estamos haciendo como una segunda hornada para que realmente la gente se apunte, más allá del cumplimiento legal que tenemos que hacer en Cataluña y Baleares.
Entiendo que la legislación obliga a que un equis por ciento del parque sea financiado por pequeños inversores locales...
La normativa legal te marca el umbral del 20% de lo que es el capital.
¿Y no se ha alcanzado en ninguna parte?
No. Nosotros no lo hemos alcanzado... La gente no se ha apuntado a este producto. Ahora vamos a hacer una campaña en la que vamos a intentar hacer reuniones vis a vis, que a nosotros nos funcionan mucho mejor, para que la gente pueda preguntarnos. Esto lo vamos a hacer con una plataforma, Fundeen, que ya tiene experiencia en este tipo de productos. Nos hemos aliado con ellos, que son expertos en este tema, para ver si conseguimos que la gente lo pruebe. Porque es que realmente es un producto que ofrece un valor añadido al entorno, y se va a ofrecer en esos municipios donde tenemos ubicados esos proyectos y solo en esos proyectos.
Entiendo que la legislación de Cataluña y Baleares obliga. ¿Qué ocurre si no se alcanza ese 20%? ¿No se hace el parque?
Nosotros lo que tenemos es la obligación de comunicarlo y tenerlo a disposición.
O sea, que sí se hace el parque aunque no se alcance ese objetivo...
Nosotros con anunciarlo y ponerlo a disposición ya hemos cubierto el trámite legal. Pero lo que de verdad queremos es que la gente realmente se apunte. Porque pensamos que es una manera de enganchar a las personas en nuestro parque y que nuestro parque sea en parte suyo.
¿Va a llevar Endesa esa iniciativa a otras comunidades en las que no hay esa obligación?
Pues tenemos intención. Porque es uno de los productos que pensamos que puede generar ese arraigo. Es una manera de que la gente sienta ese proyecto como algo suyo. Sí tenemos la intención. Lo vamos a probar en Galatea, a ver cómo nos sale, y luego iremos buscando en otros parques. Porque es que esto tiene, totalmente, el espíritu de Creación de Valor Compartido. Así que sí: apoyamos totalmente el poder llevarlo a otros sitios, aunque no sea obligación legal el hacerlo.
Dice Endesa en sus notas de prensa que está promoviendo comunidades energéticas...
Sí. En el concurso de transición justa de Mudéjar, en el que hemos sido adjudicatarios, hemos planteado un megaproyecto con un megaplan socioeconómico. Ahí, por ejemplo, en los nueve municipios en los que vamos a poner parques renovables se plantean comunidades energéticas. Todavía no hemos llegado a la implementación. Sí que tenemos muchos autoconsumos en muchos municipios: hemos puesto autoconsumo en instalaciones públicas, en instalaciones privadas. La parte de las comunidades energéticas la tenemos preparada para la implementación. La idea es, en todos los proyectos en los que el ayuntamiento esté interesado, instalar autoconsumos en edificios públicos. El Ayuntamiento pasa a ser propietario de esos autoconsumos. Y, a través del Ayuntamiento, se constituyen las comunidades energéticas. Y se repercute un porcentaje de la producción a los diferentes integrantes de las comunidades energéticas (serán los ayuntamientos los que decidan quiénes son esos integrantes). Todavía no hemos llegado a la implementación de ninguna, pero tenemos ya las cartas de interés. Aquí, por ejemplo, en Andorra [el municipio de Teruel], que es donde lo vamos a hacer por primera vez, la idea es empezar a poner en marcha esto a lo largo de este año 2023. Falta esa parte de implementación de las comunidades energéticas entendidas de esta manera (porque luego en el concepto de comunidad energética hay de todo), pero desde luego el planteamiento que tenemos nosotros, que tiene Endesa en este momento, es ese: placas solares en tejados de edificios públicos que luego puedan compartir la producción en hogares o empresas en ese radio de los dos kilómetros.
¿Alguna iniciativa claramente Marca Endesa?
