APPA Marina celebró hace poco su asamblea anual en Asturias, una comunidad muy involucrada en el aprovechamiento de estos recursos…
Celebramos la asamblea en Asturias, en Aviles, y nos apoyó mucho la fundación Asturiana para la energía (FAEN). En Asturias tenemos cuatro socios: además de la citada fundación, EDP Renovables, Electranorte y AZ Renovables, que está desarrollando una tecnología para obtener energía a partir de olas. Además de la asamblea, también celebramos un encuentro con empresas locales. Hay mucha actividad en Asturias en este campo, están vendiendo tecnología marina, sobre todo suministrando equipos para parques eólicos que se están haciendo en el norte de Europa. Empezaron con parques eólicos cimentados y ahora con flotantes. El primer parque comercial flotante que va a operar en el Mar del Norte va a ser fabricado en gran medida en España.
¿Qué componentes van a suministrar?
Las estructuras soporte de los aerogeneradores y subestaciones eléctricas marinas son partes donde empresas como Navantia, tanto en Ferrol como en Puerto Real, y Windar, en Asturias, están fabricando y suministrando actualmente. Además, este año han iniciado los trabajos de fabricación de las estructuras flotantes del primer parque eólico flotante del mundo, que se ubicará en el Mar del Norte.
Para la industria española la eólica marian supone, por tanto, una buena oportunidad…
De hecho, ya lo está siendo. Dentro del compendio de las energías marinas, la eólica ya es una realidad. Tiene sentido que las energías oceánicas sigan esa estela en los próximos meses y años.
¿Además de Asturias, hay otras comunidades que estén apostando por estas tecnologías?
Sí, los cántabros, vascos y canarios. También andaluces, a través de Enerocean y del Centro Tecnológico Avanzado de Energías Renovables de Andalucía (CTAER), quienes están muy activos en el sector. Echamos en falta actividad en Galicia, una comunidad que tiene un recurso excelente y que puede hacer muchas cosas. Y no solo por el recurso energético sino por la capacidad industrial. Es importante también exportar, somos buenos en tecnología y somos buenos fabricando, así que ¿por qué no incluir otras comunidades y regiones?
¿Por qué cree que otras regiones no han dado aún pasos en esa dirección?
Las cuatro comunidades que comentaba lo tienen claro y han hecho una apuesta tanto en apoyo empresarial como en infraestructuras, algunas de ellas únicas en el mundo. En Cantabria está el CCOB (Cantabrian Coastal and Ccean Basin), un tanque de ensayos único en Europa y yo diría casi en el mundo. En el Pais Vasco tienen una zona de pruebas (Bimep), con un cable submarino conectado a red preparado para instalar dispositivos de eólica flotante o de olas. Es el escenario ideal para un parque de demostración comercial o precomercial conectado a red.
En Canarias está la Plataforma Oceánica (Plocan), una zona muy extensa (23 km2) en el Atlántico, frente a Gran Canaria. La plataforma contará con una estructura de hormigón, que está previsto que se finalice este mismo mes, apoyada en el fondo marino, a unos 30 m de profundidad y a 2km de la costa, que albergará una serie de instalaciones en las que los científicos e investigadores ensayarán dispositivos de energía, entre otros. La estructura va a estar conectada a tierra mediante un cable submarino y habrá otros cables de conexión que van a permitir instalar dispositivos, incluso pequeños parques, conectados a la red de la isla.
De todos estos proyectos, ¿cuáles están más avanzados?
Las tres infraestructuras se encuentran en funcionamiento y disponibles para realizar ensayos de dispositivos marinos. Cabe destacar la excelente coordinación y complementariedad entre ellas, facilitando el desarrollo tecnológico a las empresas en todos los estadios, desde la concepción de una tecnología hasta su instalación en mar para uso comercial.
Tengo entendido que en la zona de Plocan se va a instalar un dispositivo eólico que irá apoyado en el fondo.
Será, por tanto, el primer parque eólico marino de España.
Así es, y como señalas, no será ni cimentado ni flotante, sino apoyado. Se trata de una turbina muy especial: un gran cilindro donde está la torre, de gran diámetro y poca altura en proporción, y, sobre ella, la turbina eólica. El cilindro alberga en su interior cámaras, que cuando están llenas de aire hacen que el dispositivo flote y se pueda transportar. Cuando llega a su ubicación, las cámaras se llenan de agua de forma controlada para que la torre se vaya hundiendo hasta tocar el fondo y la estabilidad del conjunto quede asegurada. Estará situado a unos 30-40 m. de profundidad y conectado a la red de la isla mediante un cable submarino. Se espera que la turbina se instale a final de año.
Y el proyecto vasco, Bimep, ¿cómo va?
Toda la infraestructura está ya lista, como decía y diversos tecnólogos han mostrado interés en realizar sus pruebas allí. Está previsto empezar este mismo año a ensayar un dispositivo llamado Oceantec (otra empresa que también es socia de APPA Marina). Se trata de un dispositivo de olas.
