Los volantes de inercia son equipos giratorios que convierten la energía eléctrica en cinética y viceversa, para almacenarla y, posteriormente, devolverla a la red como energía eléctrica cuando el sistema lo requiera.
El volante de inercia instalado en Lanzarote se encuentra en la subestación de Mácher, de 66 kilovoltios. Se puso en funcionamiento en el mes de agosto, e inyecta o absorbe energía de la red a una potencia máxima de 1,65 megavatios (MW) durante aproximadamente 12 segundos y aporta un total de unos 18 megavatios por segundo (MWs) de energía eléctrica.
El objetivo final de este proyecto de I+D+i es estudiar los comportamientos de este tipo de tecnologías para su futura aplicación en redes de transporte. Red Eléctrica ha realizado ya las primeras pruebas con resultados satisfactorios.
Estabilidad a la red
Además de almacenar la energía, el volante permitirá mitigar las consecuencias de cambios inesperados de la frecuencia del sistema dentro de unos parámetros preestablecidos (en España, en torno a los 50 Hz), dándole mayor estabilidad. Según explica REE, en este tipo de sistemas de pequeño tamaño, es importante mantener la estabilidad de frecuencia y tensión, lo que reduce el tiempo de respuesta ante caídas del suministro.
En el caso de que se produzcan desequilibrios importantes y la frecuencia de red se aparte de su valor de referencia, tanto los generadores como otros equipos conectados a la red pueden sufrir una merma notable en sus prestaciones, pudiendo llegar a desconectarse. La desconexión descontrolada (de grandes generadores) contribuiría a incrementar el desequilibrio en la red, aumentando el riesgo de inestabilidad y, en los casos más desfavorables, provocando fallos en el suministro eléctrico.