Basado en simulaciones climáticas regionales de 18 condados del estado de California, los científicos del Berkeley Lab encontraron que la adopción generalizada de techos frescos podría reducir el consumo de agua en exteriores hasta en un 9%. El estudio, llamado "Beneficios de la conservación del agua de la mitigación del calor urbano", firmado por los investigadores Pouya Vahmani y Andrew Jones, ha sido publicado en la revista Nature Communications.
Así, los techos fríos pueden reducir la demanda de agua al reducir la temperatura del aire ambiente. El estudio encontró que una refrigeración urbana que oscile entre 1 y 1,5 grados centígrados menos, significa que el césped y otros elementos vegetales necesitarán menos agua. Los científicos, pertenecientes a la División de Ciencias del Clima y los Ecosistemas del Laboratorio, reconocen que puede ser necesario modificar el comportamiento humano para lograr este beneficio de ahorro de agua.
El trabajo del estudio fue realizar simulaciones de modelos con datos climáticos de 15 años en 18 condados en el norte y sur de California, suponiendo un escenario de control que refleja el estado actual de las áreas urbanas y un escenario de techo frío en el que todos los edificios tenían techos frescos disponibles comercialmente.