Para empezar: retrato de la termosolar. O, ¿cuáles son sus virtudes?
La termosolar es una energía renovable de origen español. Pero ya no solo la tecnología, sino todos los avances e innovación que se han ido haciendo durante los últimos 20 años. Protermosolar cumple estos días precisamente su 20º aniversario. Nuestra tecnología utiliza la radiación solar para producir calor que podremos usar en un proceso industrial, o que usaremos para producir vapor y generar electricidad. Nuestras plantas incorporan muchas de ellas además almacenamiento, lo que nos hace gestionables, y ese es uno de los servicios que en el futuro sí o sí vamos a ofrecer. Eso además nos permite, y esa es una gran valía, llevar energía renovable a la noche, lo que al final es un complemento para las otras renovables. Somos capaces pues de darle un servicio añadido al sistema, muy valioso en estos momentos, en que estamos viviendo escenarios de precios cero y negativos que no se están traduciendo en ventajas para el consumidor y que sin embargo son negativos para el sector. Porque un sector que da señales de precios cero o negativos le está diciendo a un inversor que no va a recuperar su inversión.
O sea, que entiendo que el almacenamiento sería la gran virtud de la termosolar...
El almacenamiento ofrece gestionabilidad. Nosotros podemos estar a disposición del operador del sistema para cuando haya necesidades, en horas críticas del año, por ejemplo. Podríamos ser una especie de sumi dero, si se me permite la expresión, del sistema: podríamos recoger los vertidos cuando hay excedentes y volcarlos de nuevo a la red cuando sea necesario, en las horas que nos indiquen. Lo que quiero decir es que po dríamos mantener una parte de nuestro almacenamiento a disposición del operador, para vaciarlo cuando sea necesario y/o para mantenerlo a niveles máximos en aquellas situaciones en que sea preciso. ¿Y todo esto qué haría también? Pues nos haría participar en lo que llamamos arbitraje de precios. Ahora mismo el precio del megavatio hora está a 80, a 70 euros por la noche, y tenemos precios cero (o negativos) durante el día. Bueno, pues nosotros sacaríamos ese exceso de oferta de las horas del día y reduciríamos los precios de la noche. Llevamos meses explicándole todo esto al Ministerio y puedo decir que estamos muy esperanzados en que todo esto se tenga en cuenta.
La Agencia Internacional de las Energías Renovables publicó hace un par de años un informe en el que situaba la referencia de precios del año 2021 en 114 dólares el megavatio hora termosolar. Pero Protermosolar consideraba que ese precio no era extrapolable a España, debido a diferentes factores. El Gobierno convocó la subasta en octubre del 22 (planteó un precio secreto, que las empresas del sector debían mejorar, rebajar, el día de la subasta), pero la subasta quedó desierta. ¿Qué pasó?
Pues que no fuimos capaces de tener una interlocución adecuada con el Ministerio, y no se hizo un buen diseño. Sin ir más lejos, en un esquema a 25 años vista no se reconocía el IPC. Eso ya es una disfuncionalidad. Y efectivamente los precios ofertados estaban muy por encima de los precios objetivo que tenía el Ministerio, pero básicamente fue por una falta de comunicación. También puedo decir que hoy esos precios son mucho más competitivos, ya no sólo de los que históricamente veníamos manejando, sino de los que se manejaban en la última subasta, que no es tan lejana. Y digo más: sobre todo en servicios, a igualdad de condiciones, hoy podemos ofrecer precios más competitivos que otras tecnologías. Por una cuestión muy sencilla: llevamos operando desde 2008 y sabemos perfectamente que estos servicios los podemos dar. Porque ya los hemos dado.
¿Cómo debe ser la subasta?