¿Qué tipo de energías oceánicas son más factibles de aprovechar en España?
Tenemos un potencial enorme en cuanto a olas. Según el estudio que realizó el Instituto de Hidráulica de Cantabria para el IDAE a fin de conocerlo, con el recurso undimotriz técnica y ambientalmente viable se podría cubrir el 20% de la demanda eléctrica de España. Pero la tecnología no debe estar ligada únicamente a que haya o no recurso, no hay que descartar nada en función del recurso. No estamos solo ante una política energética, sino ante una política energética-industrial conjunta. Tiene que haber una apuesta estratégica entre el Gobierno y la industria que permita marcar una hoja de ruta para avanzar y emplear esta tecnología aquí o exportarla. Es muy importante que contemos con centros de demostración en nuestro país y que podamos demostrar que los dispositivos funcionan, ya sean para aprovechar las olas, las corrientes u otro recurso. Es el mejor escaparate para vender fuera.
¿Hace falta también apoyo económico para que el sector se desarrolle?
Nosotros, como APPA Marina no creemos que la salvación de este sector sea que haya una tarifa determinada. Tiene que haber apoyo, pero consideramos que se trata de un ingrediente más, no la clave. Necesitamos, sobre todo, un interlocutor que esté por encima, que tenga la capacidad de aglutinar a las secretarias de Estado de Energía, Industria e Innovación. Es decir, alguien que sepa coordinar estas tres grandes áreas de los diferentes ministerios. Si contáramos con ese interlocutor, podemos llegar muy lejos en tecnología en este país.
Vd lleva casi dos años al frente de APPA Marina. ¿Cuáles son los objetivos más importantes que se ha marcado?
Ampliar el número de socios siempre es importante. Pero el principal objetivo de la asociación es la preparación de un documento estratégico que marque la hoja de ruta de desarrollo de las energías marinas en nuestro país. Estamos elaborando el documento internamente desde APPA Marina con nuestros socios, con la Plataforma Tecnológica Marítima Española y con grandes agentes industriales que pueden tener interés en un futuro en este sector. También estamos en contacto directo con el Ministerio de Economía y Competitividad y con la Secretaría de Estado de Innovación. Es un documento que va a tener una gran importancia ya que todos los objetivos que se marquen en él van a estar integrados o coordinados con la Alianza por la Investigación y la Innovación Energéticas (Alinne) la estrategia energética de España a largo plazo. Los planes y objetivos de futuro se basan en este tipo de documentos, de manera que tendrá un importante valor a la hora de tomar decisiones y decidir el camino a seguir.
APPA Marina ha participado en la Conferencia Internacional de Energía Oceánica (ICOE), celebrada en Edimburgo en febrero. ¿Qué acogida tiene la tecnología española fuera?
APPA Marina forma parte de la asociación europea del sector y tenemos acuerdos con otras asociaciones, como la de Japón y la de Portugal. También ha formado parte del comité organizador del ICOE 2016. Somos conscientes de que un mercado en España sería ideal, pero mientras surge hay que desarrollar tecnología y venderla fuera, en aquellos mercados que están pujando más. Esta ha sido las primera vez que un stand España acude a la ICOE, y gustó mucho. Para ello, el apoyo del ICEX ha sido fundamental, contamos con seguir trabajando conjuntamente para futuros eventos internacionales. Sin embargo, no hemos conseguido atraer a un representante del gobierno de España para participar y exponer en ICOE. Así que insisto en lo que decía antes: es prioritario que tengamos una estrategia como país, con un interlocutor válido. Que no podamos representar a España como es debido, duele son oportunidades perdidas.
¿También en este sector los tecnólogos españoles han tenido que emigrar?
Sí, varias empresas del sector están trabajando en EEUU y Japón. Dos países en los que no es fácil entrar lo que demuestra que la tecnología española es bien apreciada.
¿Está perdiendo España el tren de las energías oceánicas?
España ha sido líder en renovables y yo creo que lo sigue siendo, lo que ha hecho es algo único y eso es algo que se valora mucho. Eso ya está ganado. España tiene curriculum para poner en marcha también el tren de las energías oceánicas y hacerlo con éxito, al igual que ha hecho con otras tecnologías.
¿Falta mucho para que estas tecnologías sean económicamente competitivas?
No me atrevo a hablar de plazos, el desarrollo de una tecnología depende no solo de probarla sino de los fondos que se dediquen a ella, según como funcione este mix vas más rápido o más despacio. Lo importante es tener en cuenta las oportunidades que existen. En las islas, los costes de generación son ciertamente elevados y muchas renovables son competitivas bastante antes de que lo sean en el continente. Lo que hay que hacer es ir avanzado en nichos de mercado, crear un volumen y una masa crítica y avanzar en la tecnología. Hay que llegar a escenarios donde identifiquemos mercados en los que tenga sentido desarrollar la tecnología para una aplicación comercial directa, y a partir de ahí seguir avanzando. Para ello, la estrecha colaboración administración-industria-tecnólogos es fundamental.