“El mercado todavía está diseñado de una manera que no favorece el despliegue de energías renovables. Todavía hay muchas subvenciones para proyectos de combustibles fósiles que creo que deberían abordarse de inmediato”, ha declarado La Camera a Noticias ONU, entrevistado por este medio con motivo de una reunión especial sobre la transición a fuentes de energía sostenibles que se celebrará el viernes próximo en la sede de la ONU en Nueva York.
En opinión de La Camera, otro escollo es que los acuerdos de compra de energía están diseñados de una manera que desalientan el desarrollo de energías renovables: “!os mecanismos de fijación de precios de mercado a menudo no respaldan las energías renovables porque las energías renovables necesitan contratos a largo plazo para la estabilidad y seguridad de la electricidad suministrada y el costo a pagar”, puntualizo en la entrevista.
A la pregunta de ¿a qué retos se ha enfrentado a la hora de convencer a gobiernos, organizaciones internacionales y otras partes interesadas para que adopten las energías renovables?, La Camera afirmó que “no hay dificultades para persuadir a los gobiernos de que adopten las energías renovables, pero de los compromisos a la acción siempre hay algo que se queda atrás”.
Lo importante en relación con los países, afirmó, “es ayudarles a encontrar la forma adecuada de traducir el compromiso en acción. Creo que este es el reto al que tenemos que enfrentarnos”. Y para superarlo, considera que todas las entidades implicadas deben hacer un esfuerzo. Anima, además, a “los países en desarrollo a dar un salto adelante y pasar directamente a un nuevo sistema energético”.
Otra cuestión es que estos países dispongan de las herramientas, los instrumentos y los recursos financieros para impulsar los cambios. “El mundo en desarrollo necesita apoyo en muchos aspectos. Los países necesitan apoyo financiero y tecnológico para intercambiar experiencias y tecnología. Estas son barreras que hay que superar hoy para acelerar la transición, especialmente en África”, afirmó el director de Irena.
También “necesitamos desplegar sobre el terreno profesionales cualificados”, continuó. “Tenemos que superar estas tres barreras si realmente queremos que el sistema energético acelere la transición desde los combustibles fósiles, como se pidió en la COP28 en Dubai hace unos meses”, dijo.
En cuanto a cómo pueden los ciudadanos “de a pie” contribuir a la transición energética, su respuesta es que “lo más importante es el entorno legal en el que todos se sienten obligados a actuar. No podemos exigir únicamente imperativos morales. La sociedad también crea un entorno más fácil y sencillo para que las personas tomen las decisiones correctas en términos de eficiencia y conservación de energía”.
