Hace un año, el 26 de septiembre de 2015, se dio el primer paso con la introducción en el mercado de seis países de la UE del etiquetado energético para sistemas de calefacción y agua caliente, en función de su rendimiento combinado y no solo de cada productor individualmente, y así facilitar la elección por parte de los consumidores.
Estif, la Federación de la Industria Solar Térmica Europea, considera que este enfoque innovador facilita la comparación entre sistemas de calefacción y pone de relieve las ventaja de optar por sistemas que utilizan fuentes de energía renovables, como los colectores solares térmicos.
"Con el fin de reducir nuestras facturas de energía y las emisiones de CO2, necesitamos sistemas de calentamiento de agua que utilizan menos combustibles fósiles o electricidad, proporcionando la misma comodidad", señala Robin Welling, presidente de Estif. Y añade: “El etiquetado combinado de calefacción y agua caliente es una herramienta fácil de entender, que permite a los consumidores tomar decisiones con mayor conocimiento”.
La etiqueta, que debe ser proporcionada por el fabricante, el distribuidor autorizado o el propio instalador, sigue las mismas reglas utilizadas en otros productos de uso diario, tales como lavadoras, frigoríficos, etc. La solución más eficiente en la A+++, y la menor la G. Sólo los sistemas de calefacción basados en renovables alcanzan las categoría A+ o superior.
La industria del sector ha desarrollado, además, una herramienta online, el proyecto LabelPack A+ (financiado por la CE), para facilitar la aplicación y el conocimiento por part de los instaladores de este nuevo etiquetado y ahora iniciarán una segunda etapa con el objetivo de que también sea conocida por autoridades públicas y organizaciones ciudadanas.
Estif considera, en cualquier caso, que queda un largo camino por recorrer para que la etiqueta llegue a los consumidores de toda Europa