Pues esa es una muy buena pregunta. Porque, además, el futuro va a depender de lo que diseñemos ahora. Para empezar, el Real Decreto-ley 8/2023 es una muy buena señal, porque introduce un esquema nuevo de subasta en el que un 30% de la ponderación atenderá a criterios no vinculados al precio del megavatio hora generado, sino a criterios como la innovación, la capacidad de generación de empleo, etcétera, etc. Sabemos que el Ministerio está trabajando en profundidad en los mercados de capacidad, que está estudiando cómo gestionar esta nueva situación de precios cero o negativos (que no son buenos para ningún agente del sector), que se está focalizando en poder incorporar tecnologías que den más equilibrio al sistema. Y estamos en esa fase de interlocución de contarnos las dos partes qué podemos ofrecer. Nosotros lo que queremos en el corto-medio plazo (y cuando digo corto-medio plazo hablo de este año) es que, en ese marco de exceso de oferta y precios cero, se abra una oportunidad para resolver un problema que tenemos, y es el de poder incorporar o incrementar el almacenamiento térmico, porque ahora mismo ciertas barreras técnico-regulatorias no nos permiten ampliar el almacenamiento o incorporar nuevo. ¿Qué sucederá si las superamos? Pues que podremos dotar al sistema de más de esos servicios que he comentado al inicio, de esa reserva estratégica para horas críticas, etc. Estas son las cuestiones que estamos tratando con el Ministerio y que están en vías de resolución. Evidentemente, y como cualquier subasta, esta deberá ser tecnológicamente neutra, y ahí nosotros confiamos mucho en nuestra experiencia, acumulada en operación real desde el año 2008, y en poder ser más competitivos.
¿Puede la termosolar ganar con su almacenamiento a las baterías?
Con los datos que manejamos, estudios internos que tenemos, podemos decir que es más competitiva una termosolar con almacenamiento y despacho nocturno, es decir, que solo funcionaría por la noche y que daría todos los servicios de los que hemos hablado (en un esquema de 20-25 años), somos más competitivos –digo– que un parque eólico con baterías o una fotovoltaica con baterías. Vamos, que si yo hago una planta hoy y miro cuánto es el precio que necesitaría de hoy hasta el año 20 ó 25, en euros por megavatio hora, me sale un precio mejor. Y un matiz: en los estudios que hemos hecho hemos tenido en cuenta la caída de precios de las baterías, que es una mera hipótesis (evidentemente probable, pero hipótesis), pero no hemos querido tener en cuenta la caída de costes que podría haber en la termosolar si empezamos a construir ahora una central tras otra, caída de costes que también sería hipótesis, pero que también es probable. Bueno, pues aun así, siendo tan conservadores, la conclusión es que somos más competitivos.
¿Por qué la regulación impide o no incentiva suficientemente el establecimiento de nuevos almacenes o la ampliación de los que ya hay?
Bueno, estamos hablando de una regulación hecha hace 15 años, y que seguramente no previó determinados escenarios. Pero, bueno, la realidad, si la pregunta es si, a día de hoy, hay un incentivo tal cual recogido en la regulación... Pues no. Pero también tenemos el compromiso por parte del Ministerio de trabajarlo, porque va en beneficio de todo el sector.
Esas modificaciones o reformas regulatorias que son necesarias, según Protermosolar, y la subasta, ¿podrían estar este año 24?
Sí, ese es nuestro deseo y es el feedback que estamos recibiendo. Quizá el hecho de que haya habido elecciones durante este último año no ha favorecido que ciertas cuestiones se hayan podido modificar. Pero creo que ahora mismo todo el mundo tiene claro que hay una necesidad en el corto plazo de implementar soluciones para que el sistema esté más equilibrado. Y sí, lo que nosotros percibimos es que durante el último trimestre del año se van a producir las dos cuestiones.
El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima [Pniec] fija el Objetivo Termosolar 2030 en los 4.800 megavatios. ¿Hay tiempo?
