Más allá de la ambiciosa hoja de ruta y de todos los hitos que se vienen promoviendo en los últimos años en el ámbito normativo, ambiental y de financiación, con esta serie que inauguramos este mes trataremos de mostrar la visión de distintos agentes protagonistas para conocer sus proyectos y analizar, desde distintas perspectivas, el camino recorrido hasta la fecha y todo lo que queda por delante para consolidar a España como un referente en energías renovables marinas. Ya para entrar en materia, nos zambullimos a la inmensidad del océano para tratar de recopilar algunas píldoras que nos permitan entender la foto actual de las renovables marinas en España.
1. La Energía Azul, que abarca una variedad de fuentes energéticas marinas, se perfila como una pieza clave en la transformación energética a nivel nacional, europeo y global a medio y largo plazo. Más allá de su potencial en la generación de energía, estas fuentes destacan por su significativo impacto en el ámbito industrial y tecnológico, brindando una oportunidad única para impulsar el desarrollo económico, social y energético del país.
2. Se vislumbra un aumento significativo en el despliegue global de estas tecnologías en los próximos años; y, desde España, si queremos encarar el futuro con confianza y cumplir con nuestros compromisos climáticos y energéticos, debemos echar la vista al mar y dar el paso definitivo para el despliegue de las energías renovables marinas.
3. La estrategia europea establece objetivos concretos para 2030 (al menos un gigavatio instalado de wave&tidal y sesenta gigas de energía eólica marina) y también para 2050 (cuarenta y trescientos gigavatios, respectivamente)
4. Para ello, es esencial invertir en infraestructuras marino-marítimas y establecer un marco normativo apropiado y coherente con nuestra realidad que impulse las inversiones y la producción industrial de nuestro ecosistema tecnológico-empresarial respaldando, así, esta transición azul. n?Energías del mar, una larga carrera
llena de obstáculos
5. A pesar de que los océanos representan una vasta fuente de recursos energéticos de gran predictibilidad y regularidad que los hacen especialmente valiosos, está costando más de lo esperado desbloquear un recurso tan extraordinario como es la energía contenida en las olas y las corrientes.
6. A nivel tecnológico, debemos tener en cuenta que el desarrollo de un prototipo requiere de una inversión muy elevada para llevarla desde la fase inicial de concepto o idea hasta su construcción e instalación en el mar. Tan sólo los retos tecnológicos en un medio hostil como el marino a los que se viene enfrentando el sector son complejos de abordar.
7. Y si incluimos en la ecuación todos los retos normativos, administrativos y financieros con los que ha tenido que lidiar el sector para ir avanzando y logrando hitos en su larga travesía hacia el éxito (que esperamos ver plasmado en la próxima década, aunque todo dependerá del apoyo que se le preste a estas tecnologías en el presente), podremos entender la magnitud del desafío al que nos enfrentamos.
8. Por ello, hay que destacar el esfuerzo, muchas veces invisible a ojos de la sociedad, que se viene haciendo en las dos últimas décadas desde el tejido científico-tecnológico público y privado para conseguir alcanzar el objetivo, que no es otro que conseguir desbloquear esos recursos energéticos que nos ofrecen los océanos.
9. Especial reconocimiento para los Centros de Ensayo que se han ido creando en todo el planeta con el objetivo de impulsar la innovación y desarrollo de la industria energética marina, a través del necesario testeo y monitorización de los dispositivos en condiciones simuladas y/o reales para conocer su funcionamiento y respuesta a las hostilidades del medio marino.
10. Tras más de una década de existencia de los pioneros, podemos concluir que estos centros tecnológicos están siendo claves para catalizar la innovación, aportar eficiencia en el desarrollo de la I+D+i, experiencia empírica y conocimiento y, en definitiva, para crear polos tecnológicos y de innovación alrededor del medio marino.
11. A nivel de España, podemos afirmar que tanto los Centros de Ensayo en mar abierto (principalmente la Biscay Marine Energy Platform, BiMEP, y la Plataforma Oceánica de Canarias, Plocan) como los laboratorios de ensayo (Instituto de Hidráulica Ambiental de Cantabria, IHC, o HarshLab) se han convertido en verdaderos protagonistas e impulsores no sólo del sector de las Energías del Mar sino de las renovables marinas en general. Y es que, además, el papel de los Centros de Ensayo está siendo fundamental para facilitar la implementación de los primeros proyectos demostrativos, abordando retos no (sólo) tecnológicos a los que se enfrentaba el sector hace unos años y poniendo algo de luz en las tramitaciones inverosímiles e interminables que se exigían. En definitiva, haciendo I+D+i también en tramitaciones, burocracia y “permisología”.
12. En cuanto a tecnólogos españoles, disponemos de un representante en energía de las corrientes (Magallanes Renovables) empresa que se ha dedicado a perfeccionar su tecnología durante más de 15 años. Esto le ha permitido mejorar cada versión de su dispositivo de extracción de energía mareomotriz y colocarse en la pole position mundial (véanse arriba infografía e imagen real de su dispositivo ATIR 2.0).
