– La coyuntura actual de retribución a las renovables ha propiciado que los propietarios de parques quieren exprimir al máximo las máquinas. ¿Es siempre posible?
Sí, siempre es posible intentar mejorar las tasas de retorno, en mayor o menor medida dependiendo de la eficiencia de la instalación. Es necesario explorar las posibilidades mediante la optimización de la operación y el mantenimiento (O&M). Y trabajando con otros conceptos como la vida útil de las máquinas.
– En los últimos años se habla tanto de la repotenciación de parques como del alargamiento de la vida útil de los aerogeneradores. Pero son opciones opuestas. ¿Qué habría que tener en cuenta antes de tomar esta decisión?
Ambas opciones son igualmente válidas y antes de decidirse es importante hacer un estudio financiero. El alargamiento de vida puede incrementar la tasa de retorno de forma muy significativa, pero por otro lado hay emplazamientos muy interesantes ocupados por máquinas obsoletas en los que se podría obtener unos rendimientos excepcionales con la repotenciación a pesar de la situación retributiva actual en España.
– Las tareas de O&M actuales ¿son las adecuadas para garantizar que las máquinas alcanzarán su vida útil en buenas condiciones?
La tecnología evoluciona y hoy se tienen mejores herramientas. Tanto para diseñar los parques, optimizar los aerogeneradores o realizar la O&M. Todo ello redunda en un menor LCOE. El gran reto para los próximos años está ligado con el tratamiento inteligente de la ingente cantidad de datos (Big Data) que se generan en la operación de parques eólicos y que si no se trabajan correctamente pueden llevar a conclusiones erróneas o a invertir una cantidad de tiempo irrazonable. En cualquier caso está claro que la calidad del mantenimiento tiene un impacto clave en la vida remanente de los activos eólicos.
– ¿Se están llevando a cabo estrategias de alargamiento de la vida útil de parques de forma significativa o solo puntual?
Si, se está empezando a trabajar en el alargamiento de vida. Éste puede tomar una forma totalmente pasiva (alargar la vida sin hacer ningún cambio), basarse en estrategias de operación que reduzcan cargas o, incluso, invirtiendo en productos o refuerzos que aseguren mayor durabilidad. Los fabricantes de máquinas y de componentes, y algunas ingenierías están trabajando en diferentes soluciones más o menos complejas. La viabilidad de esas líneas depende de que se establezcan regulaciones claras que permitan a los propietarios decidirse a invertir en esas soluciones.
– ¿No estaremos poniendo más difícil la extensión de vida útil de un parque eólico que la de una central nuclear?
No conozco en detalle la regulación para las nucleares; en lo que respecta a la eólica, a día de hoy no hay prácticamente ninguna ordenación. Cuando se diseñan instalaciones energéticas, se hacen siempre contra Análisis Probabilísticos de Seguridad; en el caso de la eólica se establece una probabilidad de ocurrencia de colapso de 5·10-4 (nivel de fiabilidad 3.3) que corresponde a un nivel de riesgo bajo/medio en términos de daños y un coste medio/alto de medidas de seguridad (estructural) y en general la probabilidad de fallo para diseño de centrales nucleares es inferior a 1·10-6. El problema es que estas teorías son deterministas e incapaces de modelizar correctamente modos de falla inesperados como el factor humano (ataques terroristas) o natural (terremotos, inundaciones, tsunamis, etc) como se ha demostrado con accidentes como el de Fukushima. La afección en caso de catástrofe nuclear es muchos órdenes de magnitud mayor que cualquier accidente en un aerogenerador. Aun así, no se debería escatimar en esfuerzos para evitar accidentes en la eólica.
– ¿Vienen años de mucha carga de trabajo para DEWI y otras empresas que acometan la extensión de la vida útil de aerogeneradores?
Las estrategias de alargamiento de vida modifican las condiciones bajo las que el aerogenerador se certificó y, por tanto, pueden hacer perder la validez de ese certificado al traspasarse barreras en los márgenes de seguridad. El alargamiento de vida redunda en beneficios para todos, desde los propietarios hasta el usuario final que paga la tarifa eléctrica y tanto las administraciones, como las aseguradoras, entidades de financiación, propietarios, etc, están interesados en que se evolucione en este conocimiento para permitir alargar la vida de los activos eólicos con seguridad. UL-DEWI está trabajando activamente en este campo desde hace años, incluso desarrollando normativa UL específica que, esperemos, sea una referencia en el sector. Estamos preparados para el reto.