En esa carta se anuncia que “hemos tomado la difícil decisión de abandonar el negocio”, refiriéndose a las actividades solares que mantenía la compañía. Una determinación complicada después de cerca de 40 años “de compromiso con la energía solar”. En el texto se explica que los principales mercados de energía solar a nivel mundial han experimentado cambios profundos durante los últimos años y se reconoce que BP no ha sido capaz de generar los márgenes necesarios como para mantener el negocio solar.
BP anuncia en el correo interno a sus empleados que durante los próximos meses completará los proyectos que desarrolla actualmente y tomará las medidas necesarias para transferir sus obligaciones y activos. De la misma manera, lamenta el impacto que tendrá en aproximadamente 100 trabajadores a quienes anuncia medidas de apoyo para encontrar alternativas a BP, y con las prestaciones por desempleo.
España ya vivió el adiós industrial de BP
BP Solar cerró en la primavera de 2009 la fábrica de células y la planta de montaje que tenía en Madrid, medidas que afectaron a 480 trabajadores. Entonces la compañía explicó que la medida era “parte de la estrategia global de BP Solar para lograr una posición competitiva a nivel mundial”. Sus planes eran “reestructurar las actividades de producción a fin de reducir los costes y mejorar su competitividad globalmente”.
Ahora, dos años después, BP abandona la energía solar a nivel internacional. En la carta enviada a sus empleados, asegura que mantiene su compromiso con las energías renovables y recuerda tres actuaciones llevadas a cabo a lo largo de 2011 en materia de biocombustibles con la adquisición de la Companhia Nacional de Açúcar e Álcool (CNAA), el aumento de la participación en Tropical BioEnergia SA y la instalación de tres parques eólicos en Estados Unidos.