Estos días hemos asistido en Viena a uno de los foros globales más importantes relacionados con la energía. ¿Cómo valora VD que no haya acudido ningún representante del gobierno español?
Es un momento difícil de la política española, pero esto no debería disminuir el importantísimo papel que la economía española ha tenido y creo que va continuar teniendo en el tema de las energías renovables. Afortunadamente, tenemos unas potencialidades importantes en renovables –viento, energía solar, hidráulica, etc.– y yo creo que tenemos que hacer valer nuestros conocimientos y nuestra experiencia.
España ha hecho el 50% de las patentes en energías renovables pero el sector se está desmantelando…
Esto es fruto de unas circunstancias que espero sean temporales y que se puedan recuperar.
En su etapa de alcalde de Barcelona impulsó proyectos tan emblemáticos como Barcelona22@, donde se celebró el segundo Foro Mundial Urbano de Naciones Unidas. o el Plan Metropolitano de Gestión de Residuos Urbanos, que condujo al cierre del vertedero de residuos del Garraf (primer emisor de CO2 de la región). Ahora aporta sus conocimientos a UN-Habitat. ¿Podría explicarnos cuáles son las claves principales de este programa?
Básicamente somos un observatorio mundial de la urbanización, medimos la temperatura mundial con respecto a los temas de la urbanización, que está en un momento difícil porque se encuentra en plena transición entre un modelo que se aplicó, básicamente, durante el siglo XX, que ahora se encuentra en crisis. Estamos entrando en un nuevo orden económico donde los servicios financieros y otros elementos juegan un papel muy importante. La urbanización está también en esta transición. Tenemos que mirar como ha evolucionado esta urbanización y cuáles son las medidas cautelares que podemos tomar cara a la urbanización del futuro que, sin duda, pasa, mientras no tengamos una opción mejor, por defender una cierta densidad, una cierta mezcla de usos y el ahorro energético como primer elemento fundamental.
¿No debería ser diferente el modelo de urbanización para los países en vías de desarrollo que tienen una población rural muy grande? ¿No habría que intentar evitar el desplazamiento y buscar un modelo de ciudad sostenible, pequeña?
No, porque la paz mundial se establece a partir de garantizar un cierto equilibrio de desarrollo entre varios continentes. En los últimos 20 años, con la globalización, hemos visto la industrialización de Asia y, queramos o no, esa industrialización tiene consecuencias en Europa, porque deslocaliza parte de nuestra industria. Por tanto, aquí hay un ejercicio de solidaridad global que cuesta mucho y es difícil de explicar pero que no tiene vuelta atrás. Vamos avanzando una sociedad global y por eso me interesa mucho el multilateralismo y la gobernanza global. Igual tarda 50 años pero tendremos que saber articular y compaginar intereses en unas realidades que cada vez son más globales. No podemos hacer política industrial proteccionista en el mundo actual. No podemos impedir la industrialización de África, estas cosas no van a pasar. Por lo tanto, tenemos que tener una cierta capacidad de estructurarnos de cara al futuro para, en Occidente, consumir menos energía y hacerlo de una forma más inteligente, y en Oriente, o en el Sur, permitir más desarrollo.
¿Qué papel pueden y deben jugar la eficiencia energética y las energías renovables en esa mejora de nuestras ciudades?
Son fundamentales, no hay escapatoria, no podemos seguir calentando el planeta. Después de todos los objetivos que nos ponemos resulta que seguimos aumentando la temperatura del planeta. Hacen falta soluciones radicales.
Hace tres años dijo: "hay que priorizar la reducción de la pobreza urbana y la sostenibilidad ambiental", ¿Hemos mejorado algo desde entonces en esas dos prioridades?
Hemos mejorado en pobreza absoluta, hemos empeorado en desigualdades. Lamentablemente, los humanos estamos fabricados para que detectemos mejor las desigualdades que las variables absolutas. Es decir, nos molesta más la diferencia con el vecino que nuestra condición objetiva y por lo tanto las diferencias de desigualdades son un fenómeno político en el que hay que poner muchísima atención porque es una fuente de inestabilidad a corto plazo.