A lo mejor suena a autobombo. Pero es que nosotros hemos sido pioneros en muchas de las iniciativas que luego han implementado otros de los operadores. Y a mí no me parece mal. Me parece bien. Porque además esto es algo que al final genera un caldo de cultivo más favorable. Vamos a ver: ¿en los temas de formación? Hemos sido proyecto pionero. ¿En la hibridación con la agricultura? Hemos sido proyecto pionero. ¿En la apicultura? Hemos sido proyecto pionero, en Carmona, emprendimiento en apicultura, formación, apiturismo... O sea, que no solamente es la instalación de unas colmenas. Vamos más allá de eso. Lo que hacemos es un ramillete de iniciativas que de alguna manera permita maximizar esa generación de valor para el entorno. Esta manera de aproximarnos al territorio, que ahora resulta condición casi imprescindible, nosotros llevamos años haciéndola. Lo hacíamos así porque queríamos. Porque era una manera de distinguirnos de otros operadores. La iniciativa de los Municipios Sostenibles, por ejemplo (las instalaciones de autoconsumo en edificios públicos y privados de los municipios donde hemos puesto nuestros proyectos renovables), iniciativa con la que siempre hemos querido convertir esos municipios en referencia... es una iniciativa también pionera. Yo creo que Endesa tiene una manera de hacer los proyectos que es una seña de identidad, y lo que queremos es tener la oportunidad de que no se nos cierren las puertas y de que la gente pueda distinguir entre un tipo de proyectos y otros: unos operadores con ese espíritu de permanencia en el territorio y ese compromiso... y otros que a lo mejor no tienen esa forma de plantear las cosas, porque a lo mejor a lo que aspiran es a la construcción y a la venta, que también lo hay.
Seguro que hay muchas, pero... ¿alguna pregunta que debería haber hecho sí o sí... y que no he hecho?
¿Cómo te imaginas el futuro? Yo creo que estamos en un punto de inflexión. Y no podemos morir de éxito. Yo el futuro me lo imagino con un sector donde al final acabemos estando los operadores que realmente demuestren un compromiso con el territorio. Y que los demás, por circunstancias, por regulación, o por ordenamiento territorial, pues no tengan cabida. Yo me imagino ese futuro así, donde no nos encontremos las pancartas de 'renovables sí, pero no así', donde no nos encontremos con esta beligerancia que hace tres años habría sido incomprensible. Ese es el futuro que yo me imagino, donde podamos hacer renovables generando oportunidades de crecimiento de verdad en el sector industrial y oportunidades de crecimiento de verdad en esa España rural a la que tanta falta le hace.
A continuación, entrevista a Emilio Tejedor, director de medio ambiente de Iberdrola
¿Qué medidas está implementando Iberdrola para mitigar el impacto de sus parques en el medio ambiente?
Siempre se busca hacer actuaciones colaborando con los grupos de interés relevantes: la administración, por supuesto, pero también organizaciones de conservación locales, centros de investigación, empresas del lugar, etc. Las actuaciones se adecúan a las condiciones de cada parque, en función de su localización, de las especies que se identifiquen en la zona, etc. Van desde tener vigilancia permanente en los parques para forzar paradas si se identifica un posible impacto, a introducir elementos visuales disuasorios, o parar la generación del parque en determinados momentos prefijados porque se considera que el riesgo de impacto es muy elevado (horas de salida y retorno de quirópteros, momentos de migración, etcétera). Además, estamos realizando proyectos de I+D para mejorar la detección de aves, con el uso de imagen artificial, radares e inteligencia artificial. Estas tecnologías son muy prometedoras, ya que permitirán reducir los posibles impactos de manera significativa.
¿Qué iniciativas de carácter socio-económico impulsa Iberdrola en los territorios en los que opera o promueve parques?
