La Autoridad Portuaria afirma que la energía maeromotriz a pequeña escala podría contribuir a descarbonizar las operaciones relacionadas con el río y que el emplazamiento elegido para desarrollar las pruebas permitirá a los promotores hacer ensayos a escala y a tamaño real de sus sistemas.
De acuerdo con Tanya Ferry, responsable de medio ambiente de la organización, las investigaciones realizadas hasta la fecha han demostrado que "el río podría suministrar energía a los operadores y propietarios de muelles". Añade que "aunque la tecnología tradicional de turbinas mareomotrices probablemente no sea una opción viable debido al espacio requerido", los promotores tendrán ahora la "oportunidad de probar en el Támesis otras tecnologías emergentes". Y la información obtenida a partir de estos ensayos ayudará a tomar "decisiones fundamentas de inversión en el futuro".
La responsable de medio ambiente de Port of London añade que la seguridad está garantizada. "Este emplazamiento ofrece el mejor equilibrio para realizar ensayos seguros, con el apoyo de un régimen de autorización que garantice que se evitan también los impactos negativos sobre la fauna y la ecología".
Londres no es la única gran ciudad que quiere evaluar la viabilidad de la energía mareomotriz. En Estados Unidos, el East River de Nueva York alberga en Roosevelt Island un proyecto de energía mareomotriz de Verdant Power, que lleva desarrollándose desde 2002. A finales de octubre de 2020 esta iniciativa dio un paso más cuando se instaló un nuevo conjunto de energía mareomotriz formado por tres turbinas.
Aunque el interés por los sistemas energéticos de origen marino es cada vez mayor, la aportación de estas tecnologías sigue siendo bastante reducida a día de hoy. Las cifras de Ocean Energy Europe muestran que el año pasado sólo se añadieron 260 kilovatios (kW) de capacidad mareomotriz en Europa y sólo se instalaron 200 kW de energía de las olas. Cifras minúsculas en comparación, por ejemplo, de los 14,7 gigavatios (GW) en energía eólica en Europa en 2020.