1 Los dispositivos eléctricos de casa no consumen energía si están apagados. Los electrodomésticos y dispositivos que tenemos en casa consumen energía a pesar de estar apagados, incluso, algunos de ellos, casi igual que si estuviesen encendidos. Algunos ejemplos de electrodomésticos que más consumen aun no estando en uso son: los cargadores de móviles; cafeteras, decodificadores TV satélite; televisiones, especialmente las de tubo; o los microondas, sobre todo si se deja la puerta abierta.
2 Lavar los platos a mano consume menos agua y energía que si se usa el lavavajillas. Evidentemente depende de la cantidad de vajilla a limpiar (no es lo mismo lavar las tazas del desayuno que los platos utilizados durante todo el día). Pero en términos generales, es más económico tanto en agua como en electricidad utilizar el lavavajillas.
3 Dejar la luz de un fluorescente o un ordenador encendido por un corto periodo de tiempo es más barato que apagarlo y volverlo a encender. Todo depende del tiempo que se vaya a tardar en volver a usarlo. En la mayoría de los casos, si el intervalo es inferior a 20 minutos, es mejor dejarlo encendido, sobre todo en el caso de los tubos fluorescentes, cuyas vidas se ven recortadas en cada encendido.
4 La cantidad de corriente eléctrica depende del grosor del cable. El cable varía según la potencia contratada o la necesidad de la casa y el electrodoméstico conectado. Hoy en día antes de que haya un problema con la electricidad salta el diferencial.
5 Los generadores crean electricidad. Popularmente siempre se ha creído que los generadores creaban electricidad por sí mismos, sin embargo, la función del generador no es crear energía, sino transformarla. En concreto, lo que ocurre dentro del generador es que un tipo de energía, la mecánica, se transforma en energía eléctrica, provocando que los electrones de los cables y los circuitos fluyan.
6 La electricidad viaja a la velocidad de la luz. Esta es una creencia basada en la asociación de la electricidad a los relámpagos. Lo cierto es que las ondas electromagnéticas viajan a velocidades entre el 30% y el 90% de la velocidad de la luz, unos centímetros por segundo menos que la luz.
7 La electricidad estática es diferente de la normal. La existencia de electricidad estática es muy molesta en el día a día. Se trata de esos calambres que se pueden sentir al bajar del coche o por el roce de ciertas prendas de ropa, una alfombra o un globo. El cuerpo humano se carga de electrones y cuando se acerca a otro cuerpo no cargado o con una carga menor, estas se transfieren. Se cree erróneamente que esta electricidad es diferente a la que sale de los enchufes, sin embargo, la única diferencia es que los enchufes tienen un campo de energía que espera a ser transferido al ser conectado, mientras que la electricidad estática sucede de forma instantánea cuando dos conductores con diferentes cargas se acercan.
8 Cambiar de proveedor de energía es complejo y costoso. Los cambios de comercializadora son completamente gratuitos y no suponen ninguna dificultad al usuario, ya que es la propia empresa eléctrica la que se encarga de todos los trámites.
Sara Moreno Chennane, responsable del Área de Comunicación y Marketing de Gana Energía concluye señalando que “en ocasiones hacemos caso a falsas creencias sin ser conscientes de que esto puede afectar a nuestra factura de la luz. Hay que tener en cuenta que cualquier electrodoméstico enchufado, tanto en stand-by como en uso, va a producir un gasto. Es importante desenchufar cualquier dispositivo cuando no se utilice y hacer un consumo responsable de electricidad.”