“La correlación entre la salud física y el estado del edificio es más que evidente. Un edificio mal construido, con deficiencias en el aislamiento térmico o acústico, de iluminación o ventilación, puede ocasionar serios problemas de salud a sus ocupantes. Analizar cuáles son los aspectos más importantes, establecer los límites y diseñar acciones que nos ayuden a prevenirlos y corregirlos es un trabajo fundamental que nos proponemos abordar en este foro”, afirma Alfredo Sanz Corma, presidente del CGATE. “Los edificios deben estar al servicio de las personas y de su bienestar integral”.
Bruno Sauer, director General de GBCe, asegura que “si ponemos a las personas en el centro de la medición de la sostenibilidad, los aspectos que pueden afectar a la salud de manera directa son primordiales. Tanto las afecciones físicas, cognitivas como emocionales son aspectos que deben tenerse en cuenta a la hora de diseñar los edificios. Es nuestra obligación crear conocimiento que podamos compartir con las administraciones públicas para mejorar el marco reglamentario, y con el sector privado para que se implemente directamente en nuestro parque edificado.”
Mientras, Enrique Cobreros García, director del Clúster AEICE destaca la importancia de la colaboración para optimizar los resultados sobre el sector, aunando esfuerzos y visiones diferentes, tanto desde el punto de vista de la arquitectura e ingeniería como desde el de la salud y el bienestar.
El convenio, que da continuidad y amplía el anterior acuerdo firmado entre CGATE y GBCE, al incluir ahora al Clúster AEICE, establece la creación de unos grupos de trabajo de expertos (GTE) formados por especialistas de diferentes ámbitos para la elaboración de una serie de informes de carácter técnico, que servirán de base para la elaboración de documentos guía. Estos GTE se reunirán de manera periódica entre los meses de febrero y mayo, para abordar hasta nueve temas relacionados con los edificios y la salud de sus ocupantes: bienestar higrotérmico, calidad del aire y salubridad, confort acústico, iluminación, ergonomía, movilidad y accesibilidad, calidad del agua; electroclima, materiales y tipología.
Al finalizar este periodo, cada grupo de trabajo deberá presentar un informe de carácter técnico en el que se recojan las principales conclusiones de los debates sobre los parámetros a tener en cuenta para construir un edificio saludable. Según la OMS, permanecemos más del 80% de nuestro tiempo en el interior de los edificios, y son múltiples las patologías asociadas al estado de los inmuebles como el asma, la fatiga o la falta de sueño.