El proyecto se enmarca en ERANet-LAC, red de la Unión Europea, América Latina y los países del Caribe que promueve una innovación conjunta y actividades de investigación entre los diferentes países. Con un presupuesto total de casi millón y medio de euros, Susme, que comenzó en junio de 2019 y finalizará en mayo de 2022, está liderado por la Universidad Nacional Autónoma de México e implica a tres entidades españolas -IHCantabria, Plataforma Oceánica de Canarias y Universidad de Granada-, al centro alemán Fraunhofer Gesellschaft y a las universidades americanas de Costa Rica y República de Uruguay.
Los investigadores sentarán las bases para poder aumentar la madurez tecnológica de los dispositivos hasta su implementación en condiciones marinas reales, a escala de prototipo, en las costas de Latinoamérica, según explica Javier López Lara, del grupo de Infraestructuras Costeras de IHCantabria. En términos técnicos, se pretende obtener el nivel 3 ó 4 en la escala TRL (Technology Readiness Level), creada por la NASA en los años 70 para evaluar el progreso en el desarrollo de una determinada tecnología.
“Otro objetivo importante -añade López Lara- es minimizar los costes de explotación y mantenimiento para captar la atención de las empresas y grupos inversores”. En ese sentido, el papel del instituto cántabro en este proyecto es el de transferir a la industria el conocimiento y las herramientas específicas en las que lleva trabajando a lo largo de los últimos 15 años, principalmente a través de los grupos de Clima, Energías Renovables e Ingeniería Off-Shore y de Infraestructuras Costeras.
IHCantabria está encargada de realizar la normalización de las técnicas y herramientas a utilizar en el análisis y caracterización de las condiciones meteoceanográficas en los sitios de estudio y las herramientas numéricas de pre-diseño y diseño para estudiar la funcionalidad y supervivencia de los dispositivos.
Dentro del proyecto, IHCantabria realizará la transferencia de herramientas y metodologías para el estudio de estos dispositivos a través de diferentes cursos de formación a las diferentes instituciones latinoamericanas involucradas en el proyecto. Son parte de la transferencia tecnológica realizada en el proyecto herramientas como Ameva (software para el análisis estadístico de variable ambientales), IHPropaga (software para el modelado de la transformación del oleaje) e IHFoam (software basado en la dinámica de fluidos computacional para el análisis de la interacción oleaje-estructura).
IHCantabria involucra en este proyecto a diferentes grupos del instituto, como son los grupos de Clima Marítimo y Cambio Climático, el de Ingeniería Offshore y Energías Marinas y el de Hidrodinámica e Infraestructuras Costeras, que, mediante el uso de métodos computacionales y de las instalaciones experimentales, como el CCOB, han permitido el desarrollo científico y la transferencia tecnológica al sector productivo en este campo.
Javier López Lara, gupo de Infraestructuras Costeras de IHCantabria: "algunas de las aportaciones son herramientas específicas para el análisis estadístico de las variables meteoceánicas, análisis de la propagación del oleaje en alta mar para definir la capacidad o potencial energético para la sustracción, y analizar y optimizar los dispositivos tanto en su trabajo diario para la extracción de la energía, como su capacidad de supervivencia frente a la acción de los temporales"
Proyecto cooperativo
Según IHCantabria, dentro Susme se ha llevado a cabo el análisis de los datos derivados de ensayos de laboratorio realizados por los socios del proyecto, "que se han utilizado para diseñar los componentes, subsistemas y dispositivos de conexión a la red, de forma que contribuyan a la reducción de la brecha de comercialización, e incrementen el interés de la industria de los dispositivos estudiados".
El conocimiento compartido de todos los miembros del proyecto -añaden desde el Instituto cántabro- se canaliza en Susme "para permitir el desarrollo de las tecnologías, así como para futuras cooperaciones, ya que los resultados sentarán las bases para aprovechar el recurso oceánico en diferentes regiones de Latinoamérica".
[En la imagen, los investigadores Gabriel Díaz-Hernández (izquierda) y Javier López Lara].
