¿Por qué se ha volcado a las renovables?
Siempre he tenido un compromiso personal muy importante con la sostenibilidad ambiental. Soy de la generación que se crió con el Rainbow Warrior, el barco de Greenpeace, en La Coruña. Lo que yo veo, especialmente con el cambio normativo (N de R: el real decreto que desarrolla el autoconsumo de electricidad en España), es toda la oportunidad que se produce. Ya hay un cambio tecnológico y hay una tecnología que es más barata que la de los combustibles fósiles, que es la fotovoltaica -también la eólica, aunque es más complicada-, y permite democratizar la energía, descentralizar, reduce la necesidad de redes de alta tensión y de las inversiones públicas, y hace que el desarrollo energético sea más barato para las familias. Eso va facilitar que la inversión y el impacto sean más rápidos en un país con alta deuda pública como España. Por eso creo que es también una oportunidad para América Latina, para África y para países menos desarrollados donde hay mucho sol.
Habla Vd de sostenibilidad ambiental ¿Estamos en la fase en la que el beneficio va de mano de la ética?
Yo creo que eso es lo que permite el cambio tecnológico, nuestra generación y todas las generaciones posteriores se han educado ya en un concepto de sostenibilidad, por lo tanto los consumidores, que es lo que le importan a las empresas, sus clientes, ya piensan en clave de sostenibilidad.
Lo que permite la revolución tecnológica y la nueva tecnología fotovoltaica es que cualquier ciudadano ya puede permitirse tener una energía más barata, de hecho las propias empresas eléctricas ya están comercializando autoconsumo fotovoltaico, y esa energía le permite ser más sostenible y hacer una aportación a la humanidad ¿Qué falta ahora? Ejecutarlo. Creo que gente como yo que tiene una presencia pública y bastante influencia en muchos medios, y todos los medios generalistas y económicos, tenemos esa responsabilidad de decirle a la gente que ya es posible y que además de hacerse un bien a sí mismo, puede hacer un bien a la sociedad y a la humanidad.
Una de las cuestiones que más se menciona es el tema del respaldo, que se asegura sólo se cumple con las planta de ciclos combinados o con las nucleares ¿Hay dos posturas al respecto entre los economistas?
El lobby petrolero maneja mucho dinero. Por lo tanto, puede haber incentivos económicos para que haya economistas que lo defiendan porque directamente estén cobrando y que haya otros que lo defiendan por convicción. A mí me da igual, yo no voy contra nadie, la posición que tengo es democrática, no estoy pidiendo que se prohíba nada ni que se limite nada. Simplemente digo que hoy la energía más barata es la fotovoltaica, si otras empresas quieren seguir promoviendo los combustibles fósiles, bueno... Yo lo que sé es que las empresas de combustibles fósiles se están pasando al fotovoltaico: Repsol ha comprado fotovoltaica y Gas Natural va invertir en fotovoltaica. Si hay economistas que siguen defendiendo una tecnología del siglo 20, allá ellos, van a quebrar.
Hace unos pocos años, usted afirmó que el debate sobre la energía en España es muy paleto ¿Lo sigue siendo?
Desde 2015 para aquí el coste de una placa fotovoltaica se ha reducido un 40 %, ya era casi rentable entonces. Siempre fui muy crítico con el impuesto al sol y toda la regulación del Partido Popular. El nuevo decreto del Gobierno, aunque es verdad que falta el reglamento, ya es un impulso importante a las renovables y especialmente al autoconsumo fotovoltaico. Y creo que hay que dar más impulso todavía, por ejemplo, los gobiernos deberían dar ejemplo poniéndose placas en sus propios edificios.
Pues en España hay unos 8 millones y medio de edificios… ¿Se debería animar a que se instalen en ellos sistemas fotovoltaicos del mismo modo que se hizo en su momento con las antenas digitales?
No estoy pidiendo prohibir nada, ni hacer ninguna regulación en negativo, simplemente eliminar todas las trabas, la burocracia y los problemas, y las trabas que van a poner las empresas que ya están establecidas que no quieren perder cuota de mercado, como pasó con la telefonía, cuando empezaron los móviles. Telefónica, para cambiarte de número de móvil, tardaba una semana, te dejaba sin teléfono, bueno, pues habrá eléctricas que tendrán esos incentivos ahora, el Estado está para vigilar para que eso no pase y que la nueva competencia y la nueva economía de mercado compitan en condiciones de igualdad. Si es más barato poner fotovoltaica pues esa tecnología se va a imponer y con eso ayudaremos a tener ciudades y un planeta sostenible.
¿Qué incidencia puede tener a nivel macroeconómico?
