Empecemos por el autoconsumo. Hasta ahora hemos tenido unas reglas que están a punto de cambiar, comenzando por la próxima desaparición del llamado "impuesto al sol".
Para mi el verdadero problema del autoconsumo no estaba en el "impuesto al sol". De hecho no me gusta llamarlo así y deberíamos desterrar ese concepto, que en realidad es más un slogan que un reflejo de la realidad impositiva. El verdadero enemigo del autoconsumo ha sido la prohibición de hacer autoconsumo compartido. Porque al final el "impuesto al sol" (fíjate hasta qué punto ha calado que hasta a mi me sale de forma inconsciente) es un componente económico que a medida que se va recorriendo la curva de aprendizaje tiene menos peso. Lo que realmente frena al autoconsumo es que en polígonos industriales, en comunidades de vecinos, en urbanizaciones, no se puedan hacer instalaciones de autoconsumo de las que se puedan beneficiar varios consumidores con titularidades de puntos de suministro diferentes. Ese ha sido el verdadero freno.
¿Confía en que una vez que se elimine esta y otras trabas se empiece a desarrollar mucho más el autoconsumo?
Aquí hay que tener en cuenta varios elementos. En primer lugar está por publicarse un nuevo real decreto de acceso y conexión, que va a facilitar mucho las cosas a las instalaciones de autoconsumo, tanto desde el punto de vista administrativo como técnico. Esta es una de las carencias que tenía el sector. Cuando se publicó el RD 900, de octubre de 2015, en las alegaciones todo el mundo se centró en el peaje de respaldo y prácticamente nadie hizo ninguna reclamación técnica ni administrativa. Con las normas que existen ahora mismo (sobre media tensión, etc.), hacer instalaciones de autoconsumo técnicamente resulta complicado; y esta es una forma de encarecer las instalaciones. Por ejemplo, el coste de una instalación puede ser de 3 o 4.000 euros, y el de conexión a la red ser de una cuantía similar. Es evidente que eso no tiene sentido.
Hay otros lastres. El hecho de que las distribuidoras no tengan un límite en el plazo para contestar al cliente, sin que eso tenga consecuencias, no facilita precisamente que la gente interesada se anime a hacer una instalación; es más, ha empujado a que haya gente que no ha declarado las instalaciones, por el engorro administrativo que suponía. No estoy justificándolo, pero es así. Y eso es un perjuicio para todos: para el sistema eléctrico, para los contribuyentes, y para el sector. No olvidemos que esto es un sector incipiente y tenemos que ser ser muy cautos y cuidadosos a la hora de ver como proceder, lo peor que podemos hacer es desprestigiar al sector.
En otras palabras, no cometer los errores en que incurrió inicialmente la solar térmica
Tenemos que hacer bien las instalaciones, desde el punto de vista técnico, administrativo, desde el punto de vista de la dimensión, de la operación y el mantenimiento…. Como señalas, la solar térmica para ACS tenía una buena tecnología, que funcionaba, pero el mercado no supo dimensionar, instalar, proyectar, mantener bien las instalaciones y el resultado es que durante años mucha gente ha hablado mal de esta tecnología, no porque sea un fiasco sino porque el sector no hizo bien las cosas. Para que no pase lo mismo con el autoconsumo todos los actores que estamos involucrados tenemos que ser muy cuidadosos.
¿Se encargan Vds también de legalizar la instalación?
Siempre. En el caso de la planta fotovoltaica de esta bodega, las normativas técnicas nos obligan a que los contadores de generación de la planta y de consumo estén al lado uno del otro. Esto nos ha obligado a tener que llevar el cable de salida del inversor fotovoltaico hasta el centro de transformación, lo que a su vez ha exigido hacer una zanja de 50 metros para soterrar el cable. Esto técnicamente puede ser más o menos complejo, el problema es el sobrecoste que conlleva legalizar la instalación, que hace que la amortización de la planta suba o baje dos o tres años.
Y respecto al proceso administrativo, ¿cuánto puede demorar la entrada en funcionamiento de la planta?
La planta de Bodegas Menade tardará en legalizarse seguramente entre seis meses y un año. De cara al cliente esto siempre es complejo, es difícil entender que siendo una empresa experta del sector no puedas decirle con exactitud cuando va a estar la planta operativa. Este tipo de cosas animan, además, a que aparezcan quienes apoyen no legalizar la planta. Sabemos de otras empresas que no realizan legalizaciones ni instalaciones acorde a la norma, y hablamos de plantas que llevan años funcionando y que nunca han tenido ni siquiera una llamada de atención administrativa. Lo que no puede ser es que no haya diferencia entre hacer las cosas bien o hacerlas mal, y que provoquen esas diferencias de amortización de incluso dos-tres años. Si esto ocurre en plantas de menos de 100 kW, no digamos ya en plantas de mayor potencia en las que la norma obliga a conectarlas en media tensión, lo que supone un sobrecoste automático de entre 60 y 120.000 euros. Un sobrecoste que hace que el proyecto probablemente sea inviable.
