Afirman Vds que la isla del Hierro se ha planteado un camino diferenciado del habitual, en tantas islas, de sol y playa, y turismo en masa…
Sí, aquí hemos apostado, desde hace años, por un turismo diferenciado, ecológico, de calidad, respetando tanto nuestra cultura como los recursos naturales, el medio ambiente. Tenemos un abanico de proyectos desarrollados ya en la isla, que armonizan todo ese proyecto de ciento por ciento sostenible y renovable.
El de la central hidroeólica es ya bien conocido, háblenos de otros.
Hace tres o cuatro meses inauguramos la planta más grande de Canarias de transformación de aceite vegetal usado en biodiesel. Hemos hecho una campaña de concienciación en toda la isla, llegando a los colegios, a los mercadillos, a los supermercados, a las asociaciones de vecinos, a todo el sector hostelero y comercial de la isla. A los hosteleros, que son los que producen mayor cantidad de este residuo, les hemos entregado más de 300 garrafas de gran dimensión, también hemos entregado cientos de envases a los vecinos para que en su casa sea más fácil la recolección de este residuo altamente contaminante. Y hemos colocado contenedores en todos los pueblos de la isla para facilitar a los vecinos el depósito del aceite. El biocombustible que producimos lo utilizamos en los camiones de recogida de residuos de toda la isla, que los gestiona Medio Ambiente.
¿Qué capacidad de producción tiene la planta?
Cada dos horas podemos producir 2.000 litros de biocombustible. En este momento, como la inauguración está reciente, estamos empezando a ver los frutos de la campaña, las estadísticas de la recogida, cuánto podemos recoger en los pueblos, en el sector hostelero…. Ahora mismo estamos consiguiendo un ahorro neto en el Cabildo, en la partida de combustible convencional, de entre 2.000-3.000 euros mensuales.
¿Cómo ha acogida la población herreña esta iniciativa?
La población es muy consciente de la conservación del medio ambiente, apuesta por este camino. Todos los pueblos están participando, hemos recibido solicitudes de colegios y de apartoteles que quieren contenedores allí.
También tienen una iniciativa relacionada con el transporte eléctrico.
Sí, hemos apostado por los vehículos eléctricos y ya tenemos varios. Tenemos, además, un acuerdo de intenciones con Nissan Renault para la puesta en marcha de más puntos de recarga –ahora tenemos tres– y más vehículos eléctricos. Ahora mismo hemos conseguido una subvención del gobierno de Canarias para instalar 10 puntos más de recarga rápida. Esto facilitará al vecino que quiera apostar por un vehículo eléctrico la recarga rápida.
La carencia de agua en el Hierro es otro problema al que, según tengo entendido, tratan de dar respuesta desde una perspectiva sostenible.
Hemos apostado por un proyecto novedoso, desarrollado a partir de una idea que nació en la isla de El Hierro. Los aborígenes utilizaban el árbol santo, el Garoé, para captar el agua que venía suspendida en las nieblas traídas por los vientos alisios. Al chocar contra el árbol, el agua se condensaba y goteaba, acumulándose en unos aljibes naturales debajo del árbol, lo cual permitía que la población tuviera suficiente agua para subsistir. Esta idea se mejoró y se construyeron captadores modernos planos. Hace poco, unos chicos de Tenerife dieron un paso más e inventaron unos nuevos captadores de niebla tridimensionales, que han patentado y bautizado con el nombre de Garoé. Tienen muchísimas ventajas respecto a los anteriores. Primero, ocupan una superficie mucho menor de la masa forestal, solo un metro y medio, no como los otros, que podían ocupar hasta cien metros, de manera que su impacto paisajístico es cero. Y tienen mucha mayor capacidad de captación, cada uno puede captar hasta mil litros de agua al día. Además, incorporan un sistema que permite medir digitalmente cuánta agua están recogiendo y transmitir esta información a un ordenador, indicándote inmediatamente cuántos litros ha recogido ese captador.
¿Qué necesidades de agua logran cubrir con estos sistemas?
Este proyecto lo estamos implementando en tres lugares de la orografía alta de la isla. De momento lo hemos instalado en una, donde hemos puesto seis captadores para llenar los depósitos de uso forestal en campaña de incendios, en verano. El excedente de este agua va a los bebedores del ganado, esto es una zona muy ganadera.
Como Reserva Mundial de la Biosfera, hemos apostado también por incluir en la conservación del medio ambiente las nuevas tecnologías. Por ejemplo, hemos creado el Observatorio de la Reserva de la Biosfera, una herramienta digital muy potente adaptada a la Smart Biosphere de la Unesco. De las 600 reservas que hay en el mundo, esta es una de las cuatro adaptada a esta normativa. Ofrece datos muy interesantes sobre recogida de agua, de residuos, su tipología, consumo y ahorro energético… Todos esos datos están en los indicadores y son públicos, por tanto, más fáciles y operativos.
¿Son replicables en otras islas estas iniciativas puestas en marcha en El Hierro?
Claro, como no. Apostamos por el proyecto Renisla (Islas Renovables) porque entendemos que en las islas tenemos deficiencias detectadas comunes, porque somos territorios aislados y no conectados a la red, con muchas carencias. Pero estas carencias y dificultades nos obligan a tomar y apostar por iniciativas de sostenibilidad energética, de adecuada gestión de los residuos, protección y conservación del medio ambiente…