¿Cómo está actualmente el autoconsumo?
El dato todavía no lo tenemos. Pero la reflexión que hacemos es que este año, respecto al pasado, los clientes han pasado de tener una urgencia a ver el autoconsumo como algo importante, sobre todo el sector industrial. Antes aparecía todos los días el precio de la energía, generando miedo en el particular. Además, los tipos de interés eran muy bajos, la gente tenía poder adquisitivo y había subvenciones entre un 20% y un 30% en el sector doméstico. Esto aceleró todo. Ahora el tipo de interés ha subido, el precio de la energía –aunque sigue siendo caro– no aparece en la prensa todos los días, y el autoconsumo es un tema importante pero no urgente. En definitiva, el sector residencial se ha resentido más que el industrial, donde vemos un cambio de tendencia hacia que alguien te financie la instalación.
El año pasado se instaló mucho en el sector residencial, se vivió un auténtico boom. Pero esa situación generó algunos problemas…
Muchísimo. También tuvimos problemas de suministro de módulos e inversores, hubo problemas en toda la cadena. Daban plazos muy largos para la instalación, o incluso no daban plazo. La situación se ha restablecido en los primeros meses de este 2023. Esto ya se ha solucionado, pero ahora han surgido otros como el tipo de interés y el acceso a los préstamos.
¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos?
Venimos de un 2022 con mucha gente en el mercado que no eran profesionales, que no eran instaladores, y con problemas en la cadena de suministro. Y yo creo que nos dirigimos a un mercado más estable, más profesional, donde va a convivir el autoconsumo con la batería, el punto de recarga para el coche eléctrico y la bomba de calor. Hay mucho recorrido. Venimos de vender productos y nos dirigimos a vender soluciones completas.
Un camino en el que la gente tiene que ir aprendiendo…
La gente ya ha aprendido, ya se va concienciando, ya sabe la hora más barata de la luz para poner la lavadora, por ejemplo. Eso ya se ha conseguido. Lo que queda es ajustar la realidad con la tecnología instalada y con los peajes.
Hablemos ahora de baterías. ¿Qué opinión le merece la batería virtual? ¿En qué punto está la física?
La batería virtual es muy temporal y creo que va a durar poco tiempo. La física tiene mucho recorrido, acaba de entrar. El coche eléctrico va a acelerar el desarrollo de las baterías. Van a surgir nuevos componentes que van a jugar un papel importante. El futuro está en las hibridaciones. Además, el precio está bajando y el rendimiento está subiendo.
¿Y el autoconsumo colectivo?
Yo creo que es muy complicado. Se trata de una instalación grande compartida entre varios consumidores. Al igual que las comunidades energéticas, que son un modelo en el que las empresas medianas y grandes no pueden entrar por ley. El propio acuerdo entre los vecinos es muy complicado. Son soluciones que no van a evolucionar demasiado porque son difíciles de desarrollar. Van muy lentas y hay pocas evidencias de que funcione.
El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec) habla de llegar a los 19 gigavatios (GW) instalados para 2030 y prevé subir en 10 puntos porcentuales la producción alcanzando el 49%. ¿Cómo calificaría esos objetivos?
Alcanzables al ritmo que vamos. La gran incertidumbre es parar la bajada de consumo. El Pniec habla de subida de consumo pero la realidad es que estamos bajando en torno al 5%. Lo que hay que hacer es electrificar la demanda.
Tras cinco años de Gobierno Sánchez, en Energías Renovables hicimos balance en nuestra edición de julio. ¿Cuál es el suyo?
Puedes estar de acuerdo o no, pero ha sido un gobierno que ha dado una vuelta absoluta al sector. El trabajo en renovables ha sido brutal, directo e importante.
¿Cómo se convence a alguien para que realice una instalación de autoconsumo?
Cada persona que hace una instalación es un apóstol del autoconsumo. Los módulos tienen una garantía de producción de 25 años. Y una instalación revaloriza tu casa si decides venderla. El autoconsumo crea conciencia, y eso tiene un valor incalculable. Poca gente con una instalación está arrepentida de la decisión. El plazo de amortización a siete años tiene una garantía de producción a 25 años. A mí me gustaría que de cualquier electrodoméstico me dieran una garantía así.