Generar electricidad utilizando energía eólica en las islas cuesta la mitad que hacerlo con diésel o fuel oil. Eso es lo que demuestra un informe realizado por la Agrupación Empresarial Innovadora y el Clúster de Empresas de Energías Renovables, Medio Ambiente y Recursos Hídricos de las Islas Canarias, Clúster Ricam. Los números los ha hecho la Universidad de La Laguna y los comparte el gobierno de Canarias: “en las islas, es más rentable producir un kilovatio con energía eólica que con las centrales térmicas, por los elevadísimos costes de importación del combustible”, dice el mismísimo consejero de Industria del gobierno canario, a quien entrevistamos en la edición de abril.
¿Qué opina del informe desarrollado por el Clúster Ricam?
Se trata de un trabajo muy esclarecedor que nos ayuda a tener una idea muy clara de qué pasos sería deseable dar en el desarrollo de los sistemas eléctricos insulares. Vuelvo a insistir en el plural, porque aquí gestionamos seis sistemas distintos y aislados, uno por cada isla, a excepción de Lanzarote y Fuerteventura, que sí están conectadas por un cable submarino. Insisto en este extremo y en la lejanía del continente, porque el informe de Ricam revela que son causas fundamentales para que, en Canarias, se esté produciendo un sobrecoste continuado en la producción de energía eléctrica. En las islas, es más rentable producir un kilovatio con energía eólica que con las centrales térmicas, por los elevadísimos costes de importación del combustible.
¿Cuál es la postura del gobierno al respecto?
Nosotros apostamos por el impulso de las energías renovables. El problema es que no todas las competencias para el desarrollo energético residen en la comunidad autónoma. La de fijar las primas a la producción, por ejemplo, corresponde al Ministerio de Industria, y en las últimas revisiones se prima cada vez menos la producción de energía eólica. No entro a valorar si esa decisión es la adecuada para todo el estado, pero lo que sí tengo claro es que para Canarias es una decisión muy perjudicial, puesto que, como he dicho, la energía eólica es más barata en las islas que la convencional, por lo que sería lógico fomentar su implantación con primas adecuadas. Nosotros intentamos que el ministerio lo comprenda y parece que hemos conseguido algunos avances, como el garantizar esas primas razonables, aún por definir, al menos para la potencia que el Pecan prevé implantar hasta el año 2015.
¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrenta Canarias de aquí a 2015?
Somos un territorio alejado del continente y fraccionado. Por eso, es mucho más difícil introducir energías renovables, como la solar o la eólica, con suministros muy variables en función de la meteorología. Hay comunidades autónomas con un enorme grado de introducción de las energías renovables, pero es que ello se deriva fundamentalmente de que están conectadas a un sistema de ámbito estatal. Si una de ellas consigue cubrir el 90% de su demanda con energía eólica, puede afirmar que es casi 100% renovable, pero cuando el viento no sopla, esa comunidad tira de la producción de otras autonomías y consume electricidad que puede provenir de centrales térmicas, hidroeléctricas o nucleares, por citar algunas. En Canarias, eso no es posible. Si una isla queda sólo a expensas del viento y este no sopla, tendríamos un cero energético inmediato.
¿Por qué hay tantos problemas en la adjudicación de concursos para instalación de eólica?
En realidad, el problema es sólo uno. Que se produjo un error de forma en el proceso administrativo a la hora de tramitar el decreto sobre el que se sustentaba la primera convocatoria del concurso público para adjudicar la potencia eólica en Canarias. Ese error, cometido en el año 2003, hizo que, después del cambio de gobierno, tuviésemos que volver a comenzar todo el proceso, lo que generó tres años de retraso en la convocatoria. Este tiempo coincidió además con el bum de las empresas especializadas en renovables en todo el estado, así que esos tres años supusieron que hubiese muchas más empresas dispuestas a participar en el nuevo concurso.
El consumo de agua en Canarias va en aumento. ¿Qué proyectos hay para utilizar energías renovables en desalación?
Se está fomentando la construcción de aerogeneradores para las plantas de desalinización y las de bombeo. Ahora mismo hay en marcha un proyecto en Lanzarote para abastecer con esta energía las plantas de Inalsa. También existe el proyecto para hacer funcionar con renovables la planta del municipio grancanario de Agüimes. El ahorro de energía en la desalación es sin duda uno de los factores principales que nos deben ayudar a ganar eficiencia en el sistema. De hecho, hay numerosos proyectos de sistemas minieólicos y fotovoltaicos para la depuración, desalinización y potabilización de aguas, que sirven para atender a núcleos de población aislados y que forman parte de varios proyectos de colaboración de Canarias con África.
El proyecto de El Hierro, abastecida con renovables, ¿será viable algún día en todas las islas?
Es difícil a corto plazo. Desde luego, nuestra meta es lograr que todo nuestro territorio se abastezca con energía 100% renovable, pero no es lo mismo suministrar a unos 10.000 habitantes en El Hierro, que a los más de 800.000 de Tenerife o Gran Canaria. Además, ese proyecto se basa en una central hidroeólica, que permite almacenar el exceso de energía que producen los aerogeneradores en forma de energía potencial, con el bombeo de agua a un depósito en altura. Estamos estudiando crear centrales similares en casi todas las islas, pero en Fuerteventura, por ejemplo, no existen alturas suficientes con las características precisas para construir una de ellas.