Nos gustaría pensar que sí, pero es cierto que a seis años vista va a ser difícil. Lo importante es poder tener una primera subasta bien diseñada, porque nos va a hacer todavía más competitivos. Al final esto son economías de escala. ¿Por qué la eólica y la fotovoltaica han ganado competitividad? Porque se han ido implantando cada vez más proyectos. Pues nosotros anunciamos lo mismo: en el momento en que tengamos oportunidad de hacer más plantas termosolares en España, estas serán más competitivas todavía. Ahí es donde está el secreto de todo. Insisto en todo caso en un asunto: no podemos ni debemos comparar el precio de un megavatio hora eólico o fotovoltaico con el de uno termosolar. Las dos primeras tecnologías tienen solo ese cometido: generar energía renovable. La termosolar presta además otros servicios, que también de ben ser valorados.
¿A las tres de la mañana una termosolar puede producir un megavatio hora más barato que el gas o que la nuclear?
Absolutamente. Además, en estos momentos, y tal como está el mer cado, te diría que la termosolar podría recoger la electricidad verde que generan durante el día otras tecnologías a un precio cero, la convertiríamos en calor, y luego, a las tres de la mañana, o un poco antes, generaríamos nueva electricidad renovable a la que podríamos ponerle un precio más competitivo. Sin ninguna duda.
¿Qué está sucediendo en el resto del mundo con la termosolar?
Hay países como China, o Estados Unidos, o algunos países árabes, en los que tienen tanto recurso solar como nosotros, y en los que también tienen suelo disponible, como España; y allí se están instalando termosolares. En China, además, por ejemplo, es obligatorio poner un 10% de termosolar por cada megavatio de fotovoltaica instalado. En fin, que sí, en el resto del mundo sí hay señales. De lo que se trata aquí es de entender esas señales y de comprender que, si queremos continuar siendo primera potencia del mundo en tecnología termosolar, en innovación e investigación... pues entonces tenemos que promover nuevas plantas y potenciar el sector. Y ahí vuelvo a las subastas, que pueden y deben ayudan a reforzar el tejido industrial español y europeo, que es fundamental.
Vamos a pasar a la producción de calor, porque la termosolar, que es solución de descarbonización para el sistema eléctrico (y solución renovable específica para la descarbonización de la noche, según Protermosolar), también se postula como solución de descarbonización para la industria, que necesita de mucho calor en sus procesos de fabricación y que ahora mismo emplea para producir ese calor, de manera absolutamente masiva, combustibles fósiles. ¿Cómo está la termosolar que produce calor para uso industrial en España ahora mismo?
Pues creemos que va a ganar movimiento en el corto plazo precisamente por eso, porque hay efectivamente una necesidad latente de descarbonización de la industria. Y está habiendo ya muy buenas señales. En 2023, el buque insignia de los proyectos ha sido la planta de Heineken en Sevilla [ha sustituido gas por termosolar en su proceso de producción]. Es el buque insignia, por la trascendencia mediática que ha tenido, pero no es la única iniciativa. De hecho, estamos preparando una guía de energía solar térmica de concentración para usos industriales que nos ha encargado el IDAE y que publicaremos si todo va bien a finales de año. Se trata de una guía de calor industrial de media y alta temperatura, calor que se emplea en procesos productivos que necesitan temperaturas a partir de 120 grados Celsius y hasta 400. Bueno, pues en esa guía vamos a incluir alrededor de 15 casos prácticos reales que están funcionando ya en España.
¿En España hay ahora mismo una quincena de instalaciones termosolares para aplicaciones industriales en funcionamiento?
Así es, en los sectores farmacéutico, textil, alimentación, bebidas, y esperemos que haya más a partir del lanzamiento de la guía. En Protermosolar calculamos que, con costes del megavatio hora de gas por encima de los 20, 25 euros, la termosolar ya es una solución rentable [ahora mismo el MWh de gas está en torno a los 35]. Entonces, en este sentido, sí creemos que la aplicación de la termosolar a los procesos industriales vaya a sonar más en el corto plazo. Y tenemos muchas esperanzas en que esta guía ayude en ese sentido.
