Adecuar, en la medida de lo posible, la forma de actuar y de entender el entorno de manera sostenible. Así lo recomienda ACI en este documento, en el que busca plantear una serie de estrategias para poder sacar el mayor rendimiento de las prácticas sostenibles que regirán gran parte del sector de ahora en adelante. La asociación defiende, además, la sostenibilidad como elemento diferenciador en el mercado actual, aportando beneficios tangibles para el planeta, la economía y la sociedad.
ACI recuerda que los edificios representan en torno a un 40% del total de consumos en los países desarrollados; un hecho claramente favorecido porque nunca antes se han aplicado condicionantes de sostenibilidad a las normativas regulatorias de la construcción. “Ello ha propiciado tipologías constructivas e instalaciones tan poco sostenibles que para las consultoras inmobiliarias se ha hecho habitual detectar muy frecuentemente casos en los que mediante una correcta auditoría y un paquete de medidas optimizado se pueden reducir los consumos energéticos, y por tanto los costes operativos de algunos edificios, hasta más de un 50%”, señala.
¿Qué puede aportar la sostenibilidad a propietarios y inquilinos?
En ambos casos, la sostenibilidad –afirma ACI–,incrementa el valor del activo. “Los propietarios quieren ofrecer un producto diferencial en el mercado, disminuir los costes de explotación y segmentar el tipo de inquilinos que ocuparán sus edificios”, destaca.
“Para el caso de los inquilinos, aspectos como el uso de la iluminación, acceso a la luz natural y vistas, monitorización de la calidad de aire interior, y otra serie de medidas encaminadas a aumentar el bienestar y la productividad de los ocupantes y disminuir la rotación o el absentismo son beneficios que únicamente pueden encontrar en aquellos edificios diseñados y operados bajo criterios de sostenibilidad”. En este sentido, recuerda que estudios realizados por el US Green Building Council demuestran que en este tipo de edificios la productividad aumenta entre un 2% y un 16%, y el absentismo se reduce entre un 14% y un 48%.
Rebajar en un 25% la factura energética
También las comunidades de vecinos están cada vez más sensibilizadas para reducir los gastos compartidos en energía y, a través de una gestión inteligente de su demanda, ahorrar, según la firma de ingeniería y servicios energético Euroconsult. Hasta 1.260 millones de euros anuales, según los cálculos realizados por la firma.
Este ahorro se conseguiría al margen de otras medidas como el certificado de eficiencia energética, y permitiría rebajar en un 25% la factura energética que comparten los vecinos de un mismo bloque de viviendas y que supone de media un desembolso de 6.000 euros anuales, indica Euroconsult.
Teniendo en cuenta que, según los últimos datos del INE, en España hay en torno a 840.000 comunidades de propietarios en casi nueve millones de edificios de viviendas, ese gasto global asciende a unos 5.040 millones de euros.
Esta cantidad no incluye el consumo que hace cada vivienda por separado, sino que se ciñe sobre todo a la demanda de energía en ascensores, alumbrado y calefacción, que representan una parte importante de los gastos de comunidad. De hecho, son la calefacción (55%) y la iluminación (40%) las dos partidas que más energía absorben, según Euroconsult.