La batería tiene un cátodo de óxido de manganeso, separadores de algodón sintético, un ánodo de carbono y agua salada (un electrolito de sulfato de sodio). De acuerdo con sus desarrolladores, estas baterías duran más que las de ión-litio o las de plomo, no son tóxicas, soportan mejor las altas temperaturas y se comportan mejor con cargas parciales.
El fabricante SMA las utiliza ya en su gama Suny Island para instalaciones fotovoltaicas aisladas y Schneider Electric las ha probado con inversores. Estas baterías están disponibles en dos gamas –S-Line (2,4 kWh, 48 V) y M-Line (25,5 kWh, 48 V)– y son idóneas para instalaciones en los edificios. En caso de incendio, no emiten humos peligrosos y el material plástico que las envuelve desempeña un papel contra el fuego, indican desde Aquion, que busca distribuidores en Europa.
Entre los inversores en Aquion se encuentran Total, Shell y Bill Gates. La compañía ha sido galardonada hoy en Munich con uno de los premios que concede Intersolar Europe por sus soluciones de almacenamiento.