“Los océanos son la fuente primaria de vida vida sobre la Tierra, pero seguimos saqueando su riqueza y poniendo en peligro su futuro y el nuestro”, ha dicho Lasse Gustavsson, director ejecutivo de Oceana en Europa. “Oceana envía una advertencia clara: solo los humanos pueden resolver los problemas creados por los humanos. Hay acciones clave que líderes mundiales, autoridades, industria y ciudadanos pueden emprender en 2016 para empezar a detener el declive de los océanos”. Las diez acciones clave que propone Oceana para 2016, acciones "que podrían cambiar el futuro de los océanos", son las siguientes.
1. Proteger y gestionar hábitats y especies vulnerables. Gobiernos de todo el mundo acordaron proteger el 10% de los océanos en 2020 de acuerdo con el Convenio sobre la Diversidad Biológica de la ONU.
2. No capturar más de lo que el mar puede reponer. Pensar a largo plazo: los gobiernos deben gestionar la pesca de forma sostenible y de acuerdo con la ciencia, los ciudadanos deberían tomar decisiones adecuadas y sostenibles como consumidores.
3. Evitar capturas no deseadas. Mejorar la selectividad de las artes de pesca para reducir las capturas accidentales y los descartes.
4. Terminar con la pesca ilegal y exigir responsabilidades legales a sus beneficiarios. La pesca ilegal, no declarada y no reglamentada pone en peligro el sustento de los pescadores honrados y a las especies y hlábitats marinos amenazados, e imposibilita gestionar bien los stocks pesqueros.
5. Defender las profundidades. Los hábitats profundos albergan especies vulnerables con escasa descendencia que pueden sufrir pérdidas irreversibles debido a actividades destructivas. Merecen protección.
6. Actuar contra el cambio climático. Los océanos están calentándose y acidificándose debido al cambio climático. Esto obliga a las especies a emigrar e invadir otros ecosistemas, y acaba con corales y con animales con concha. El impacto sobre las localidades costeras es impredecible, pero catastrófico en todos los casos.
7. Luchar por un mar limpio. Reciclar y reutilizar para generar menos basura y evitar que llegue al mar. Los residuos ya se encuentran en todas partes: desde microplásticos en el pescado a restos en zonas profundas e inexploradas hasta recientemente.
8. Ir a energías limpias. Los océanos son fuente de energías renovables (mareas, olas, viento), y en contrapartida reciben vertidos de petróleo y combustibles.
9. Invertir más en investigación marina. Probablemente sabemos más de la luna que de los océanos. Necesitamos una mayor comprensión del funcionamiento de los ecosistemas para evaluar mejor sus amenazas y actuar antes de que sea tarde. Y no solo eso: ¡hay miles de especies por descubrir!
10. Concienciar sobre el mar. Los océanos no son una anécdota, sino el 71% de la superficie del planeta. Deben estar en el centro de la política e incluso de nuestros pensamientos.