Dos mil granjas extremeñas obtendrán hidrógeno a partir de energía solar

Esta nueva línea de investigación, que está siendo desarrollada en colaboración con el Instituto de Catálisis y Petroquímica del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, persigue almacenar hidrógeno obtenido a partir de paneles fotovoltaicos en pilas de combustible para emplear su energía por la noche o en momentos de baja radiación solar.

Entre las aplicaciones que se pondrán en marcha en España el próximo año gracias a esta tecnología, también figura la puesta en circulación en Madrid y en Barcelona de autobuses propulsados por pilas de combustible, que se colocarán en el techo del vehículo y que gozarán de una autonomía de unos 200 kilómetros. El "recorrido típico diario de una línea urbana", de acuerdo con Daza.

La presidenta de APPICE, que hizo estas declaraciones en una reciente jornada celebrada en Mérida sobre el hidrógeno, explicó que entre las dificultades que plantea la implantación de las pilas de combustible está encontrar la materia a partir de la cual producir el combustible: "puede ser agua o bioetanol, entre otros muchos, pero en el primer caso se precisa más energía para la electrólisis (separar de la molécula del agua el oxígeno y el hidrógeno) que la que se va a generar, por tanto no resulta rentable". Una segunda cuestión es solucionar su distribución así como decidir si su almacenaje. En este sentido, Daza señaló que "será en forma de gas a presión, líquido o en nanotubos de carbón"

Por otro lado, Daza subrayó que España es uno de los países europeos que menos recursos dedica a la investigación de este campo. José Javier Brey, director de Greencell (filial de Abengoa), destacó, por su parte, que en la última convocatoria del programa PROFIT del Ministerio de Ciencia se destinó menos de un millón de euros "a todo lo que son energías, mientras Portugal ha invertido doce millones de euros en un año a pilas de combustible".

El Instituto de Catálisis y Petroquímica del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y el CIEMAT formaron en 1998 un grupo de trabajo para centrarse en dos tipos de investigaciones: pilas de combustible poliméricas (de baja temperatura), para su utilización en el transporte; y de carbonatos fundidos y de óxido sólido (de altatemperatura) para generación de electricidad estacionaria.

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