En este documento, editado por Imedia, el experto en políticas energéticas analiza la evolución desde el edificio de alta eficiencia energética al edificio autosuficiente que describen las directivas europeas y su papel clave para la descarbonización de la edificación y el transporte.
El nuevo edificio sostenible
La Directiva UE 2018/844, de eficiencia energética de los edificios, que finalizará su periodo de transposición el 10 de marzo de 2020, desarrolla el concepto de edificio de consumo casi nulo como el edificio de alta eficiencia energética que la poca energía que requiere la produce en el propio edificio o en el entorno, preferentemente con renovables. Es aplicable tanto a la nueva edificación como a la que se rehabilite, sin distinción alguna.
En la recomendación no vinculante 2016/1318 de 29 de julio de 2016 sobre los edificios de consumo casi nulo, la Comisión Europea los definió como el paso del edificio con calificación energética A al edificio A++, estimando que, a partir de 2020 y según zonas geográficas, entre el 50% y el 100% de la energía que necesiten se cubrirá con renovables.
Javier García Breva destaca el potencial de ahorro energético de la edificación si se tiene en cuenta que entre el edificio más eficiente y el menos eficiente se puede alcanzar un ahorro hasta del 80% y que por la potencia contratada se paga cuatro veces más que por la energía realmente consumida.
El edificio sostenible ha de ser, por tanto, energéticamente autosuficiente. El 100% de su demanda de energía deberá cubrirse mediante una combinación de eficiencia energética, autoconsumo con renovables, baterías de almacenamiento, microrredes, punto de recarga para vehículo eléctrico, contadores y aplicaciones inteligentes que permitirán ajustar la oferta y demanda energética en tiempo real en el propio edificio.
La alta eficiencia energética es el primer requisito para la viabilidad de la edificación sostenible y solo después se deberán incorporar el autoconsumo y las aplicaciones inteligentes. La principal novedad de la nueva directiva es que integra las aplicaciones inteligentes con la recarga y el vehículo eléctrico en la gestión energética del edificio. El consumidor puede así gestionar directamente la demanda energética del edificio, del transporte y hasta participar en el mercado eléctrico.
Las ciudades, motor de la eficiencia
Las directivas europeas obligan a incorporar a los códigos de construcción, ordenanzas y licencias municipales este nuevo concepto de edificación autosuficiente, destacando la iniciativa de las ciudades como el auténtico motor de la eficiencia energética de los edificios por las amplias competencias que ejercen en urbanismo y vivienda. A partir de dichas directivas cambia el perfil de los consumidores a los que se reconoce el derecho a participar activamente en la gestión de la demanda y en la medición de sus consumos.
Aunque la regulación eléctrica, las ordenanzas municipales y el Código Técnico de la Edificación aún no lo reconozcan, Javier García Breva confirma que la transición energética en la edificación ha comenzado y supone un cambio radical de la visión que se tiene de la construcción y la rehabilitación.
Puedes descargar el informe completo desde este enlace.