[Bajo estas líneas, dispositivo Marmok A-5, desarrollado por la vasca IDOM, que ha superado con éxito tres inviernos en aguas abiertas del Golfo de Bizkaia].
13. En cuanto a las olas (energía undimotriz), cabe destacar a la empresa vasca IDOM (con su dispositivo Marmok-A-5 que ha superado con éxito tres inviernos en aguas abiertas del Golfo de Bizkaia, siendo el primer convertidor de olas conectado a la red en el estado español y de los primeros en el mundo) y a Wedge Global (un equipo pionero en el sector de las energías renovables, especializado en la investigación, el diseño y la innovación de sistemas de energía oceánica. Diseñó su primer prototipo a escala industrial, W1, en 2014 y estuvo durante más de cinco años instalado en aguas canarias).
14. La financiación pública para su despliegue en Europa alcanzó en 2023 un récord de 195 millones de euros, señalando un fuerte compromiso hacia proyectos de mayor envergadura. Aunque parte de esta financiación se desembolsará a lo largo de la vida útil de los proyectos, los objetivos de despliegue y el apoyo a los ingresos son claves para acelerar la expansión del sector. Sólo en el último año, los gobiernos europeos contrataron más de 70 MW de capacidad mareomotriz (corrientes) a través de planes nacionales de apoyo, y los primeros parques de energía undimotriz (olas) lograron hitos financieros y tecnológicos significativos. Estamos, según indican los datos, a las puertas del esperado arranque definitivo del sector.
[Bajo estas líneas, prototipo DemoSATH, desarrollado por la ingeniería vasca Saitec y en fase de pruebas, en el área de ensayo en mar abierto de la Biscay Marine Energy Platform, BiMEP].
15. El programa RenMarinas Demos, que pretende “situar a España como polo de referencia para el desarrollo de las energías renovables en el medio marino y como referente industrial del sector, salvaguardando un despliegue ambiental y social sostenible y ordenado”, ha otorgado 147 millones de euros de la primera convocatoria (2023) para infraestructuras de ensayo y tecnologías marinas renovables, incluyendo 12,2 millones de euros para proyectos de energía undimotriz.
16. Existen también líneas de financiación autonómicas como es el caso del País Vasco, a través del Ente Vasco de la Energía, que lanza de forma recurrente convocatorias para subvencionar actividades de demostración de prototipos de captación no sólo de energía de las olas sino también para aerogeneradores marinos flotantes en mar abierto, así como de subsistemas y componentes relacionados.
17. España, líder mundial en energía eólica terrestre, se ha consolidado como uno de los principales centros europeos de conocimiento en energías renovables. Gracias al tejido tecnológico e innovador, a la red de infraestructuras de referencia internacional para el desarrollo tecnológico de las energías marinas (y en particular de la tecnología flotante) y a nuestras capacidades industriales, nuestro sector empresarial ha demostrado una notable capacidad de adaptación y liderazgo en las energías renovables marinas. Prueba de ello es que ahora mismo somos uno de los países en los que se están desarrollando mayor número de diseños innovadores de plataformas flotantes en alta mar.
[Bajo estas líneas, prototipo Penguin2, de Wello Oi, también ensayado en BiMEP].
18. Además, España cuenta con una industria naval robusta, un sector marítimo-portuario desarrollado, capacidades de ingeniería civil y un ecosistema industrial de materiales y equipamientos que pueden dar soporte al crecimiento de las energías renovables marinas. Las industrias eólica, siderúrgica y naval españolas, junto con los promotores y proveedores de bienes y servicios, ya han desempeñado un papel clave en la creación y operación de numerosos parques eólicos marinos en todo el mundo. Podemos asegurar que estamos muy bien posicionados para liderar la eólica marina flotante. Hagámoslo.
Retos para los próximos años
El despliegue de las energías renovables marinas plantea una serie de desafíos que hay que abordar desde ya de forma estricta y multidisciplinar para garantizar el despliegue y la aceptación de los proyectos renovables marinos. Retos que abarcan desde la mejora de infraestructuras y capacidades industriales hasta aspectos financieros, regulatorios y ambientales. Es de vital importancia abordarlos de forma seria y transparente para atender a las demandas de la sociedad en busca de consensos que no comprometan el éxito de proyectos que aportarán grandes beneficios para la sociedad.
19. A nivel de regulación. Es crucial que España continúe desarrollando el marco regulatorio para la inversión y el desarrollo de proyectos de energías renovables marinas. La estabilidad y previsibilidad del marco regulatorio serán claves para atraer inversiones a largo plazo, al igual que la coordinación entre diferentes niveles de gobierno local-regional-nacional.
20. La simplificación de los trámites administrativos, la clarificación de los derechos de uso del espacio marino y la garantía de acceso a la red eléctrica son áreas en las que hay que seguir trabajando de manera prioritaria.
