La información es suministrada por el propio INTI, en el que se asegura que "según estimaciones del Ministerio de Energía y Minería de la Nación, la climatización representa entre un 40 y un 55 por ciento del consumo total de los inmuebles".
En ese sentido, con la idea de que no es un dato nada menor el conocer las prestaciones energéticas que tiene una vivienda, como la aislación térmica, por ejemplo, es que se desarrolla esta experiencia.
Así explica Tomás Bernacchia del Centro de Construcciones del INTI los trabajos que se están realizando: “En cada una de las viviendas registramos principalmente cuestiones edilicias tales como espesores de paredes, materiales de construcción empleados, orientación de las aberturas y además se registra el equipamiento activo, tales como estufas o equipos de aire acondicionado”.
“Si una casa está abrigada, es decir que cuenta con un nivel de aislación térmica adecuado, perderá menos calor y eso se relaciona directamente con la eficiencia energética de la vivienda”, agrega.
Los datos se procesan con un programa que permite simular la cantidad de energía por metro cuadrado que necesita el inmueble para satisfacer necesidades de calefacción, refrigeración, agua caliente sanitaria e iluminación. Además cuantifica el aporte de energías renovables no convencionales, en caso de contar con instalaciones para tal fin.
La experiencia busca homogenizar una etiqueta que especifique la demanda de energía primaria de una vivienda en kWh/m2 al año.