Zaragoza cumplió el año pasado con los valores marcados por la UE para medir la polución y la calidad del aire. Según la directiva europea, en 2010 la ciudad registró unos niveles de contaminación por partículas en suspensión (PM10) inferiores a los de otros años, bajó los índices de dióxido de azufre y de dióxido de nitrógeno -entre 26 y 38 cuando el máximo es 40- y no se superaron los 25 días de tope al año establecidos para calcular el impacto en la capa de ozono.
Todo ello ha dado como resultado que el aire que se respira ahora en la ciudad sea de mejor calidad que en 2008. Para lograrlo el consistorio ha ido aprobando una serie de medidas que se han implantado en los últimos años en la ciudad y que van desde la creación de una red de carriles bici a la limitación de la velocidad máxima a 30 km/hora en vías de un solo carril, pasando por las restricciones parciales del tráfico en el casco histórico y la puesta en marcha del tren de cercanías y próximamente del tranvía, un sistema de transporte público que permitirá descongestionar el tráfico y reducir, según los cálculos hechos por el Ayuntamiento, las emisiones de dióxido de carbono en 275.000 kilogramos al año y el monóxido de carbono en 524 kilogramos.
El 40% de los autobuses que circulan por el núcleo urbano de Zaragoza lo hacen con biogás como combustible, el 3% de los desplazamientos a los trabajos se realizan en bicicleta y la flota de taxis cuenta con alrededor de una veintena de vehículos híbridos. Ante estos datos, la eficiencia energética y las energías renovables se postulan como las mejores apuestas de cara al futuro. Hasta el momento se han ido sustituyendo las calderas de carbón y gasoil por las de gas, pero la iniciativa del Ayuntamiento va más allá y se prevé la aprobación de políticas de eficiencia energética en las viviendas de nueva construcción y la apuesta por la edificación de urbanizaciones bioclimáticas. El coche eléctrico es otra de las apuestas del Consistorio, que para promocionar su uso entre los particulares ha instalado varios cargadores en los aparcamientos públicos. En el futuro, también quiere extender estos cargadores a las zonas azules de la ciudad.
La capital de Aragón cuenta desde 1990 con varias estaciones de medición y un panel informativo de contaminación atmosférica. Los datos que se registran en él se generan con los niveles obtenidos en cada una de las estaciones remotas que forman la Red Automática de Control de la Contaminación Atmosférica, y que están ubicadas en las zonas de El Picarral, Roger de Flor y Renovales, Jaime Ferrán, avenida de Navarra, centro y Las Fuentes.
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