Los sistemas que se están probando forman parte de una estación de monitoreo de mamíferos marinos anclada en el fondo del mar, en el noreste de Escocia, según informa Hydro International. Utilizando técnicas de rastreo acústico pasivo y activo, la estación va a recoger datos sobre los movimientos submarinos de los mamíferos marinos alrededor de las turbinas mareomotrices en funcionamiento.
Estos datos serán utilizados por los desarrolladores de estos equipos y las autoridades reguladoras para tomar decisiones informadas sobre el riesgo de colisión de los mamíferos con las turbinas mareomotrices y así tomar las medidas adecuadas para evitar este peligro.
"Las pruebas (realizadas hasta el momento) nos han dado confianza en la configuración actual de las turbinas y nos están ayudando a mejorar nuestro enfoque en los diseños futuros", ha declarado Michael Oswald, del Instituto Escocés de Océanos de la Universidad de St. Andrews, participante en el proyecto.
Un consorcio de varias empresas está desarrollando en este área el proyecto MeyGen, consistente en la instalación de dispositivos mareomotrices dos kilómetros mar adentro junto a isla deshabitada de Stroma, que crea un canal natural con el continente para acelerar el paso, diario, de millones de toneladas de agua que fluyen entre el Mar del Norte y el Océano Atlántico.
Un estudio mundial sobre los recursos de las mareas realizado en 2007 concluyó que los altos caudales, la profundidad media del agua y la proximidad a tierra firme hacían de este lugar del noreste escocés una zona óptima para el aprovechamiento de la energía mareomotriz.
El proyecto consta de varias fases. En la inicial se pretende desplegar cuatro turbinas de 1,5 MW, de 16 m de diámetro de rotor sumergidas en el lecho marino, como precursoras del desarrollo del proyecto restante, de 86 MW. La construcción, instalación, operación y mantenimiento de estos primeros dispositivos aportarán datos claves para avanzar en las siguientes fases y demostrar que la energía maeromotriz es viable tanto comercial como técnicamente para generar electricidad.
Se estima que la energía generada en esta primera fase será suficiente para abastecer a 2.600 hogares.