Lo dice Creara, la consultora, que ha estudiado el caso Flash Flash Madrid gracias a un proyecto financiado parcialmente por el programa para pymes Innoempresa 2009 (del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio). En este caso, la subvención ha sido gestionada por la Asociación Española para la Calidad (AEC), mientras que otra parte de la financiación ha sido abordada por el propio restaurante. Más allá del caso concreto, no obstante, Creara asegura que "hoteles y restaurantes podrían recortar en torno a un 10% su consumo energético y conseguir importantes ahorros económicos con planes de eficiencia". La consultora estima que alrededor del 60% del consumo energético de una empresa de restauración se debe a la maquinaria existente (cocinas, principalmente), mientras que cerca de otro 25% se gasta en climatización (calefacción y aire acondicionado).
Las medidas recomendadas para el restaurante Flash Flash por los técnicos de Creara consisten principalmente en la regulación de la temperatura de acuerdo con las indicaciones del Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE), la mejora en la gestión de los electrodomésticos, el uso de perlizadores en los grifos, la instalación de balastos electrónicos, la sustitución de halógenos por fluorescentes eficientes o la adopción de equipos para eliminar el modo espera (stand by). Todas estas medidas se amortizarían –dice Creara– en el plazo de un año "y no suponen impacto negativo alguno en la actividad del establecimiento".
Según la consultora, el gasto energético de las empresas de restauración es una de las partidas más importantes dentro de los servicios exteriores "y, por tanto, debe ser objeto de estudio prioritario por parte de los empresarios del sector con el objetivo de reducir su consumo energético; esto redundará en un abaratamiento de sus costes y, por tanto, conseguirán ser más competitivos en el mercado". Pero, para a empezar a ahorrar –continúa Creara– "lo primero es saber cuánto se consume y en qué, y, para determinarlo, se realizan las auditorías energéticas, cuyas conclusiones sirven para diseñar planes de ahorro y eficiencia energética con las medidas más adecuadas para cada caso".
En este sentido, Creara quiere "recordar que en el Plan Energético de la Comunidad de Madrid 2004-2012 se configuran una serie de actuaciones con el objetivo de gastar menos (ahorro) y gastar mejor (eficiencia)". Estas actuaciones, añaden desde la consultora, están englobadas en un Plan Integral de Ahorro y Eficiencia Energética que busca reducir progresivamente la demanda de energía total prevista, y alcanzar para el año 2012 una disminución del 10% respecto de la tendencia del consumo. Además –concluye–, a través de entidades como el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE) o el Instituto de Crédito Oficial (ICO), existen ayudas y subvenciones a proyectos y empresas que decidan reducir sus consumos de energía y, como consecuencia de ello, su impacto medioambiental, como por ejemplo durante el pasado año el Plan Renove Turismo.
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