Este proyecto, situado en el canal marino que separa las islas de Jura e Islay, en la costa occidental de Escocia, incluirá hasta cuatro turbinas Alstom de 1MW. Una de estas turbinas está ya en fase experimental en el Centro Europeo de Energías Marinas de Orkney. Una vez en explotación, el proyecto del estrecho de Islay –que cuenta con poderosas corrientes marinas y capacidad de conexión a la red eléctrica– se convertirá en el mayor parque de energía mareomotriz del mundo, con una capacidad instalada de 10 MW.
“La participación de Alstom en el proyecto de Islay impulsará el desarrollo del sector de las energías marinas y favorecerá el perfeccionamiento de las principales tecnologías, así como su implantación a escala industrial”, ha señalado Simon Christian, director gerente de ScottishPower Renewables.
El director de desarrollo de la División Marina de Alstom, Rob Stevenson, ha destacado, por su parte, que el proyecto de Islay supone una excelente oportunidad de demostrar la efectividad de esta tecnología: “El potencial de la energía marina de Reino Unido es enorme y contamos con dispositivos que permitirán a nuestros clientes explotar este recurso”.
El programa de construcción del proyecto de Islay contempla la instalación de las primeras turbinas a finales de 2015 y su puesta en marcha en 2016. La vida útil del proyecto es de 25 años y su curva de aprendizaje permitirá verificar factores como el mantenimiento de los dispositivos y la implantación de sistemas para analizar su rendimiento, pasos necesarios para el desarrollo a gran escala de la tecnología. De hecho, Iberdrola planea llevar a cabo una planta de energía mareomotriz de 96 megavatios (MW) en Duncansby, en aguas de la costa norte de Caithness, también en Escocia.
Una turbina fácil de trasnportar
La turbina mareomotriz de Alstom consiste en un rotor de tres aspas de 18 metros de diámetro, un tren de transmisión y la electrónica de potencia. La góndola, con 22 metros de longitud y un peso inferior a las 150 toneladas, está sujeta a unos cimientos anclados en el fondo marino.
De acuerdo con la empresa, entre las características del dispositivo destacan, en primer lugar, su sencillez y facilidad de transporte. Su capacidad de flotación permite, además, su instalación y desmontaje en un solo ciclo de mareas, lo cual reduce los costes de instalación y mantenimiento. La góndola puede rotar sobre su eje en función de la dirección de la marea, gestionando la pleamar y la bajamar de forma independiente y maximizando la producción de energía. El diseño de las aspas permite modificar su posición para controlar la carga de la turbina y optimizar las condiciones de las corrientes en el emplazamiento.