¿Qué son los gases renovables?
Actualmente, los gases renovables son objeto de desarrollo, ya que suponen un impacto positivo en la sociedad y en la mejora del medio ambiente. Principalmente el biometano y el hidrógeno están llamados a ser un agente activo como fuente de energía renovable. Pero no se debe comparar al gas renovable con otras energías renovables, ya que no se trata de una energía renovable más. El gas renovable es el paradigma de la Economía Circular, ya que para su formación se valorizan residuos, evitando contaminación, y se genera, además de energía renovable, bioproductos a través del digerido, como biofertilizantes, lo que supone la recuperación de nutrientes y, por lo tanto, una mejora para el suelo y el medio ambiente. Asimismo, contribuye a la lucha contra el cambio climático, al evitar emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y a mejorar la calidad del aire que respiramos, al evitar también emisiones de amoniaco. Por otro lado, el biometano, además de apoyar la descarbonización, puede contribuir a otros pilares fundamentales de la transición energética como son: seguridad energética y energía asequible. Se puede gestionar y almacenar y también crea empleo en el medio rural, todo ello autóctono. Por tanto, los gases renovables hay que verlos en toda su magnitud y no simplemente como 'otra' energía renovable a competir con las ya existentes.
En el contexto energético que vivimos actualmente, con la amenaza de Rusia de cortar el suministro del gas… ¿qué pueden ofrecer los gases renovables?
Existe una necesidad urgente de diversificar los suministros de gas de la Unión Europea, ya que produce solo el 15% del gas que consume, y es altamente dependiente de proveedores externos, con un 40% del gas importado proveniente de Rusia. El gas renovable es una energía verde con un balance nulo de emisiones, y el biometano, en concreto, puede distribuirse a través de la infraestructura gasista existente, lo que permite su fácil distribución y consumo, y emplearse con las mismas aplicaciones energéticas en hogares, industrias, comercios y también para movilidad en el transporte, contribuyendo así a la descarbonización. Por otra parte, el biometano proporciona capacidad de almacenamiento y flexibilidad ayudando a equilibrar el suministro eléctrico a partir de fuentes de energía intermitentes de origen renovable, como la solar o la eólica. La infraestructura de gas existente está lista para biometano, y éste se puede producir y comercializar dentro de Europa, lo que garantiza la seguridad del suministro de la UE y evita la dependencia de proveedores externos.
¿Está España preparada para introducir el biometano?
La Asociación Española del Gas (SEDIGAS) asegura que la sólida infraestructura de distribución del sistema gasista español está preparada para poder vehicular gases renovables como el biometano. Por otra parte, España es el tercer país de la Unión Europea con mayor potencial, después de Francia y Alemania, al ser el cuarto país en producción ganadera (el primero en producción de ganado porcino), el primero en superficie dedicada al cultivo y el quinto en producción alimentaria a nivel industrial. El sector gasista español puede ayudar con la puesta a disposición de la transición energética de una red de transporte y distribución de gas que suma más de 87.000 kilómetros de infraestructura que vertebra y distribuye su consumo en todos los puntos de suministro, sea cual sea su uso. Por tanto, siempre que tenga sentido económico por cercanía de la red, la inyección del biogás debería ser una prioridad.
¿Dónde podría introducirse? ¿En el transporte, en la industria…?
El biometano puede emplearse directamente para la generación energética, como combustible para vehículos, o como sustituto del gas natural, tanto para uso doméstico como industrial. En el caso de ser utilizado en el transporte, previamente debe ser comprimido o licuado como se hace con el gas natural. En general, su inyección en la red de gas natural es su uso más generalizado y el más ventajoso. Tanto su uso en el transporte como en la industria son claves en la descarbonización del sistema energético, al evitar las emisiones de CO2 de los combustibles fósiles sustituidos.
¿Están preparadas las instalaciones, y la industria en general, para sustituir el gas natural por biometano?
Al biometano también se le denomina gas natural verde. Es similar al gas natural, puede sustituir al gas natural en cualquiera de sus usos. Las instalaciones y la industria en general que esté utilizando gas natural puede sustituirlo por biometano sin ningún problema, sin necesidad de hacer ninguna modificación. De hecho, se puede incluir y se está incorporando ya a las redes gasistas.
Desde el plano político… ¿tienen los gases renovables el suficiente apoyo? ¿Son tenidos en cuenta a la hora de diseñar políticas, medidas o estrategias?
El cambio climático y la dependencia energética de la UE ha promovido que los gases renovables sean actualmente tenidos muy en cuenta a la hora de diseñar políticas, medidas o estrategias. Para cumplir con el compromiso climático asumido en la COP21 de París, la UE necesitará realizar una transición energética en todos los sectores; esto también se aplica al sector del gas. Todo el suministro de gas en Europa debe ser renovable, o descarbonizado, para 2050. El potencial existe y el uso de los productos finales estaría garantizado. Entre medias se encuentran las importantes inversiones a realizar, lo cual llevaría implícito la creación de miles de puestos de trabajo, y eso desde luego, no es un tema para menospreciar.
• Contenido incluido en la edición de septiembre de Energías Renovables en papel (ER 214), que puedes descargar en PDF gratis aquí
