La vicepresidenta del Gobierno de Cantabria, Eva Díaz Tezanos (a la izquierda), y el rector de la UC, Ángel Pazos (a su derecha), firmaron ayer el convenio de colaboración para la puesta en marcha de este proyecto "sin precedentes en nuestro país y que posiciona a Cantabria -según Tezanos- a la cabeza en el desarrollo de una de las tecnologías más prometedoras para la generación de energía renovable marina". Según el Gobierno de Cantabria, "esta tecnología se implantará en cinco estaciones depuradoras de aguas residuales (San Vicente, San Pantaleón, Comillas, San Román de la Llanilla y Castro Urdiales) y el objetivo es obtener energía a partir de la diferencia de salinidad entre el agua del mar y el agua tratada en las estaciones".
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La energía se utilizará para el propio abastecimiento de las estaciones, "lo que supone dar un paso fundamental hacia el autoabastecimiento energético de las depuradoras y, con ello, un avance hacia su sostenibilidad económica", según ha destacado la vicepresidenta del Gobierno de Cantabria. Tezanos ha precisado que el ahorro energético de las estaciones depuradoras de aguas residuales, con la aplicación de esta tecnología, oscilaría entre el 15% y el 25%, y ha explicado que la demanda de energía de las estaciones supone un coste anual de 3,5 millones de euros para la Comunidad Autónoma.
Cinco depuradoras, dos años
Según el Gobierno cántabro, el proyecto Gradisal se pondrá en marcha en estas cinco depuradoras durante los próximos 24 meses y va a demandar una inversión de 461.657,99 euros: "una vez analizados los resultados, se diseñará una instalación para transformar la energía de gradiente salino en energía eléctrica que estará ubicada en uno de los cinco emplazamientos piloto". Según Díaz Tezanos, este proyecto, por una parte, "abre la puerta a una tecnología de gran interés", y, por otra, avanza en la materialización "del modelo de región que queremos", un modelo en el que deben primar "la sostenibilidad medioambiental y económica, la colaboración con la Universidad y las empresas, la apuesta por las energías limpias y la innovación".
El Ejecutivo autónomo explica su proyecto
El proyecto Gradisal supone la aplicación en Cantabria y por primera vez en España de la tecnología EDR (tecnología de electrodiálisis reversa), que utiliza membranas, para la obtención de energía renovable marina mediante gradiente salino. Es decir, esta tecnología parte de la mezcla de dos corrientes de agua con diferente concentración de sal, lo que provoca liberación de energía. En el caso de Gradisal -explican desde el Gobierno-, el hecho de que la mezcla de aguas se produzca entre el agua de mar y la tratada en la depuradora y que la energía generada se vaya a emplear para el propio abastecimiento de la estación supone, además, un ejemplo de economía circular.
Las cinco depuradoras de aguas residuales en las que se pondrá en marcha esta iniciativa -informa el Gobierno- han sido elegidas por su localización estratégica costera y por su potencial de implantación de la tecnología, ya que son estaciones que disponen de tratamientos completos dotando a las aguas tratadas de alta calidad y mayor volumen de metros cúbicos tratados. El resultado final será el diseño de una instalación para transformar Energía de Gradiente Salino en energía eléctrica, que estará ubicada en una de los cinco emplazamientos piloto. Díaz Tezanos ha explicado que, si en un futuro se decide aplicar esta solución a las estaciones de la Comunidad se implantaría en las 25 que están ubicadas en núcleos de más de 5.000 habitantes.
Díaz Tezanos ha repasado las ventajas que ofrece esta tecnología. A saber: "tiene un impacto ambiental prácticamente nulo; es fácilmente escalable, por lo que se podría implementar en distintas instalaciones de forma relativamente sencilla; presenta una cierta facilidad de instalación y operación; y una producción autónoma y continua, disponible para cualquier clima y época del año. Además su producción es altamente predecible y constante".
En síntesis
Proyecto Gradisal: aprovechamiento de la Energía contenida en el Gradiente Salino (EGS) mediante la tecnología EDR (electrodiálisis reversa). La empresa Apria Systems, que actúa como socio, lo explica. "El objetivo principal del Proyecto Gradisal es la evaluación de la viabilidad técnico-económica y ambiental de la tecnología de membranas, electrodiálisis reversa, en la obtención de energía eléctrica a partir de la energía proporcionada por gradiente salino, originado en los puntos de mezcla de corrientes de agua dulce y salada en Cantabria".