La multinacional danesa Vestas ha hecho pública su intención de implantar “una unidad industrial” en Angola en 2012. La medida formaría parte de un plan de expansión en el continente africano que incluiría asimismo la entrada de Vestas en el mercado de Mozambique. El anuncio ha sido hecho por el consejero delegado de Vestas Portugal, Mário de Graviria Forbian, durante un foro angoleño-danés celebrado en Luanda, según recogen medios de la prensa local.
Para Graviria, el atractivo de Angola radica en su “estabilidad económica y política así como en la capacidad financiera del país”. En el caso de Mozambique, la clave del interés de Vestas se hallaría en la existencia de un fondo estatal dedicado al desarrollo de las energías renovables. La apuesta de Vestas por Angola y Mozambique no constituye la primera señal del interés de la multinacional danesa por África. Ya el pasado catorce de diciembre, Vestas anunciaba un contrato de 25,5 MW en Cabo Verde, archipiélago asimismo lusófono (en Angola y Mozambique el portugués también es el idioma oficial) situado frente a las costas occidentales del continente negro.
Pero el interés por los mercados africanos –que Energías Renovables ha ido recogiendo a lo largo de los últimos meses– no se restringe a Vestas. Antes al contrario, son numerosos ya los actores presentes en aquel continente. Así, por ejemplo, el promotor estadounidense Terra Energy Developers, que ha suscrito un acuerdo de entendimiento con la eléctrica Ethiopian Electric Power Corporation para la construcción de un parque de 400 MW en Debre Berhan, 130 kilómetros al norte de la capital, Adís Abeba. También en Etiopía se ha fijado el fabricante chino Goldwin, que consiguió allí, en enero, un contrato de 76,5 MW a través de la división internacional de la empresa, también asiática, HydroChina. Más al sur, el gobierno tanzano anunciaba recientemente un contrato por valor de 50 MW. Y, más aún, la propia Goldwin ha abierto oficinas en Suráfrica, mientras en Lesoto, pequeño reino independiente inscrito en Suráfrica, el gobierno anunciaba, en diciembre, la firma de un acuerdo con los promotores Netgroup, surafricano, y Powerdev, para construir un parque de 30 MW, previsiblemente antes de finales de 2011.
No son los únicos ejemplos. Hay más. Así, Nigeria, cuyo ministro de Ciencia y Tecnología anunciara a principios de año que unos 200 MW se encuentran ya en fase de desarrollo en diversas zonas del país; Senegal, donde se ha iniciado la construcción de 175 MW, 125 de los cuales entrarán en servicio en 2011; Argelia, que ya ha concedido permisos para la construcción de un parque de 10 MW; Egipto, uno de cuyos principales promotores –El Sewedy– ha iniciado negociaciones con el gobierno de Ghana para la instalación de 50 MW; o Kenia, donde un consorcio formado por Iberdrola Ingeniería y Gamesa se ha adjudicado un contrato para la construcción de un parque eólico de 13,6 megavatios (MW) de potencia por 20 millones de euros. La instalación se ubicará en la localidad de Ngong, a unos 30 kilómetros de Nairobi y el plazo de ejecución de las obras será de 18 meses.
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