El sindicato Comisiones Obreras (CCOO) ha presentado este miércoles una especie de mapa acerca de la ordenación del espacio marítimo. Representantes de distintas partes del territorio han expuesto sus preocupaciones. Irene Blanco Núñez, de CCOO Andalucía, ha priorizado la participación ciudadana. “No hay inquietud positiva, es una pena. Esto es una oportunidad que no debemos de dejar pasar”, ha lamentado.
Le ha servido de ejemplo el proyecto de levantar 55 aerogeneradores a 25 kilómetros de las playas malagueñas con casi 1 gigavatio (GW) de potencia, un plan de la empresa IberBlue Wind. “Hay mucha reticencia, no se considera oportuno por el impacto ambiental”, analiza. A pesar de los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo (POEM), pide una participación real y un plan concreto. “Que estén atados de la cuna a la tumba”, puntualiza. Porque el proceso sigue hasta el final. “Tiene que haber garantías ambientales que se tienen que mantener a futuro, no puede ser que por el cambio político se deje de controlar”, destaca.
El tema es controvertido, pero hay regiones que han estado más de actualidad que otras. Fran Méndez, de la Federación de Industria de CCOO Galicia, explica que en España hay un 79% de dependencia energética, pero que en su región baja a 74% gracias a los parques eólicos. Las cifras le sirven para confirmar que necesitan a las eólicas marinas para llegar al propósito de los 3 GW en 2030. Además, le parece paradójico que se dé tanta reticencia cuando en un país como Portugal se aspira a los 10 GW. Recopilando, ha llegado a más de 20 estudios que avalan su punto de vista: “El impacto ambiental es nulo”.
Sobre Cataluña, Cristina Torre, Secretaria de Acció Sindical i Transicions Justes de la CONC, menciona la reticencia por el impacto paisajístico, entre otras cosas. “Son pocas las voces que ven instalación como oportunidad de empleo, riqueza o renta en los territorios”. Como sus compañeros, pide diálogo social. “Para liderar las transformaciones se deben defender los derechos trabajadores y trabajar para resolver la emergencia climática. Hay que hacer cosas”. Proponen tres: transición energética, economía circular y tecnología. Por último, implicar a los jóvenes sindicalmente.
Algunas dificultades son comunes, aun así, las islas son un mundo aparte. Primero, porque están a unos 2.500 kilómetros. Carmen Marrero, secretaria de Sostenibilidad y Salud Laboral de CCOO Canarias ha afirmado que hay que “cambiar la situación” energética: “El 98% es de origen fósil. No solo es cara, también somos dependientes del exterior. Con la pandemia, por ejemplo, se paró la economía. Si no llega nos quedamos aislados”. Le parece que es una oportunidad de oro, que necesitan un mix; eólica marina, y terrestre, geotérmica… “Canarias el dorado para las energías renovables de España”, ha confirmado.
Sobre las cifras, Marrero desglosa: “Se han solicitado 3.000 megavatios (MW), 20 empresas, 45 proyectos y 24 para la evaluación de impacto”. Los pros son la “climatología estable, la situación geografica ventajosa o la situación tricontinental”. En lo económico, un régimen económico y fiscal propio e incentivos a la inversión, lo que es un aliciente para las empresas. ¿Lo malo? “El exceso de burocracia”, ha admitido.
Fuera del mapa, pero siempre al borde, los trabajadores del mar. Los ha representado Juan Manuel Trujillo, Responsable de pesca de la Federación de Servicios a la Ciudadanía (FSC) de CCOO. Las reticencias se deben a algo que ya se conoce: ¿cómo afecta al empleo y a la producción pesquera inquietud compatibilizar su espacio con la energía eolica? "Culturalmente no han tenido limitaciones", aclara el portavoz. El resultado es nerviosismo. "Se siembran incertidumbres", ha zanjado. Por eso, hay que asentar las certezas, concluyen todos.
