La Agencia de Ecología Urbana de Barcelona (BCNecologia) es un consorcio público integrado por el Ayuntamiento de Barcelona, el Área Metropolitana de Barcelona y la Diputación de Barcelona, que se ha propuesto repensar las ciudades en clave de sostenibilidad. Y que realiza proyectos destinados a instituciones públicas, fundaciones, organizaciones y empresas de ámbito nacional e internacional.
¿Qué tipo de proyectos? Por ejemplo, una ventana. Pero una ventana doble que consigue, a través de un sistema móvil y una cortina translúcida, aprovechar la energía solar y las condiciones climáticas para aumentar el confort dentro del edificio y reducir en torno al 20-25% el consumo energético en climatización e iluminación. Este proyecto ha sido seleccionado finalista para el concurso Urban Lab Challenge sobre eficiencia energética en edificios municipales. El premio se ha entregado hoy en el Smart City Expo World Congress de Barcelona.
Las ventanas actuales desperdician la energía solar. Si el sol da directamente, la persiana bajada tapa la iluminación natural y se recalienta, por lo que hay que encender la luz y el aire acondicionado. Si es invierno, el plástico y la caja de la persiana dejan que se filtre el frío. Las ventanas convencionales, de hecho, no han avanzado mucho desde la incorporación de la persiana enrollable de plástico. A pesar de ofrecer algunas ventajas, como cierto aislamiento extra cuando persiana y ventana están cerradas, este sistema desaprovecha la luz solar y el calor ambiental.
La doble ventana de BCNecologia está compuesta por una primera ventana deslizante de arriba abajo que da al exterior, una segunda ventana abatible en el interior y una cortina entre ambas ventanas para difuminar la luz y conseguir una iluminación natural. El proyecto en cuestión se denomina “Mejora del comportamiento termolumínico en edificios a través de ventanas dobles con cortina traslúcida”.
La piel del edificio
La idea de la piel de un edificio suele estar en la literatura que manejan los arquitectos cada vez que tratan sobre cubiertas y fachadas. Las opciones que la nueva ventana ofrece para transferir la energía térmica y lumínica, convierten este sistema en “una verdadera piel del edificio que se adapta dinámicamente a las condiciones externas para ofrecer el máximo confort interior de manera eficiente. Con la implementación de este sistema, se pueden conseguir ahorros de entre un 20 y un 25% en el consumo de energía”.
Mediante varias combinaciones, la doble ventana gestiona la energía según la época del año (invierno/verano) y según la radiación solar (directa/difusa). Por ejemplo, durante el invierno, se abre la ventana interior abatible y el calor acumulado entre ambas ventanas se transfiere al interior del edificio, aumentando la temperatura ambiente de manera natural. En verano, la cortina translúcida permite una buena iluminación interior difusa, perfecta para la iluminación ambiente, y se evita de esta manera tener que encender las luces, situación que se da actualmente cuando se bajan las persianas para protegerse de la luz solar directa. Con luz indirecta, ambas ventanas se mantienen abiertas, permitiendo la ventilación cruzada del edificio.
El sistema, basado en el funcionamiento dinámico de las ventanas, admite ser controlado tanto manual como automáticamente. “La automatización de la doble ventana mediante los sistemas domóticos de un edificio abre la posibilidad de conseguir importantes ahorros de energía en climatización e iluminación eléctrica, ya que las ventanas responden de manera coordinada según aspectos como la orientación de la fachada, la radiación solar existente o la estación del año”.
La instalación de la doble ventana es muy similar a la de una doble ventana convencional, pero al ser móvil ofrece muchas más prestaciones. También evita la instalación de la caja de la persiana, elemento que actualmente provoca pérdidas importantes de calor interior –cuya tendencia es a subir hacia el techo, justo donde se sitúa la caja– y deja pasar el frío del exterior.