21. Compromisos energéticos y de neutralidad climática. La reciente revisión de los Planes Nacionales de Energía y Clima de la UE y las que tendrán lugar en los próximos años representan una excelente oportunidad para que la Comisión Europea y los Estados Miembro sigan impulsando adecuadamente las tecnologías renovables marinas, enviando las señales de mercado adecuadas a los agentes industriales. Solo de este modo se podrán alcanzarse los objetivos de energía oceánica establecidos en la Estrategia Offshore de la UE a 2030 y 2050.
22. A nivel de financiación. La financiación sigue siendo un reto, especialmente para proyectos en etapas tempranas. Se necesita un apoyo financiero continuo y mecanismos de subsidio que atraigan inversiones privadas para seguir dando pasos en la creación de un mercado interno e impulsar así la consolidación y expansión de nuestra cadena de valor.
23. Innovación y Desarrollo Tecnológico. De igual manera, continúa siendo necesario invertir en investigación y desarrollo tecnológico para mejorar la eficiencia y reducir los costos de las tecnologías marinas, así como para explorar nuevas soluciones y diseños.
24. Minimizar impactos. El despliegue de estos proyectos debe hacerse de manera que se minimicen los impactos negativos en el medio ambiente y en las comunidades locales. Es fundamental realizar estudios de impacto ambiental detallados y fomentar la participación de las comunidades afectadas en el proceso de planificación. El uso de tecnologías de monitoreo avanzado, como hidrófonos y sistemas de detección de biodiversidad, puede ayudar a mitigar los impactos y asegurar una coexistencia armoniosa con el entorno marino.
25. Implicaciones sociales. La Directiva de ordenación del espacio marítimo exige a los Estados miembros considerar los aspectos sociales en sus planes de ordenación, mientras que la Estrategia de la UE sobre energía renovable marina enfatiza la necesidad de evitar impactos negativos en la cohesión social. Habrá que analizarlo en detalle y buscar soluciones para la aceptación social de los proyectos, de vital importancia para su éxito.
26. Respecto a la coexistencia de usos y actividades marino-marítimas. La ordenación del espacio marítimo pretende facilitar la implantación de las renovables marinas, pero no ha resuelto los conflictos intersectoriales en torno a su utilización. Se han de establecer canales y foros para el diálogo entre los diferentes sectores implicados y se ha de fomentar la colaboración y la búsqueda de sinergias entre ellos. No será tarea fácil, pero es la única solución para evitar la confrontación entre sectores, con el desgaste y la desconfianza que ello genera.
27. En términos de empleo, infraestructuras y servicios. El sector está creciendo significativamente, aumentando el número de empleados directos e indirectos. La disponibilidad de mano de obra cualificada es crucial, y nos enfrentamos a una escasez de personal capacitado. La Comisión Europea ha lanzado iniciativas, como el Pacto por las Capacidades, para promover el desarrollo de habilidades en este sector.
28. Mano de obra cualificada. La disponibilidad de personal cualificado para la instalación, operación y mantenimiento de los dispositivos e infraestructuras marinas es un desafío crucial que hay que aprovechar para invertir en formación especializada y cubrir la creciente demanda de personal cualificado fijando, además, empleo local.
29. Recursos humanos de la Administración. Habrá que analizar las capacidades actuales y dimensionar las administraciones competentes en materia de energía para abordar de forma
eficaz el previsible crecimiento del sector y la posible llegada de proyectos para análisis y aprobación.
30. Infraestructuras portuarias. Los puertos españoles han de seguir adaptando sus infraestructuras para gestionar la logística y el manejo de los grandes componentes de las instalaciones marinas, fortaleciendo la cadena de valor local y generando empleos de alta calidad. Esto incluye áreas de almacenamiento, instalaciones de ensamblaje y capacidades de carga y descarga.
31. Infraestructuras de Red Eléctrica y capacidad del sistema eléctrico para conectar e integrar eficientemente la energía generada en alta mar. Hay que planificar la capacidad de acceso y conexión a los nudos de la red eléctrica, así como los requisitos técnicos para las infraestructuras de interconexión tierra-mar.
32. Materias primas y plazos de ejecución. La creciente demanda y la situación geopolítica internacional pueden generar un posible riesgo para el suministro de materias primas que podría ralentizar el despliegue de las energías renovables marinas. Habrá que analizar los posibles escenarios a la hora de planificar el ritmo de implementación de proyectos.
33. Logística. A nivel logístico, habrá que analizar en detalle los distintos escenarios de desarrollo y fortalecer, si procede, las infraestructuras y Capacidades Industriales. España está en un camino prometedor para convertirse en líder mundial en energías renovables marinas. Sin embargo, para alcanzar plenamente este liderazgo, es necesario continuar desarrollando un marco regulatorio favorable, mejorar la coordinación y colaboración, mitigar los impactos ambientales y sociales, y asegurar una fuerza laboral capacitada. Con estas acciones, España no solo contribuirá significativamente a la lucha contra el cambio climático, sino que también impulsará su economía y creará un futuro más sostenible y resiliente.
Como iremos viendo en los próximos meses, los avances tecnológicos, la capacidad industrial y los proyectos en marcha servirán de testimonio para conocer el potencial de este país.
*Beñat Sanz es responsable de la sección Marina de la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA Marina)