– ¿Qué aplicaciones tiene la electrónica de potencia?
Por un lado está presente en multitud de aplicaciones de nuestro día a día. Podemos encontrarla en nuestras casas, en las cocinas de inducción, en las lámparas LED o los cargadores de los diferentes dispositivos móviles, por ejemplo. Pero hay más. La electrónica de potencia es la tecnología clave en la generación solar fotovoltaica.
Las máquinas eléctricas, por otro lado, se utilizan para generar movimiento. Por ello, toda aquella aplicación que requiera de un movimiento físico (consumiendo energía eléctrica) requerirá de una máquina eléctrica. En nuestras casas podríamos encontrar ejemplos en electrodomésticos como las lavadoras, ventiladores, aspiradoras, etc…
De todos modos, la mayoría de las veces nos encontramos con combinaciones de ambas tecnologías. Esto permite controlar de una manera muy precisa y eficiente el movimiento de estas máquinas. Así, se utilizan en aplicaciones industriales como el bombeo de aguas, minería, etc. También en este caso, la combinación de estas dos tecnologías hace posible una generación renovable tan importante como la eólica.
Finalmente, hay que destacar que la movilidad eléctrica, en todos sus formatos, desde los patinetes hasta los barcos, pasando por bicicletas, coches, trenes o ascensores, no sería posible sin la electrónica de potencia y las máquinas eléctricas. En la mayoría de estas aplicaciones, además, es de vital importancia el almacenamiento de la energía eléctrica.
– ¿Qué papel juegan estas tecnologías en la transición energética?
Tal como hemos comentado, la electrónica de potencia, las máquinas eléctricas y el almacenamiento de energía juegan un papel fundamental. Son tecnologías necesarias tanto para las renovables como para la electrificación del transporte. Se puede afirmar que la generación renovable y el uso eficiente de la energía eléctrica no sería posible sin estas tecnologías.
– ¿Y qué relevancia tendrán en la descarbonización?
La descarbonización supone un uso mayoritario de energías renovables, que como hemos dicho dependen de estas tecnologías. Lo mismo sucede con la electrificación del transporte. Por tanto, la apuesta por las renovables y la movilidad eléctrica puede ser un factor acelerador de la demanda de soluciones de electrónica de potencia, máquinas eléctricas y almacenamiento de energía. Todo esto generará grandes oportunidades para las empresas.
– ¿Cómo podemos responder a todos estos retos?
Necesitamos talento. Las empresas tienen dificultad para captar personal cualificado en algo tan específico como la electrónica de potencia, las máquinas eléctricas y el almacenamiento energético. Es un sector en constante evolución tecnológica y, por ello, es muy importante tanto la formación universitaria como la formación continua a lo largo de la vida profesional. Las universidades tenemos la responsabilidad de responder a esa demanda de profesionales. Aunque lo cierto es que cuesta atraer al alumnado a una temática tan desconocida como necesaria.
–Mondragon Unibertsitatea sí ofrece este tipo de formación.
Ofertamos un Máster universitario en Energía y Electrónica de Potencia cuyo objetivo es formar profesionales altamente cualificados en energía eléctrica. Es un máster que lleva impartiéndose diez años y que se diseñó con el apoyo de muchas empresas, con el objetivo de responder a las necesidades reales de este sector. Los alumnos se especializan en la electrónica de potencia, las máquinas eléctricas, el almacenamiento de energía y la red eléctrica. Así como en sus aplicaciones en renovables, movilidad eléctrica y otras aplicaciones industriales. Además, el contenido de las diferentes asignaturas se actualiza constantemente ya que todos los profesores compaginan su docencia con labores de investigación en este ámbito.
– Y en un sector con tanta proyección, ¿hay colaboración entre los diferentes agentes afectados?
En la universidad trabajamos de manera colaborativa, en estrecha relación con la empresas y los centros tecnológicos. Esta sinergia es indispensable para abordar los retos de manera integral. Es importante que todos los agentes destinen recursos a sectores estratégicos como la electrónica de potencia, las máquinas eléctricas y el almacenamiento de energía. Es la única forma para poder estar bien posicionados, a nivel europeo o mundial, en un sector que será clave en los próximos años.
– ¿Cómo está posicionada nuestra industria? ¿Dónde se sitúa en la cadena de valor?
En España las empresas están posicionadas en las últimas fases de la cadena de valor: ensamblando elementos semiconductores en la electrónica de potencia, elementos eléctricos y magnéticos en las máquinas eléctricas, desarrollando controles y realizando la integración de esta multiplicidad de elementos. Este rol aporta un gran valor añadido ya que permite desarrollar dispositivos tecnológicos de una alta sofisticación.
– Entonces, falta personal cualificado en un sector considerado puntero. Las oportunidades parecen evidentes para el desarrollo profesional…
Por supuesto. Es un sector con mucho futuro. Hay que destacar, entre otras cosas, que todas las políticas a nivel regional, estatal y europeo se están dirigiendo a electrificar el transporte y a descarbonizar la generación de energía eléctrica. Por ello, diferentes estudios apuntan a que en los próximos años este sector generará miles de empleos.