Además, hay un tema muy importante que queremos poner de relieve en esa guía, y es que ya no solo se trata de colocar una instalación termosolar junto a una industria que va a usar ese calor. Ahora de lo que se trata, además, es de llevar esa generación de calor a polígonos industriales concretos, convirtiendo la termosolar en polo de atracción de industria. Llevamos la termosolar a polígonos (de la España vaciada, por ejemplo), para atraer hasta allí a esas empresas que necesitan ese calor y que nosotros vamos a suministrar a un precio competitivo y con las ventajas añadidas de que es una solución de descarbonización, de independencia energética, de seguridad de suministro y demás...
De la quincena de instalaciones que va a referenciar esa guía, entiendo que todas han sido incentivadas o apoyadas o ayudadas o subvencionadas de algún modo por la administración...
Efectivamente. Hay un portfolio de ayudas para descarbonizar y muchas de ellas obviamente se han acogido a esas ayudas, porque para eso están. Pero, si la tecnología sigue avanzando y continúa ganando competitividad, llegará un momento en que no va a ser ni siquiera necesario que existan esas ayudas. Como ha pasado con otras tecnologías renovables. En ese sentido, y al igual que pedimos señales para la termosolar que genera electricidad, también pedimos señales para el sector del calor industrial. Porque además es que hay que tener en cuenta que, si no hay descarbonización del sector industrial, no va a haber una descarbonización real. Así como decía al principio que, si no se descarboniza la noche, tampoco va a haber una descarbonización real. Me gustaría dejar claro en todo caso, en este sentido, que se están dando los pasos adecuados. Tenemos un grupo de expertos, que están trabajando en esta guía, un 50% de catedráticos y centros de investigación, que nos están apoyando mucho, y un 50% de empresas que ya están funcionando, y todos dicen que lo único que nos hace falta es ese soporte (difusión) que puede dar la guía. El solo hecho de estar elaborando ese documento significa que el Estado está apostando, que está apoyando, esa tecnología, porque es el IDAE el que lanza esa guía. Además, vamos a intentar también buscar la colaboración del propio IDAE, o de otras entidades del Gobierno, para que participen en algún proyecto con el que también vamos a dar señales al sector.
¿Resumimos? ¿Qué le pide Protermosolar al Gobierno?
Primero, que haya subastas, las que se establecen en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima. Subastas bien diseñadas, y en las que se definan bien los servicios, a los que se les debe dar un valor, el que sea. Nosotros ahí estamos convencidos de que vamos a ser competitivos, siempre y cuando los servicios estén bien descritos. El sector tiene mu chas ganas de invertir y, además, si llegan soluciones concretas, como las que necesita el almacenamiento, si se resuelven las barreras que impiden su crecimiento, adelanto que tenemos mucho que ofrecer, por los servicios que ya hemos comentado. En todo lo relacionado con los mercados de capacidad, lo que pedimos es que se nos tenga presente. No queremos privilegio alguno, pero queremos tener la oportunidad de demostrar que somos competitivos. Y, en cuanto a calor industrial, ya solo el hecho de la guía es toda una oportunidad. Así lo percibimos y lo único que necesitamos es que los demás agentes del sector, la industria, el Ministerio, el IDAE, nos acompañen en este proceso. Porque es que va a ser algo que va a surgir solo. Porque estamos hablando de una tecnología competitiva, y que da independencia energética, seguridad de suministro.
¿Hay algún servicio que no pueda dar la termosolar al sistema eléctrico?
De los que actualmente se están requiriendo entiendo que no. No se me ocurre ahora mismo.
O sea, que la solución renovable para el futuro sistema eléctrico, que quiere ser un sistema completamente descarbonizado, ¿es la termosolar, que vendría a ser la sustituta natural de la nuclear y el gas?
Esa es nuestra opinión y así lo creemos firmemente. En el futuro va a haber otras tecnologías renovables, como la biomasa, que se vayan incorporando, pero, ahora mismo, la que está madura, la que puede demostrar que ofrece todos los servicios de los que hemos hablado, es la termosolar. Y evidentemente el bombeo está ahí, pero el bombeo depende de un recurso hídrico muy concreto.
Esta entrevista ha sido originalmente publicada en nuestra edición de papel (ER233, julio de 2024), que puedes descargarte gratuitamente aquí