Iberdrola ha lanzado el programa Convive, que integra todas las iniciativas y alianzas que tienden puentes hacia una transición energética en armonía con la naturaleza y las personas, bajo tres líneas de actuación: (1) contribuyendo al desarrollo socioeconómico: iniciativas que hacen posible la contribución de los proyectos al desarrollo económico y social a nivel local, así como a nivel nacional; (2) protegiendo y mejorando la biodiversidad: acciones que contribuyen a la integración de las instalaciones en el territorio y el paisaje mejorando su contribución a la biodiversidad y su impacto medioambiental; y (3) aprendiendo de la mano de expertos: mejorando el impacto de las renovables y la aceptación social de la transición energética a través de la colaboración con terceros. Ejemplos son la integración de actividades ganaderas y agrarias en el entorno de las instalaciones y el desarrollo de actividad de apicultura; desarrollo de cadena de valor del sector renovable y de proveedores a nivel local; creación de comunidades energéticas, ayuda a municipios para desarrollar planes de desarrollo, participación en alianzas para definir las mejores prácticas en los proyectos renovables, etc. Además, hemos lanzado los premios Convive, que buscan reconocer y dar visibilidad a iniciativas puestas en marcha en España para impulsar las energías renovables en armonía con el desarrollo socioeconómico y la conservación de la biodiversidad.
El surgimiento de ciertos discursos anti-renovables, ¿es fruto de una nueva sensibilidad ambiental, está la sociedad hoy más concienciada que ayer?
Los proyectos renovables bien planificados tienen que considerar los aspectos de sostenibilidad en sentido amplio. Las energías renovables son necesarias para la transición energética, la reducción de la contaminación y la seguridad de suministro, pero además hay que hacerlas teniendo en cuenta el territorio, las personas y en armonía con la naturaleza. Además, hay que trabajar también a nivel global y mostrar a la sociedad la oportunidad de la transición a una economía verde en empleo, competitividad industrial, seguridad energética, etc.
A continuación, las respuestas de Naturgy
¿Por qué ahora mismo hay más oposición que antes (o eso parece) a las renovables?
El desarrollo renovable está en una fase exponencial de crecimiento en línea con el proceso de descarbonización y transición energética emprendido por España, lo que ha podido despertar en determinados territorios cierta alarma ante la preocupación porque este necesario desarrollo no se lleve a cabo de una manera responsable. Naturgy es plenamente consciente de esta sensibilidad y se vuelca en el desarrollo de actuaciones a nivel local para fomentar un desarrollo de los territorios en los que se asienta, aportando conocimientos, capacidad de gestión, así como dedicando parte de los beneficios a la inversión social para compartir la riqueza vinculada a los proyectos de energía renovable.
¿Qué es lo primero que hace Naturgy –en materia de comunicación con las partes interesadas– cuando se plantea construir un parque eólico?
Nos comprometemos con los territorios en los que estamos presentes a (1) garantizar un diálogo fluido y bidireccional, de modo que las preocupaciones de las comunidades locales sean respondidas adecuadamente y con prontitud; (2) realizar evaluaciones del impacto social que produce la actividad de la compañía para evitar o mitigar los efectos adversos y potenciar los positivos; (3) desarrollar iniciativas para la creación de valor compartido y de impacto social positivo; (4) promover la educación, la riqueza cultural, la salud, la investigación y la inclusión de los colectivos más desfavorecidos a través de la inversión social; y (5) transferir conocimiento y valores a la sociedad a través de acuerdos de colaboración con la comunidad académica y la cadena de suministro. En este sentido, Naturgy entiende el relacionamiento social como un proceso a lo largo de toda la vida del proyecto. Desde el primer momento, el grupo abre canales de escucha activa y de fácil acceso para fomentar el empoderamiento de las comunidades. Aquí juega un papel fundamental el Gestor Social, que realiza una prospección temprana del terreno dirigida a identificar grupos de interés local y proponer proyectos de inversión social que puedan ayudar a generar valor compartido, mejorando la calidad de vida en el territorio, y creando oportunidades que se traduzcan en empleos y formación para las comunidades locales. Una vez realizada esta primera toma de contacto, el Gestor Social tiene encomendadas las funciones de apoyar la implementación de esas medidas y la tramitación de acuerdos y convenios que se traduzcan en patrocinios y donaciones.
¿Qué iniciativas de carácter socioeconómico impulsa Naturgy en este marco?
Naturgy lleva a cabo acciones que generan valor en distintos campos de actuación vinculados a los Objetivos de Desarrollo Sostenible. A modo de ejemplo, la compañía impulsa cursos de verano para niños y financia becas de educación y FP, se compromete al consumo de productos locales en instalaciones y oficinas, colabora con museos y otras instituciones culturales y promueve la instalación de cargadores eléctricos y paneles fotovoltaicos en edificios públicos, entre otras.