Desde la perspectiva técnica, ¿qué habría que cambiar para que el autoconsumo prospere?
Una planta de autoconsumo lo que hace es "escupir" kilovatios. En España tenemos el reglamento eléctro-técnico de baja tensión que ya regula el autoconsumo desde el punto de vista de seguridad eléctrica de las instalaciones. Pero es un reglamento en el que se da por hecho que el 100% de la energía se va a verter al sistema. Sin embargo, lo que tú estás autoconsumiendo no sale de la red del cliente. Por tanto, una planta de autoconsumo debería poderse conectar, cumpliendo la normativa eléctrica, donde se quisiera dentro de la red eléctrica interior del cliente, y no tener que llevar el cable 50, 60, 100 metros hacia el centro de transformación, obligando con ello a hacer una obra muy cara. Esta obligación existe para que la medida de generación de la planta esté al lado de la de autoconsumo, lo cual no tiene mucho sentido porque obliga a meter contadores con telegestión. De esta forma es probable que los técnicos de las distribuidoras no vayan a ir nunca a hacer la la lectura de ese contador. Generar un sobrecoste dentro de una instalación cuando esa lectura se hace de forma remota no parece muy lógico.
¿Deberían armonizarse también las normativas entre las distintas comunidades autónomas?
Las trabas administrativas hacen que el proceso de legalización no esté del todo claro. Cambia entre distribuidoras y cambia incluso entre comunidades autónomas. No tiene mucho sentido que no haya unas pautas de legalización nacionales que valgan para todas las distribuidoras y para todas las comunidades autónomas. El problema es que todo está muy politizado y esto hace que la agilización de los procesos dependa casi más de los técnicos que te toquen que de la normativa que rige en cada Comunidad Autónoma. En Madrid, por ejemplo, hemos legalizado una planta en tres meses, nuestro récord. Al mismo tiempo, en otra planta también en Madrid llevamos prácticamente 8 meses y sigue sin estar legalizada.
¿Cree Vd que un mayor autoconsumo ayudaría a resolver el problema de la pobreza energética?
Si a mi ahora mismo me cuesta hacer frente a una factura mensual de 60 €, es difícil que vaya a poder amortizar una instalación de 5.000 €. Sin embargo, aquí puede pasar lo mismo que con los GPS de los coches. Hace diez o doce años un GPS costaba 3.000 €, había muy poca gente que se lo pudiera permitir. Sin embargo, gracias a que esa gente se lo compraba, esa tecnología se ha ido abaratando de tal manera que ahora es accesible para todos, cualquiera que tenga un movil conectado a la red tiene GPS. Eso no hubiera sido posible si no se hubiera recorrido la curva de aprendizaje. Con el autoconsumo puede pasar lo mismo. En el momento en que las personas que hoy se pueden permitir poner una instalación de autoconsumo –según el anterior ministro de Energía, "ricos con viviendas con parcelas de 10.000 m2"–, vayan haciendo instalaciones de autoconsumo, éstas se irán abaratando y en el futuro puede ser posible resolver los problemas de la pobreza energética con autoconsumo.
Además de anunciar la próxima desaparición al autoconsumo y al autoconsumo compartido, la ministra Teresa Ribera ha defendido también los contratos de compra-venta de electricidad directos, los llamados PPA. ¿Qué le parecen estos contratos?
Es una buena forma de acceder a la financiación. Creo, ademas, que los PPAs servirán para que se de visibilidad a los mercado de futuros. Lo ideal es que en estos contratos bilaterales los precios a los que se vende la energía sean conocidos a largo plazo, para así poder tener estabilidad de precios. Si lo fiamos todo a la volatilidad del mercado diario añadimos una incertidumbre al precio de la electricidad que nos lleva a situaciones como las que hemos vivido. Po otra parte, si desarrollamos los mercados de futuros y las compraventas directas de energía, la administración se puede involucrar como comprador de energía a largo plazo. Eso daría mucha visibilidad al mercado de futuros y un volumen muy relevante. Más allá de eso, si hay muchas iniciativas de contratos a largo plazo, se facilitaría el acceso a la financiación de los proyectos de renovables.
¿Qué opinión le merece el sistema actual que tenemos de formación de precios de la electricidad?
Bueno, es el sistema con el que tenemos que convivir. Que no es el más justo de los sistemas, pues posiblemente. Sin embargo hay que decir que es el que se está armonizando para toda Europa. Todos los países de nuestro entorno lo aplican. No se si es la forma óptima de poner energía en el mercado pero sí que es una forma reconocida por todos. Por otra parte, si todo fuesen contratos bilaterales como ocurre en los mercados de futuros, el mercado mayorista, el diario, tendería a desaparecer.