– Para conseguir que una ciudad como Gijón llegue a ser una Smart City, una ciudad inteligente, es imprescindible trabajar primero en su digitalización. ¿Cómo se logra esto?
Aunque no existe una definición concisa en el diccionario para lo que entendemos como una ciudad inteligente (Smart City), podemos decir que es aquella capaz de aprovechar los datos que produce en su funcionamiento diario, para generar nueva información que mejore su gestión y la haga más sostenible, más competitiva y con una mejor calidad de vida. Por consiguiente, para lograrlo, necesitamos diseñar una buena arquitectura de datos y posteriormente implantar toda la tecnología necesaria (sensórica, comunicaciones, software, etc) para recogerlos, analizarlos y, en base a ello, tomar decisiones para optimizar y evolucionar los servicios públicos de la ciudad.
– ¿Cómo de inteligentes son las ciudades en España? ¿Nos queda mucho por hacer? ¿Hay otras ciudades que pueden seguir el ejemplo de Gijón?
Nuestras ciudades aún tienen mucho recorrido, sobre todo si tenemos en cuenta que muchas de ellas ni siquiera se han planteado aún la implantación de tecnologías básicas para mejorar su eficiencia energética como es el caso del cambio del alumbrado público a tecnología LED. Para que una ciudad pueda considerarse Smart City debe hacer un planteamiento integrado de la gestión de sus servicios públicos y entender cómo mediante su digitalización, tanto los ciudadanos como el equipo municipal se benefician de las posibilidades que ya hoy ofrece la tecnología.
Entender esta propuesta puede ser sencillo, llevarla a la práctica requiere decisión y dedicación. Este es el esfuerzo que ha realizado Gijón. Su experiencia y resultados están al alcance del resto de las ciudades para avanzar más rápidamente el camino ya recorrido por Gijón y plantearse convertirse en una Smart City en tiempo récord.
– ¿De qué manera una Smart City puede mejorar la vida de sus ciudadanos?
Una Smart City aproxima la ciudad al ciudadano, el despliegue tecnológico en la ciudad moderniza los servicios al ciudadano de forma que permite una interlocución más cercana para adaptar la oferta de ciudad a lo que sus habitantes realmente necesitan, permite en definitiva tener una ciudad más participativa. Además, se optimiza la gestión de la ciudad, haciendo más sostenible su modelo de funcionamiento.
– ¿Qué papel juega la energía en una ciudad inteligente?
La energía es un componente esencial en cualquier tipo de ciudad. En una ciudad inteligente, la gestión energética está ligada a dos conceptos clave: digitalización y sostenibilidad. La gestión energética hoy en día no puede desvincularse de la digitalización, pues es imprescindible para avanzar en la incorporación de nuevos modelos y servicios al ciudadano que surgen con la rápida evolución tecnológica. En cuanto a la sostenibilidad, el uso responsable de la energía es fundamental para lograr su optimización y, más allá, su descarbonización.
– ¿Qué pasos se han dado en este primer año del proyecto? ¿Cuándo se empezarán a notar los resultados? ¿De qué forma?
Ya hemos puesto en marcha los planes en las seis prestaciones comprometidas. Nos hemos hecho cargo de la gestión energética de la ciudad y, en este primer año en el que aún no hemos implantado las medidas de eficiencia energética, estamos haciendo todos los esfuerzos para que, dentro de una situación muy complicada para todos en relación con la subida extraordinaria de los precios de la energía, el impacto para Gijón sea lo más ajustado posible. Este esfuerzo está ligado al inicio de la instalación de las nuevas luminarias en varias vías públicas ya. Los trabajos comenzaron en verano y avanzan a buen ritmo y continuarán hasta mediados del año que viene. Gracias a ello, el impacto de la subida de precios energéticos, si bien será importante, será menor”.
También se está trabajando en la vertiente social donde se están realizando ya diversos talleres y actividades programadas para este año, así como el análisis de proyectos de implantación de energías renovables como autoconsumos fotovoltaicos.