España importa 40 mil millones de euros al año en gas y en petróleo... El problema lo va a tener Argelia o los países productores y Arabia Saudí, que son los que nos venden el petróleo, pero si nosotros nos ahorramos, supongamos que la mitad de eso en los próximos cinco años, eso son 20 mil millones de euros que se van a quedar en España todos los años en manos de las familias que se pongan las placas de autoconsumo, en manos de las empresas que se pongan las placas, eso harán las empresas más competitivas. Por primera vez desde el siglo XVIII de la Revolución Industrial, España está en condiciones de hacer una política industrial ofertando suelo industrial con una electricidad más barata que nuestros socios europeos con fotovoltaica. Porque producir un megavatio de electricidad en España vale 30 euros y en Francia y Alemania 40 y en el Reino Unido 60. Eso es política industrial, lo que antes nos penalizaba por una electricidad cara ahora es una ventaja competitiva porque la nueva tecnología es solar y España tiene sol.
¿Cómo convencería a una comunidad de vecinos para que se coloque un sistema de autoconsumo?
Que pida precio, que pida una oferta de cuánto le costaría hacer el autoconsumo. Por ejemplo, en un evento reciente que montamos en el Ayuntamiento de Madrid en el invernadero de Arganzuela, vino una empresa solar y presentó a una comunidad de vecinos de la ciudad que había realizado un proyecto de autoconsumo fotovoltaico mediante el cual reducían en un 70 % la factura de la luz. Y con la deducción del IBI del Ayuntamiento prácticamente en menos de tres años habían amortizado la inversión de unas placas que duran 20 o 25 años. Eso es lo que podemos aportar los economistas, decirle a la gente que empiece a mirar sus números y que además piense que encima de que se hace un bien a sí mismo está haciendo un bien a la sociedad y a la futuras generaciones.
¿Hace falta un pacto de la energía en España?
Estamos en un momento de mucha fragmentación política desde el año 2015, y hemos visto que es muy difícil sacar leyes en España. Yo me he leído los cinco programas de los cinco partidos y en lo único, de las pocas cosas en que están de acuerdo, es en desarrollar el autoconsumo fotovoltaico y las renovables. De hecho, de las pocas leyes que ha sacado el gobierno de Pedro Sánchez los 10 meses que ha estado gobernado, de las muy poquitas, ha sido el decreto de autoconsumo que ha sido votado por Ciudadanos y por el PP. Bueno, pues sigamos en esa línea.
Sería un muy buen mensaje para la ciudadanía el llegar a un consenso de ese tipo, ¿no?
Totalmente de acuerdo, sería muy bueno que se siga en esa línea y que los ciudadanos vean que, dentro de las diferencias, hay cosas donde los políticos se pueden poner de acuerdo. Eso ayudaría a recuperar la imagen de la política.
¿Las renovables pueden ayudar a impulsar la economía española entonces?
La tecnología ya está, que la inversión se haga privada, porque la tienen que hacer las empresas y las familias, y con ello van a crear miles de empleos en la instalación de placas por todo el país. Además, podemos atraer industrias europeas para producir electricidad más barata aquí, y en determinadas zonas y en determinados segmentos les permitiremos producirse ellos mismo la electricidad a un precio muy barato sin cargas anteriores. Eso podría evitar, por ejemplo, que Alcoa se vaya de España.
¿Qué pasa con las 60 mil familias familia que se volcaron a la fotovoltaica?
Habrá que llegar a un acuerdo, eso es un error conjunto, porque verdad que nadie forzó a las familias a tomar una decisión equivocada.
Pero les ofrecieron unas condiciones que después no se respetaron...
(El ex presidente de EE. UU.) Obama hizo un plan que con el tema de las hipotecas en 2008, que hizo que el Estado y los bancos asumieran una parte de la pérdida, de manera que las familias se quedaron con una renta que pueden pagar. Bueno, (con el tema de la inversión fotovoltaica de las familias) se ve dónde está el precio de la tecnología, cuánto cuesta producir de verdad y cuánto costaría reestructurar esa deuda, y se hace un acuerdo tripartito, de manera que las tres partes asumen una pérdida. Lo que no puede ser es que haya una legislación internacional que favorece a fondos internacionales que invirtieron en renovables en España y a los de tu país no se los estés aplicando. Habrá que aplicar alguna medida razonable para que estén en igualdad de condiciones.
¿Por qué apoya tanto el autoconsumo y las renovables?
Porque en España va a generar mucho empleo y de lo que tenemos que preocuparnos es que haya una política industrial y tecnología para que se paguen buenos salarios.
Que haya formación profesional, que haya escuelas de ingeniería vinculadas, que la tecnología se empiece a incorporar y no solo aquí. Que las empresas españolas se conviertan en multinacionales y se vayan por el mundo, que se hagan grandes empresas con sede aquí.
El cambio climático es un reto que afecta a todos los ciudadanos del planeta, pero para España además de un reto es una gran oportunidad, y nosotros no podemos permitirnos perder esa oportunidad.
Esta entrevista se puede leer también en el número de junio de Energías Renovables (ER182)