Viviendas bioclimáticas en Barcelona para jóvenes.

El promotor garantiza "por contrato" a los ocupantes de la vivienda un ahorro del 60% en la energía que se utiliza para calentar el agua. Esto es posible gracias a los sistemas de centrales térmicas comunitarias que incorporan cada uno de los edificios de las Vores del Cinturó y que funcionan con energía solar. Además de placas solares, estos edificios incorporan otros mecanismos ahorradores de agua y energía, como los grifos y cisternas de bajo consumo, electrodomésticos biotérmicos con tomas de agua fría y caliente, bombillas compactas, ascensores de bajo consumo energético, detectores de presencia que solo encienden las luces en las zonas comunes cuando hay una persona, etc.

Los criterios ecológicos aplicados encarecen los costes de las viviendas un 5%, según el Patronato Municipal de la Vivienda de Barcelona. Sin embargo, pero este gasto mayor se compensa rápidamente por el ahorro de recursos. La mayor parte del sobrecoste se debe a las placas solares térmicas, aunque también influyen en el precio final los ascensores de bajo consumo y los materiales ecológicos utilizados en la construcción. No obstante, según Fernando Aranda, "la mayoría de materiales ecológicos se encuentran fácilmente en el mercado y a precios razonables, y los que hoy son mas caros se equipararán en pocos años y a medida que este tipo de construcción se vaya generalizando".

El Patronato Municipal de la Vivienda de Barcelona pretende continuar con esta política y que todos sus proyectos sigan en la línea de la arquitectura respetuosa del medio ambiente. De hecho, ya se han licitado tres nuevos edificios de viviendas bioclimáticas, dos en la calle de Llobregós (Horta-Guinardó) y uno en la plaza de Sant Cristófol (Zona Franca).

Según un estudio realizado por el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat), la arquitectura bioclimática, es decir las técnicas de construcción que aprovechan las condiciones ambientales y los recursos naturales para minimizar el consumo energético de las viviendas, puede reducir hasta un 50% la demanda de energía. En este ahorro influyen desde los planteamientos del proyecto, como una orientación adecuada de la vivienda o el uso de la vegetación del entorno, hasta los materiales empleados. Estas técnicas de construcción serán fundamentales para las nuevas edificaciones que quieran obtener la certificación de su eficiencia energética, una credencial que será obligatoria para todos los edificios de nueva construcción y que facilitará a los usuarios conocer el coste de manutención de sus viviendas. Los edificios españoles emiten 31,3 millones de toneladas anuales de CO2, compuesto responsable del cambio climático.